Capítulo 3

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Parte I: La Rechazada

Capítulo 3

La biblioteca era un lugar donde estaba prohibido: Hablar, comer y beber. Pero... a Alessandra eso no le importaba pues en ese instante estaba con una lata de Coca- Cola Light y hablando todo lo que se le apetecía dejando a una Laura, novia de Gael su mejor amigo, incómoda por aquél escándalo que hacía.

―... es mi mejor amigo después de todo ― decía con orgullo ― ya sabes todas las aventuras de nuestra infancia, nuestros sueños...

― Debió ser muy emocionante.

― Claro que lo fue... sabemos todo el uno del otro. ¿Sabías que su comida postre favorito es el choco-flan? ― presumió y luego volvió a insistir, porque ella claramente no lo sabía oh, ¿sí? ― ¿Lo sabías?

― Algo así me había comentado ― respondió suavemente, pues Laura no lo sabía, nunca se lo había preguntado, pero de lo que estaba segura era que le encantaban las fresas no se lo dijo solamente observó.

― ¿Te lo comentó? ― una pisca de orgullo y otra de maldad brillaron en sus ojos ― también tiene un lunar en el trasero, ¿lo sabías?

Aquel rojo que se había formado en su cara sería envidiada por cualquier tomate en un huerto ― Y-yo... n-no... ― había pasado toda la mañana con Laura, solo para hacerla sonrojar, hacerla sentir mal, e intentar humillarla indirectamente

― No te preocupes, casi nadie lo sabe... ― rió, una, dos, tres... siete carcajadas salieron de sus labios; hasta ahora ella estaba ganando, pobre chica no sabía nada acerca de su novio.

― ¡Y-yo lo sabía!

¡¿Qué?!!!, gritó internamente, Alessandra sabía de aquel vergonzoso lunar porque cuando eran niños Raúl el amigo de Gael le había bajado los pantaloncillos cuando fueron a la piscina dejando así ver aquel pequeño trasero con un singular lunar, ese día todos rieron, Alessandra no pudo evitar molestarle por la forma que tenía, Gael dejó de hablarle una semana, pero luego todo estuvo bien.

Lo ha visto, Laura había visto aquél lunar que se oponía a mostrar a cualquiera, pero Laura después de todo no era cualquiera, era su novia.

― Después de todo no es importante ― dijo mientras acariciaba su propio cabello mostrando desinterés, pero en el fondo estaba muriendo de celos. ―lo importante es que será un gran arquitecto, ¿verdad? ― si ella decía que sí, todo estaría perdido, renunciaría a él, ¿por qué? Simplemente porque es el sueño de él el sueño que ni siquiera sabía su familia, o al menos no sabía el porqué.

― Dirás médico.

― Nop... ― acentuó la "p" ― será arquitecto, quiso serlo desde niño, desde los siete años exactamente.

― E-entonces creo que me equivoqué ― Laura había cometido un error, pues Gael le había confiado su secreto, ser médico y sus razones para serlo, pues quería o más bien anhelada sorprender a su familia; como Alessandra era su mejor amiga supuso que ella ya lo sabría ahora ella había arruinado la sorpresa.

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Era una bonita noche en la que ambos amigos compartían una deliciosa taza de chocolate caliente, mientras cada uno contaba que había hecho en el día, lo cual ya se hacía costumbre, pues Gael al ya no estar mucho tiempo en la vida social de Alessandra no podían evitar preguntar el uno al otro como estaba su día.

― ... y luego Marcos dijo...

No la dejó continuar ― Ale... somos amigos ¿verdad?

Ella no quería ser su amiga quería ser la número uno de su vida amorosa, quería ser su novia, y con un nudo en la garganta asintió― Sí.

La chica de RellenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora