16 Si en realidad me voy

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Me levanto de la cama y me voy a la ducha. Son las 8cho de la mañana, (todo me lo recuerda y más aún el bendito reloj) solo dormí 4 horas, lo que es gran cosa porque dormí 2 anteanoche y nada las otras tres noches, simplemente me tiraba en la cama a esperar que las horas pasaran. Al salir de la ducha escucho alguien tocando la puerta, es el dueño del cuarto, le pago esta última semana de alquiler y luego cierro de nuevo. Miro el celular: dos mensajes de buenos días de mi hermano y uno de Clara. No quiero contestar, no está el mensaje que quisiera ver. Tiro el móvil sobre la cama y me miro al espejo, tengo tantas ojeras como nunca en mi vida, y eso es mucho decir. Es viernes, hoy no trabajaría, de cualquier forma ya renuncié y otra vez vivo de mi liquidación y de la caridad de mi hermano que me manda dinero mientras termino con mis cosas aquí.

Debería desayunar... o desaparecer de la faz de la tierra, me da igual. Tomo el portátil y mis lentes y me siento en la cama, busco alguna serie para ver... alguna película... Ah... cualquier cosa que me haga olvidarme de él por un rato. Quisiera al menos ver algo de sus redes sociales: pero me bloqueó. No me aguanto y voy a YouTube a torturarme un rato viendo sus videos, aunque sea los viejos. Eso y escuchar vallenatos es lo único que hago. Es lo mismo que hice ayer, y antier.

No me toma las llamadas, no me responde los mensajes que dejo en su contestadora, no me quiere decir nada. Creo que quiere pretender que no existo, empezar a acostumbrarse a mi ausencia, el hecho es que yo no me acostumbro a la suya. Lo que sé es que estoy siendo muy infeliz con todo esto y que debo al menos intentar remediarlo.

Después de un rato me paro de la cama, no puedo seguir así o la depresión me va a consumir. Voy a empezar a empacar las pocas cosas que tengo, el próximo viernes tomaré mi vuelo a Inglaterra, pienso vender unos cuantos objetos que no me quiero llevar y están en buen estado. Me recojo el cabello en una coleta alta y me calzo. Como para variar, el ascensor se daño así que tengo que bajar por las escaleras. Salgo a buscar algunas cajas de cartón, en la calle me compro un hot dog que será mi almuerzo cuando me apetezca.

Vuelvo a casa y empiezo a empacar la ropa, dejando solo lo que usaré esta próxima semana; uso otra caja para algunos cosméticos y frascos con un poco de todo:shampoo, crema de manos, perfume, accesorios, la cámara; y me doy cuenta que tengo muchas fotografías de Danny en casa, creo que cada vez que salimos nos tomamos varias y ahora pueden ser más de 50... ¿qué hago con ellas? ¿Las guardo para flagelarme cada vez que las vea después? Obviamente no las puedo vender y mucho menos pensar en votarlas. Ahh... creo que las empacaré por el momento junto con los bóxer rojos que dejó aquí hace unos 20 días y después miro qué hago con todo.

Alrededor de las 12 meridiano le contesto a David que todo está bien; con Clara charlo un rato y le cuento realmente cómo me siento, con toda la cautela me pregunta cómo tomó él mi decisión, con ella admito que no lo sé:

-La semana pasada parecía muy clara mi decisión, pero ahora no sé qué pensar.

-Bueno, yo no soy quién para decirte que lo sacrifiques todo por amor - me dice - de hecho creo que él debería estar apoyándote en esta situación en vez de enojarse contigo.

-Pero no lo puedo obligar a que no se sienta mal... - le comento - si lo hubieras visto ese día. Ahh... me rompió el corazón ver cómo se puso cuando le conté - no puedo evitar que me broten las lágrimas - no fui capaz de quedarme a verlo desmoronarse y salí corriendo de su casa.

-Y, ¿no has hablado con Kaito?.

-¿Y qué le voy a decir? ¿Que me perdone por joderle la vida a su hermano?

-Entiendo. Pero quizás él pueda hablar con Danny y hacerlo caer en cuenta de la situación. Estoy segura que a él lo escucharía.

-No sé. Déjame pensarlo. Últimamente las decisiones que tomo no parecen estar realmente favoreciéndome.

-Mira, sé que esto no es fácil para ninguno, pero si necesitas alguien que te dé ánimos pues toma mis palabras: tú hiciste lo que debías hacer y seguramente hubiera sido diferente si ustedes hubiesen sido novios, pero las cosas ya están hechas, él esperó demasiado para hablarte sobre ello y tú escogiste conforme a lo que veías, que déjame decirte que con o sin él tu elección es la más sabia a futuro. Ahora no lo ves porque tus sentimientos están a flor de piel, pero seguro es lo mejor para ti y si él no lo entiende entonces realmente no te ama como dice.

-Gracias por tanto - le digo - tú sí que me ayudas.

-No hay de qué, es lo que una verdadera amiga hace.

-No me lo recuerdes, cada vez que pienso en ella quisiera tenerla enfrente y ahorcarla - dejo la tristeza de lado y me da furia solo de pensar en ella.

Pensar que si no hubiera sido por Alice... si no la hubiera conocido no hubiera caído en todo esto, pero, tampoco lo hubiera conocido a él. Es indescriptible la forma como la odio. Todavía recuerdo que incluso la llegué a considerar mi hermana: qué tonta fui.

-Déjala - me contesta - no vale la pena.

Así estuvimos por más de una hora. Lo que me ayudó mucho a pasar el tiempo porque esto de irme está siendo peor de lo que pensaba. Está acabando con lo poco que queda de mí. Y pensar que hace unos meses "lo tenía todo": trabajo, estudio, casa, a él... Y Alice tan tranquila que ha de estar ahora. ¡Malditas injusticias! Debe estar ahora en la oficina de Manuel dándole una buena mamada, es lo único que sabrá hacer. Ahora que lo pienso... si en realidad ya me voy no pierdo nada con hacerla quedar como la mierda que es. ¡Eso es! Iré a mi antiguo trabajo y le gritaré lo zorra que es, no cambiará nada, es cierto, pero tranquilizará el alma.

Tomo mi celular y las llaves y las guardo en mi bolsillo. Paro el primer taxi que veo y llego al lugar donde trabajé por más de seis meses. Soy amiga del portero así que paso sin problemas, subo al ascensor hasta el octavo piso (vaya, qué novedad otra vez ese número en mi vida). Una vez allí paso directamente a la oficina de Alice, al parecer ha ascendido aún más gracias a su vagina.

-Pero, ¿qué haces aquí? - me pregunta.

Sin mediar palabra la agarro del cabello y la llevo al pasillo. Una vez allí hablo con voz tan potente como puedo:

-¿Que qué hago aquí? Pues vine a felicitarte, te ha ido muy bien desde la última vez que nos vimos - mis ex compañeros empiezan a salir de sus oficinas - tú si sabes aprovechar tus talentos, déjame aplaudir tu inteligencia.

-¿Te volviste loca o qué? - me responde nerviosa.

-¿Por qué? Sería más fácil si yo fuera loca y lo que te digo se fuera a la mierda ¿verdad? - ahora tenemos como público a todas las personas del piso - al fin y al cabo no sería la primera. Tú tienes experiencia en eso: como cuándo me votaste de tú casa porque se te dio la puta gana, no porque nadie lo necesitara como me dijiste.

-Pues es mi casa y hago lo que quiera con ella ¿no? - intenta defenderse.

-Ah ¿sí? Y me vas a decir lo mismo de mi trabajo: que Manuel es tu amante y lo manejas como se te da la gana para que me sacara de mi trabajo ¿o acaso ya lo cambiaste por otro para conseguir más cosas?; o me vas a decir lo mismo de tu abuela: que como era tu abuela podías hacer lo que quisieras con ella... por ejemplo dejar de darle sus medicamentos y esperar a que se muriera.

Ella se queda paralizada, ni siquiera se defiende. Mientras nuestro público, en el que está incluido Manuel, empieza a murmurar confundido. Yo continuó:

-Solo espero que haya valido la pena porque algún día lo pagarás, no seré yo quien te juzgue, pero en esta vida todas las cuentas se saldan.

Le doy la espalda y me voy abriendo paso entre la multitud que se queda mirándonos. A estas alturas me da igual lo que piense la gente de mí o del escándalo que hice, al menos tengo mi conciencia limpia y de todas formas no los volveré a ver. 

A que te olvidas de mí... {Fanfic sobre 8cho}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora