Helena.
Esta relación enfermiza que tenía con Michael tenía que terminar de una forma u otra. Simplemente nos estábamos matando mútuamente. Habíamos llegado al punto de tener que herirnos para poder sobrevivir alrededor del otro y eso no estaba bien. Todos pueden pensar que la culpa es mía mayormente, pero nadie sabe realmente por lo que pase y como fueron las cosas. Si Michael me dejara explicarle, todo fuera diferente pero cada ves que intentaba simplemente era imposible. Me dolía tanto ver como cada día las cosas iban de mal en peor. Simplemente mi corazón se endurecía al igual que mi razón. Yo no quería tener a Michael cerca, pero cuando no lo tenía lo necesitaba. Era enfermizo. Esto no es de Dios. Le había pedido a Zack que reservara una habitación de hotel cerca de donde el vivía. Me quería ir de aquí, lejos de Michael. Quería estar cerca de él lo menos posible, aunque sabía que eso me iba a matar. Aunque yo sabía que Zack quería algo más conmigo, a mi no me importaba. Yo iba a irme de aquí a como de lugar.
"Gracias, Zack. En unas horas estoy allí."
"Bien, hermosa."
Puse mi teléfono en la mesa y empecé a empacar todas mi cosas. Siempre llevaba una foto de Michael y mía que era muy especial para mi. Era una foto de la primera semana que nos conocimos en la agencia. A él lo acababan de nombrar jefe y a mi me acababan de trasladar de New York a Los Ángeles. Y allí estaba yo, en su oficina cuando me llamó para decirme que yo sería su nueva compañera. Desde hace seis años somos compañeros. Él se puso en pie y me dijo "Ya me caes bien, espero que sea así todas nuestras vidas porque planeo tenerte de compañera cuanto más tiempo pueda" y sonrió. Yo le sonreí y quiso tomar una foto que la llamo "el comienzo de algo misterioso" riendo, como siempre. Estábamos muy sonriente. Él tenía una coleta y los demás risos caían sobre su rostro sonriente. Su mano derecha caía sobre mi hombro y mi rostro estaba alzado mirándome orgullosa de mi nuevo equipo. Tenía unos 21 años y el 23. Fue una conexión instantánea. Desde ese momento supe que ese hombre marcaría mi vida, y mira que lo ha hecho. Sonreí y volví a guardar la foto en su lugar. Si me hubiera imaginado hacen seis años atrás que esta sería mi vida ahora; hubiera cambiado muchas cosas.
Michael.
Una y otra ves Helena me volvía a decepcionar. No tengo idea de lo que Zack estaba hablando en ese mensaje, pero tampoco habría mucho que buscar. Con su forma de escribir era preciso que no era algo muy bueno para mi y no me sorprendía. Helena cada ves me lastimaba más. No le iba a dar el gusto que viera como me undía, ni siquiera una ves más. Subí a la habitación de vuelta y la escuché hablando por teléfono.
POV.
"Muy bien. Te veré en media hora. Ya tengo todo empacado." "No, no quiero que te quedes conmigo a dormir. Yo estaré bien." - Hablaba por teléfono con alguien y ese alguien era Zack. Michael estaba escuchando todo y su sangre estaba hirviendo con tan solo saber que Helena planeaba irse. Él no iba a permitir esto, de ninguna manera. Entro a la habitación y ella corto la llamada. De puro susto, dió un brinco y lo miró.
-Michael.- Fue lo único que alcanzó a decir. Ella planeaba irse de allí y que él se diera cuenta una ves ella se hubiera ido.
-¿Qué tenemos aquí, hermosa?- Dijo él rodeándola mientras veía las maletas.- ¿Te vas?- Le preguntó parándose trás ella. Agarró su cintura y le habló al odio.
-S...Si.- Tartamudeaba. El nerviosismo no la dejaba hablar.
-Hhmm. ¿Con quién te vas, mi quería Helena?- Preguntó y mordió suavemente el lóbulo de su oreja. Helena cerró sus ojos y abrió su boca levemente para poder tomar aire.
-No te voy a decir.
-Já.- Rió Michael sarcásticamente y se separó de ella.- No me vas a decir.- Repitió él.- ¿Tienes miedo?- Le dijo mirándola de manera muy escalofriante, cosa que hizo que ella bajara la mirada.
Era muy raro que Helena le bajara la mirada a Michael. Antes ella lo retaba y discutían mano a mano, sin ningún tipo de miedo. Pero ahora era distinto. El Michael que ahora conocía era implacable. Era frió y sabía muy bien como lastimarla. Sabía sus puntos débiles y sabía perfectamente como hacerla sentir miedo con tan solo una mirada. Podía meterse en su mente y en su corazón. Con esa mirada tan penetrante, la dejaba sin poder hablar y sin poder actuar.
-¿Miedo de qué?- Se las ingenió para poder responderle y lo volvió a mirar. Él volvió a sonreirle de forma malévola y sus dientes salieron a la vista. Helena tragó seco.
-Miedo de mi y de lo que pueda pasarte.- Y volvió a acercarse a ella mientras ella retrocedía. Se lamento cuando su espalda dió contra la pared. No tenía escapatoria. Michael alzó sus manos y las puso a la altura de la cabeza de Helena, contra la pared.- Miedo a que yo te vuelva tan loca de dolor como tu a mi. O simplemente miedo a que te puedas perder en tus demonios junto conmigo.- Y besó la comisura de sus labios.
-Tu no me harías daño.- Dijo Helena más en tono de súplica que otra cosa. Michael la miró sin cambiar de posición.
-El daño te lo has hecho tu sólita.- Helena intentó salirse pero Michael la agarró por la cintura fuerte.-No te vas a ir.- Le dijo en tono demandante. Ella lo miró silenciosamente, era imposible para ella hablar. Su cercanía le quitaba el aliento. Tenía miedo pero además su amor por él hacía que esas palabras demandantes se convirtieran en palabras de petición. Era algo que estaba totalmente en la cabeza de ella.
-Me quiero ir.- Dijo ella y forcejeó contra él. Algo que segundos después dejo de hacerlo porque él no la iba a soltar y ella lo sabía.
-No me da la gana.- Habló Michael y por pura maldad pasó su lengua por los labios de Helena y ella cerró sus ojos y tragó seco.
-¿Por qué?- Dijo con un nudo en la garganta.- Tu no me quieres cerca de ti. ¿Por qué me haces esto?- Sus ojos comenzaban a lagrimear. Ella se maldecía mentalmente, no quería llorar frente a él. No quería parecer débil una ves más. Eso era imposible, ella se rompía cada ves que lo tenía cerca. Simplemente, no lo podía controlar. Él no la soltaba y la miraba muy serio. Estaba disfrutando verla así.
-Ahora no pareces la Helena que me traicionó y me lastimó una y otra ves.- Le dijo burlándose- Ahora pareces una muñeca de porcelana, que si la suelto se rompería en pedazos.- Continuó y la dejó en una esquina. Caminó hasta al otro lado de la habitación y pensativo volvió hacia ella. Esta se había quedado en la misma esquina, como una niña sin consuelo y sin protección.- ¿Te suelto, Helena?- Le susurró mirándola a los ojos. Ella parpadeo un par de veces y bajo su cabeza.
-Déjame ir.
-Esta bien, vete.- Helena respiró profundo y sintió un poco de paz. Realmente quería salir de allí. Quería salir de esa tensión y quería romper esos lazos que la ataban a Michael.-Pero si te vas, te quedas sin trabajo.- Terminó. Helena abrió sus ojos como nunca jamás. No lo podía creer.
-Tu no puedes hacerme esto, Michael.- Dijo ella negando con la cabeza.
-Yo sé que te habías acostumbrado a tus comodidades siendo mi prometida pero, ¿que crees? Ya no lo somos. Otra cosa, yo soy tu jefe. No lo olvides.- Y claro que Helena no lo olvidaba pero estaba paralizada por las tácticas tan bajas que se había atrevido a usar Michael.
-Tu no puedes abusar de tu poder así, Michael. No tienes ningún derecho a quitarme mi trabajo.- Continuó mientras negaba con su cabeza frenéticamente.
-No te vayas entonces.- Él no quería que se fuera porque la quería cerca. Porque no podía vivir sin ella, pero se hacía creer a si mismo que era por venganza. Lo hacía para no sentirse tan culpable. Ella apretó su mandíbula y le dió la espalda.- De todas maneras te tengo en mis manos, Helena. Ahora si, harás lo que yo diga.- Él sabía que ella no iba a querer perder su trabajo.
-Esta bien, Jackson. Tu ganas.- Respondió Helena quien había acabado de soltar un par de lágrimas a los pies de Michael. Primer par de lagrimas, de muchas por venir. Y Michael sonrió victorioso y paso por su lado dejándola sola en la habitación una ves mas. Sin antes decirle:
-Se que era Zack con quien hablabas. O te alejas de el o ambos lo van a lamentar. Y te voy a dar un anticipo ahora mismo.- Helena pudo ver por la ventana como Michael arrancaba en el auto a toda velocidad. Iba a buscar a Zack.
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Warzone
Fanfic¿Alguna ves han amado tanto, que duele? ¿Han creído tanto, que mienten? ¿Han vivido tanto, que desean morir? ¿El amor? El amor no existe. Eso es solo una creación del humano para no sentirse tan vacío y estúpido en este mundo humillante en el que vi...