9 Sí me olvidé de tí

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Han pasado cuatro días desde la última vez que tuvimos sexo y dos semanas desde la primera vez, quién iba a pensar que tendría que molestarla a estas horas de la noche y no sería para hacerlo de nuevo. Tomo mi celular y marco su número, preparándome mentalmente para su regaño por despertarla a la una de la mañana.

-¿Sí?- contesta somnolienta al otro lado de la línea.

-Podrías prestarme tu cama - le dijo sin mucha antelación.

-¿Eso qué mierda significa 8cho? ¿Sabes qué hora es? - me acusa con rabia.

- Estaba con Hugo y se me fue el tiempo, a esta hora me da miedo tomar transporte público y sé que no quieres que me pase algo malo, no seas mala que ya estoy en la puerta - intento convencerla usando la voz más lastimera que soy capaz de hacer a esta hora.

- Pero mañana tengo que estudiar, hasta tengo examen final.

- Tranquila, yo solo quiero dormir.

- ¡Pues vete a dormir con Hugo y déjame en paz! - me cuelga enfurecida. La verdad si lo haría pero él ya tenía planes con una pelirroja.

Sin embargo, puedo escuchar cómo abre la ventana de su cuarto y me tira las llaves en la cabeza, obviamente está molesta porque no son horas de joderle la vida, pero sé que tampoco me fallaría, soy un hijo de puta por ponerla en esta situación, pero no tenía a quién más acudir, era esto o arriesgarme a un robo a estas horas, no he tomado tanto, pero con la cara de idiota que debo tener es suficiente para atraer ladrones. Abro la puerta y entro a su piso, ella está en su habitación nuevamente durmiendo boca abajo y seré gilipollas pero si algo quiero es que le vaya bien en sus estudios así tomo una cobija (de las veces anteriores la he visto en sus quehaceres y ya sé dónde las guarda) me quedo en la sala para no molestarla más, me tiro en el sofá y duermo como si estuviera en casa.

-¡Puta vida! - escucho que alguien dice cerca de mí, debe ser Tri-line filosofando con él mismo... ¡Espera, que no estoy en mi casa!

Abro los ojos con pereza y la veo, está en bata de baño, tiene el cabello mojado y parece que se ha lastimado el dedo pequeño del pie con un mueble, en eso se gira a mirarme para ver si me ha despertado con su poema, yo me hago el dormido espero que deje de fijarse en mí y la sigo observando.

Desde la sala veo cómo se viste en su alcoba, me encanta ver sus curvas, esas tetas provocativas que desde el principio desviaron mi atención... uff, pero aún hay algo de alcohol en mí lo que me hace sentir con mucho sueño y a pesar que quisiera seguir viéndola sin querer me duermo de nuevo.

Me despierto más tarde, el sol en mi cara es el culpable (lo maldigo), miro la hora en el reloj de pared: son las once de la mañana. Me levanto, voy al baño y me veo la cara de mierda que traigo, vuelvo a la sala y reviso mi celular, pero este tiene una nota encima:

"No te presté mi cama, pero te dejo la casa para que hagas lo que quieras, vuelvo en la noche, espero que me dejes hecha la cena, llévame las llaves al trabajo después de la una de la tarde"

Parece que quiere aprovecharse de que sabe sobre mis dotes culinarios, pues en realidad voy a dejarla que me use, sé lo difícil que es llegar a casa y tener que comer cualquier cosa porque el cansancio no da para más. Voy a la cocina y me preparo el desayuno, me tomo un café con leche que lastimosamente no está tan bueno como pensé, no sé qué clase de endulzante usa esta mujer pero sabe a mierda.

Reviso un poco Twitter, creo que me está gustando más que Facebook, la gente sigue esperando con ansias el video del Ser humano es retrasado y no tiene cura, los demás han recibido muy buenas críticas, lo que hace que me tiemble más el culo de pensar que tengo que sacar otro cuando hay tantas expectativas puestas en mí, yo simplemente no quiero decepcionarlos pero creo que las probabilidades son altas... ahhh, ya veré qué hago.

Más tarde me ducho y hago un breve recorrido por la casa: sala-comedor, cocina, dos cuartos grandes, en uno está la alcoba y en otro todo lo relacionado a sus estudios, allí me quedo por un rato, revisando algunos documentos, una solicitud rechazada escrita en inglés de una compañía británica, textos de estudio; enciendo el reproductor de música a ver qué encuentro y vaya que esta mujer es un cofre de sorpresas: tiene en bucle una pieza de piano de Beethoven que hace mucho no escuchaba, dejo la música sonar mientras sigo mirando; en la pared hay algunas de las fotografías que ha tomado con la cámara profesional que compró (que por cierto me dijo que le costó un ojo de la cara) también encuentro las que Clara nos tomó hace meses en el centro comercial y después... ¡Espera! ¿Ese soy yo durmiendo? ¿Pero cuándo la tomó?

Efectivamente, soy yo de espaldas en mi cama, con el pelo suelto, el torso descubierto y la cobija a la altura del trasero, y no tengo ni la menor idea de cuándo la tomó, ya ha estado varias veces en mi casa y cuando me despierto no la encuentro. Así sucedió la primera vez, Tri-line me lo contó: ella estaba saliendo apresurada con sus cosas en la mano y él estaba abriendo el cerrojo cuando se toparon en la puerta, la miró sorprendido a lo que ella contestó con una sonrisa de medio lado y un beso en la mejilla para después salir de casa sin cruzar palabra, Tri-line que no es para nada vivaz se quedó tan sorprendido por el momento que ni siquiera alcanzó a articular algo (luego recordé que me había comentado la noche anterior sobre unas clases de danza).

Estoy refundido en mis pensamientos, en las fotos tan bellas que encuentro a mi paso, tomo una en específico, tengo planes para esa. En eso escucho la puerta, alguien está tocando, no creo que ella hubiera salido temprano de sus estudios, o que alguien la vaya a visitar entre semana, voy a la puerta y abro justo para que un fantasma de mi pasado cercano me atormente: es Alice.

-Hola Danny - saluda melosa.

-Hey... ¿qué tal? - contesto con desgano.

-No tan bien como tú - me mira de arriba abajo, ¡mierda! Olvidé que no traigo camisa - Erika me escribió que estabas aquí y quise pasar a saludar.

-Pues que bueno, estoy muy bien, un poco ocupado así que: adiós - intento evadirla.

-¿No me invitas a pasar?

- De hecho es tu casa, pero igual eso no me corresponde.

-Entonces, ¿prefieres que yo te invite a mi piso?

-Ya te dije que estoy ocupado - intento cerrar la puerta.

-El día de mi cumpleaños no estabas tan ocupado o ¿vas a decirme que no te acuerdas? - me echa en cara la aventura que tuvimos.

Es cierto, no puedo negarlo o fingir que no pasó: la noche de su cumpleaños me fui a la cama con ella. Había estado toda la noche insistiendo y yo estaba aburrido porque Erika me había mandado al carajo. Después de la fiesta le dije a mi hermano que se fuera con Clara y me quedé con ella, en realidad no estuvo mal, pero ahora mismo tampoco suena bien que me haya revolcado con ella, especialmente porque no quiero nada más, fue algo pasajero, de una noche, en eso debo darle nuevamente la razón a Erika con lo que me dijo esa noche sobre las relaciones pasajeras, fue simplemente sexo y el único motivo por el que no había olvidado su nombre era porque precisamente Erika me lo recordaba de vez en cuando en nuestras pláticas.

-Y ¿qué esperas? - le contesto - ¿no me vas a decir ahora que te enamoraste después de esa noche?

-¿Y por qué no? - responde con una voz tan melosa que me incomoda.

-Bueno, porque si fuera así no andarías en la cama de tu jefe, dime: ¿esa es tu forma eficiente de trabajar y ascender? ¿es todo lo que tienes para dar?

-Me ofendes Daniel.

-No te creo nada, además no hay razón para ofenderse, si te estoy diciendo la verdad.

Veo como se pone roja de la rabia me abofetea y me da la espalda para por fin irse:

-Te vas a arrepentir de esto Daniel, te lo juro.

-Sí, lo que tu digas - le respondo mientras masajeo mi mejilla y cierro la puerta.

¡Dios que mujer tan pesada! como si las tetas lo valieran todo.

A que te olvidas de mí... {Fanfic sobre 8cho}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora