10 Ustedes no son nada

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Aparentemente Daniel cree que puede jugar conmigo: ¡qué ingenuo!. Amablemente lo quise recibir de nuevo en mi cuarto, pero parece que le ha dado un ataque de dignidad y ahora me rechaza, es cierto que no me había contestado las llamadas ni los mensajes que le dejé, pero pensé que le gustaba hacerse rogar. Yo estaba convencida de que no habría ningún problema en que él se compartiera con Erika y conmigo, pero ahora que está con ella me rechaza por completo, es su culpa. ¡Maldita hija de puta! Ni siquiera es tan linda... si hubiera sabido que un chico me rechazaría por su culpa no la hubiera recibido en mi casa, ahora me arrepiento de haberlo hecho, pero todo tiene solución, excepto la muerte y eso que la que más me estorbaba la mandé a descansar en paz.

Viéndolo en retrospectiva fue una muy buena decisión, estaba cansada de fingir quererla, ya se había vuelto molesto lidiar con ella y sus regaños, se creía con autoridad para mandar en mi vida como si fuera la suya, como si ella fuera mi madre, yo nunca pedí vivir con ella después que mis padre murieron, pero aparentemente una niñita era un estorbo y nadie más se molestaría en hacerse cargo de mí.

Tener que aguantar a las brujas que tenía como amiguitas era todo un calvario, eso sin hablar de llevarla a citas médicas que me quitaba mi tiempo libre para salir tranquila de fiesta. Menos mal encontré la forma de cambiar sus medicamentos por simple placebo y su endulzante artificial por azúcar común, sino todavía estuviera lidiando con ella por toda la casa (que ahora tengo para hacer lo que se me dé la gana). Descansa en paz abuelita, así estamos todos mejor.

A Erika no le haré lo mismo, me quitaría mucho tiempo y tampoco vale tanto la zorra esa. Ahora mi objetivo es más bien mostrarle a Daniel que no puede humillarme y quedarse tan tranquilo, si quiere tanto a esa tonta entonces me voy a cagar en ella y creo saber exactamente cómo hacerlo con el mínimo esfuerzo.

*********

-Me reí muchísimo con el pasado top de tu hermano en el que hablaba del hombre que vendía piedras- le comento a Danny.

-¿Cómo dices?- me contesta, obviamente tenía la cabeza en la luna.

-Nada importante- le sonrío.

Veo cómo sigue con esa expresión en el rostro, está presente solo en cuerpo, no tengo idea de dónde esté su mente y eso me preocupa: ¿le pasará algo?. Intento nuevamente iniciar una plática:

-Ahora me gusta más mi reloj de pared- después de la semana pasada cuando se quedó en mi casa encontré en vez del 8 una foto suya en el reloj de la sala, esas son la clases de tonterías que en realidad me alegran el día.

- ¿Ah sí?, pues que bien - me contesta con desgano.

-¿Todo bien?- le pregunto.

-Sí, todo bien.

-No te veo muy seguro ¿estás enfermo? ¿tienes problemas? sabes que me lo puedes contar- lo miro fijamente a los ojos.

Después de pensarlo unos instantes me contesta con algo que me deja pasmada por unos instantes:

-Me acosté con Alice- me dice.

-¿Qué? - contesto abriendo los ojos.

-Como lo escuchas - prosigue- me fui a la cama con ella. Fue el día de su cumpleaños, ya sabes que estaba algo borracho y pues...

-Ah... Entiendo - le corto la frase con voz tranquila.

-¿Qué?- me mira con cara de sorpresa.

-Como lo escuchas - le contesto fingiendo un poco su voz- esa noche estabas que le dabas a cualquier cosa que tuviera tacones.

Largamos una carcajada sonora que asusta un poco a la gente que al igual que nosotros recorre el pequeño parque.

-Además estoy segura que ella no se hizo mucho de rogar, creo que ahora la conozco mejor: es una buena chica, solo que es muy compartida con su cama.

-Quizá no le gusté que los solteros pasaramos hambre - me responde bromeando.

-Pues habrá que beatificarla o algo- le contesto con una amplia sonrisa.

Creo que ahora verdaderamente la conozco: a Alice le encanta la fiesta, la vida alegre, el licor y la música, así es como calma sus pesares. Le gusta compartir su cama con todos quienes conoce, pero eso no es de mi incumbencia, con que ella esté feliz para mí es suficiente. Ha sido tan amigable y buena conmigo desde el principio que no tengo porqué empezar a hablar de su vida sexual, porque realmente eso no me importa, ella nunca se ha metido en mi vida con eso, es muy respetuosa y sin embargo siempre está ahí si la necesito para algo. Así que este incidente no es más que eso, un incidente que sucedió hace tiempo y no vale la pena darle importancia ahora, no cuando estoy tan bien con Danny.

-Fíjate tú, yo preocupado, con los huevos en la nuca sin saber cómo te iba a decir esto para que no sonara muy mal y tú me sales con estas payasadas - me dice mientras toma una una cucharada de helado y se la come.

-Si estás buscando una mujer celosa este no es el lugar adecuado, te lo diré tan simple como que el día que me falles me iré exactamente por donde vine, no voy a hablar mal de ti o de la otra, no te haré un escándalo, simplemente desapareceré y te dejaré en mi pasado - le contesto mientras saboreo mi helado de chocolate - además, técnicamente tú y yo no somos nada.

- Espero que ese día nunca llegue - es lo que acierta a decir después de pensarlo un poco mientras me mira con esos ojos que derriten hasta a la más fuerte.

- No seas cursi, no imagino lo aburrido que debe ser verte todos los días hasta la muerte, yo me suicidaría- le digo con ironía - sin embargo ahora que lo mencionas si me debes retribuir esta "ofensa", así que - me acerco a su oído para susurrarle - hoy te toca abajo.

Se ríe picaro, me roba un beso y seguimos caminando. Esta es la forma más simple de celebrar que al fin he terminado mis estudios, pero en realidad no necesito más... Para qué quiero una fiesta con decenas de personas que ni conozco, si yo solo con él me siento más que satisfecha.

En realidad cada vez que estoy con él el tiempo se ralentiza, es una sensación que hace mucho no sentía, una especie de estado pleno que alcanzo solo cuando estoy con él. Siento que puedo ser yo misma, hablar de lo que quiera por el tiempo que me plazca y él me va a escuchar me va a entender, tiene ese don de sosegarme cuando me siento mal, alentarme cuando estoy desanimada, subirme el calor incluso cuando creo que no quiero (porque todo hay que decirlo, pero es muy buen amante), es raro pero un simple saludo matutino en un texto es muy gratificante cuando proviene de él. Estoy sintiendo de nuevo algo que pensé perdido años atrás, he tenido relaciones amorosas con chicos muy interesantes pero por lo general siempre soy yo la que las termino, me he enamorado pero no con esa intensidad que sientes como si tuvieras tu alma gemela en frente tuyo, como un amor de adolescencia.

Soy una mentirosa, me burlo en su cara porque es cariñoso conmigo y me habla con la verdad, pero secretamente idolatro cada momento que pasamos juntos. Debo admitirlo, cuando empezamos esto yo creí que sería tan simple como tener quien me calentara la cama cuando me sintiera sola pero con cada momento que compartimos más reafirmo la idea de que no es así y eso me da miedo. Tengo miedo de enamorarme, de ilusionarme y después decepcionarme, no quiero sentir de nuevo que fui usada, un simple juguete en la vida de alguien que estaba aburrido, el problema es que hasta el momento lo veo tan sincero, ahora me ha contado sobre Alice para evitar malos entendidos después, ya no creo ser capaz de "juzgarlo" asertivamente, ya solo quiero besar esos deliciosos labios y dejarme llevar. 

A que te olvidas de mí... {Fanfic sobre 8cho}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora