17 Adiós

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No hablaba con ella desde hace semanas. Ahora me está llamando al celular, tampoco lo había hecho antes, desde que mi hermano 8cho y ella se pelearon no había intentado comunicarse conmigo.

-Hola - la saludo.

-Hola, ¿qué tal? - me contesta tímidamente.

-Bien, bien.

-Disculpa si te molesto o interrumpo... pero quería hablar contigo.

-Está bien, ya son las 6 pm, estaba descansando para seguir más tarde con la edición de un top de Selfies que terminaron mal.

-... Llamaba para despedirme - me toma por sorpresa.

-¿Pues cuándo te vas?

-Mañana a medio día - joder, eso es muy pronto.

-Vaya, qué rápido.

-Sí, al parecer el fin de semana hice cosas que no debía y ayer me llegó un mensaje anónimo amenazándome, creo que me metí con alguien que no subestimé. Así que mejor me voy antes que cumpla sus palabras.

-¿Es un caso grave? - le digo - debes tener mucho cuidado.

-Tranquilo Tri-line, tengo las horas contadas en esta ciudad, nada pasará.

-Pues si es así entonces: adiós Erika, fue un placer haberte conocido, aunque fuera por tan poco tiempo.

-Creo que nunca hay tiempo suficiente - me dice con la voz quebrantada - ojalá los bellos momentos fueran eternos.

-Seguiremos en contacto, ¿no?- le pregunto.

-A quién engañamos: sabes que lo haré cada vez que pueda, hasta que un día va a dejar de ser tan necesario y luego cuando los meses pasen forzar las cosas ya no tendrá ningún valor - si el oído no me falla está llorando - entonces un día fingiremos estar muy ocupados hasta que las largas conversaciones se conviertan en un "hola" con una doble palomilla azul al lado.

-Quisiera decirte que no es así, pero por experiencia sé que eso es justo lo que va a pasar, no porque lo queramos, sino porque ambos sabemos que no se puede vivir para siempre de recuerdos del pasado - admito con nostalgia.

Escucho cómo intenta aclarar su garganta sin poder lograrlo bien, hasta que por fin con un hilo de voz me pregunta lo obvio:

-¿Cómo está él?

-¿Qué respuesta quieres? ¿La optimista o la realista?- le pregunto.

-La optimista ¿? - responde.

-Está bien, trabaja mucho para desviar el pensamiento, hablamos poco pero yo creo que ya lo está asimilando - miento.

-Ok... Ahora la realista - aún pasándola mal no se deja engañar de mí.

-No come bien, la alacena está casi llena; no sé cuándo duerme porque siempre lo veo despierto sin importar a qué hora me levante; se la pasa con los audífonos puestos o con el celular y casi no me habla; siempre está o jugando o buscando información para los tops, pero no graba mucho porque no parece tener ánimo, lo que está subiendo al canal lo grabó antes de lo que sucedió con ustedes dos. Aunque estoy seguro que lo irá superando, simplemente necesita tiempo - admito.

Después de un corto silencio Erika retoma la conversación entre sollozos:

-¿Podrías decirle que me perdone? Sé que no hará gran diferencia... pero me gustaría que él supiera que nunca quise hacerle daño - escucho en silencio su voz entrecortada - que yo... que a su lado pasé los mejores momentos de mi vida... que espero que no se arrepiente de haberme conocido... que... que le deseo lo mejor... que encuentre alguien mejor que yo... apuesto que no será difícil.

-Tampoco te trates así - la aliento un poco - simplemente las cosas no se dieron como queríamos. Eres una chica genial: le enseñaste sobre paciencia, a soñar despierto, le diste ánimo, lo hiciste sonreír, le diste amor cuando estuvo solo. Ahora todo está parece oscuro pero vamos, ambos sabemos que te espera una nueva vida por delante, tú eres valiente: ¡ya verás cómo te follas el mundo! - la intento animar y parece que funciona porque escucho una risilla al otro lado del móvil.

-Fuiste un gran casi cuñado - me dice - me caíste muy bien desde el primer momento en que te vi y ojalá tú también te folles el mundo - no puedo verla pero juraría que está sonriendo ahora - adiós.

-Adiós Erika - joder, tengo un nudo en la garganta con esto.

No soy capaz de colgarle. Me quedo en línea esperado que ella lo haga, escucho cómo se limpia la nariz y con un hondo suspiro termina la llamada. Me quedo con el celular en la mano, mirando a un punto cualquiera de mi habitación mientras me limpio las lágrimas que se me salieron con la camisa, hasta que lo escucho. Es 8cho. Salió de su habitación y creo que va para el baño. Tengo que hablar con él. Salgo de mi alcoba, me paro en el umbral que está a medio decorar por la navidad que ya llega y me quedo mirándolo.

-¿Qué? - me pregunta con cara de "me quiero morir ya".

-Recibí una llamada.

-Pues felicidades - contesta con sarcasmo siguiendo su camino.

-Era Erika - inmediatamente se para, pero aún me da la espalda.

-No te pregunté quién era - intenta disimular que le importa.

-Llamó para despedirse - le digo.

-Ya te dije que no me importa - hace el amague de querer irse.

-Pues te doy el dato de que se va mañana.

-¡¿Qué?! - esta vez se voltea a mirarme fijamente con sus ojeras.

-Al parecer tuvo que adelantar las cosas un par de días por algunos problemas - 8cho me escucha en silencio - así que llamó para despedirse de mí y desearme suerte... y a ti también.

-La suerte no existe - nuevamente intenta darse vuelta, pero esta vez no lo dejo irse sino que lo tomo por el hombro y lo volteo para que me dé la cara.

-Hombre, hasta cuándo piensas seguir con esta estupidez - lo confronto - no ganas nada con estar todo el día encerrado aquí sin hacer nada. Tú la amas, eso lo sé yo, lo sabes tú y todo mundo. No la dejes ir así sin más ni más... sin hacer nada.

-De todas formas se va a ir - puedo ver una lágrimas escaparse de sus ojos - y quién soy yo para pararla y decirle que no luche por sus sueños. Si yo mismo sé que tiene enfrente la oportunidad de su vida. No puedo arrebatársela. Y tampoco tengo nada que ofrecerle - se zafa de mí y se va para su cuarto tirándome la puerta en la cara, pero no logra callarme:

-Entonces al menos despídete de ella - le digo parado en su puerta - No se merece tampoco que tú simplemente le des la espalda. Ten el valor para afrontar la verdad y acabar con esto de una buena vez, porque eso de ni siquiera hablarle mucho menos va a arreglar las cosas. Ve y despídete, y si no la puedes parar al menos sabrás que hiciste todo lo que podías, que no hay deudas pendientes entre ustedes.

Es muy testarudo, no me hará caso. Me volteo y me voy a mi cuarto, entonces escucho el portazo. 8cho sale rápidamente, cuando salgo otra vez a la puerta de mi alcoba el ya está recogiendo unos cuantos billetes que había en el comedor que sobraron de la compra a la vez que se pone las primeras zapatillas que encuentra. Abre la puerta principal y se va.

-¡Joder! - digo para mí mismo - ¿y ahora qué va a hacer? 

A que te olvidas de mí... {Fanfic sobre 8cho}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora