Parte IV:
LA TORMENTA
Capítulo 11
― Entonces, tengo que presentar todos esos trabajos por mi ausencia.
―Exacto, y debería ser agradecida por la oportunidad que le estoy dando.
―No fallaré, ― dijo emocionada mientras observaba el papel en el cual estaba escrito los cinco trabajos que le había dejado, ella sabía muy bien que no iba a salir de su casa para ir a pasear con Peter, su novio, pero así sus padres de una forma u otra la perdonarían por su insolencia.
― Te dije que te ayudaría― musitó Sandy.
― Gracias ― respondió con un susurro, después de todo su amiga había pedido al maestro que la escuchara, ser ayudante del maestro de química tiene privilegios.
Al otro lado del pasillo estaba una mujer muy bien vestida con una cara de pocos amigos observando como dos adolescentes sonreían una a la otra y un hombre sonreía con ternura a una de sus estudiantes.
― Ya sabe dos semanas, nada menos.
Alessandra estaba más que feliz con su oportunidad, no perdería el año. En gran emoción abrazó a su maestro y agradeció de nuevo. Y su maestro rió.
Nunca lo había escuchado reír lo cual la dejó más que asombrada, pero no más que lo sucedido después.
Pues...
Ella era derribada por una tercera persona que apenas la había visto. Pero no tardó en hacerlo, aquel individuo no era más que una mujer de pelo rubio de unos 40 años que la empezaba a sacudir de arriba a abajo mientras ella estaba recostada en el piso, sentía como su espalda hacía contacto con el piso una y otra vez cuidando que su cabeza no se haga daño.
¿Qué está pasando?, se preguntaba pues a su parecer la situación pasaba como si el mundo se hubiera puesto en cámara lenta y solo veía a aquella mujer que gritaba y gritaba mientras su profesor era derribado por un manotazo por parte de la mujer y Alessandra continuaba siendo agredida.
¿Y por qué no reaccionaba? ¿Por qué no se defendía? Tampoco lo sé.
― ... defiéndete maldita zorra!!! ― gritaba aquella mujer ― ¡¿Qué esperas?!
―...
― ¡¿No tienes algo que decir?!!!
― ¡Sí! ― respondió al punto del llanto ― no lastime mi rostro es lo más importante que tengo...
Si destrozaba su preciosa cara tal vez y Petter ya no la quisiera.
― ¡Ahh!¡Perr...― antes que terminara aquella grosería Alessandra había perdido el conocimiento por el puño que su contrincante le había lanzado.
.
.
.Escuchar los llantos de algunos bebés era desesperante, más el sonido de la televisión encendida. Pero en su casa no había ningún bebé, ¿o sí?
Sin perder más el tiempo abrió los ojos, y sentía como sus ojos le pesaban, la espalda ardía, y la cara sentía que no la tenía conjuntamente el olor a látex y cloro inundaban sus fosas nasales. Y la cabeza internamente le palpitaba.
― No intente moverse señorita ― la firme voz de una mujer le llamó la atención, miró a su alrededor era una habitación grande en el cuál no estaba sola, había muchas personas, cada una en una camilla, muchos estaban inconscientes o estaban sentados mirando la pantalla de televisión que estaba a lo alto de una pared.
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La chica de Relleno
Teen FictionAlessandra está enamorada de su mejor amigo de la infancia, ella creía que entre Gael, su mejor amigo, y ella podía surgir algo especial, como en las películas... Lo que no sabía es que no era la protagonista de su propia historia, y se autodenominó...