Parte VII: Decadencia
Capítulo 22
Otra vez Jhon...
Jhon pensó que cualquier otro sonido que el de la lluvia del exterior sería mejor, pero cuan equivocado estaba, el sollozo de Alessandra empezó a disfrazar el sonido de la lluvia. No sabía en que momento se había sentado en su cama, mirando sus manos y como estas por más que intentara no podía unirlas, así mismo cuando levantaba la vista veía la espalda de aquella chica que le robaba pequeños suspiros tanto en el día como la noche, seguidamente volvía su vista a sus manos torpes; se sentía culpable, había sido un tonto, nunca debió de utilizarla de esa manera, pero en ese entonces estaba desesperado.
¿Qué podía hacer ahora?
― Lo siento... ― aquellas dos palabras habían salido de su boca sin darse cuenta, el sollozo por parte de la muchacha había cesado ― Yo... ― una vez más estaba nervioso, solamente echó un suspiro ― nunca quise hacerte daño... no fue mi intención ― Otra vez, estaba aquel silencio acompañado de la incesante lluvia que caía en el exterior. ― Nunca quise hacerte sentir mal... ― dijo una vez más, esperando que ella diga algo, sin embargo, sintió de nuevo un rechazo expresado en un silencio devastador por su parte.
― Me dolió ― Había dicho ella, después de calmar su corazón herido ― Pero... supongo que me lo merezco.
― ¡No! ― dijo exaltado el pelinegro ― Claro que no te mereces nada de lo que te hice, estuve equivocado, siempre pensé que eras una chica ególatra que no le importaba nadie más que sí misma, que eras una chica fuerte que no le importaba la opinión de los demás, pero a medida que te fui conociendo... me di cuenta que estaba equivocado. Y una vez más ahí reinaba el silencio.
― Es horrible... ― dijo ella rompiendo aquel silencio mientras secaba sus lágrimas.
― Lo siento.
― Es horrible porque no puedo odiarte ― decía mirando la libreta del muchacho, sonrió un poco, solo un poco ― Quizá yo también me hubiese burlado de esta manera de mí misma si hubiera estado en tu posición...Dio tal declaración, pero Jhon no trató de decir algo más, tampoco se atrevió a parase y dirigirse donde ella estaba, él, estaba avergonzado.― Pero... tu personaje es mejor que yo, aunque no la siento tan hermosa como yo.
― ¡La haré tan bella como tú, aunque no podría superarte jamás! ― dicho eso se cubrió la boca, en sus 17 años de vida jamás había dicho algo sin pensar como en este instante. Ella solamente echó una carcajada, se giró a verlo, y ahí estaba él, su rostro, incluido las orejas, estaba tan rojo que pensaría que se había convertido en un rubí. El corazón de ella empezó a palpitar fuertemente, después de lo ocurrido aun así su corazón estaba vuelto loco por él, apartó la mirada de él y sonrió para sí misma.
Pasó unos segundos pensando en como se crean las mejores historias de amor, si ella no decía nada en ese instante, quizá... quizá no tendría un amor correspondido.― Casper... ― el muchacho cubrió más fuerte con sus propias manos, su joven rostro, esperando hundirse en un agujero negro y morir de la vergüenza donde nadie más lo vea ― A mi... yo te...
Ring, ring...
El teléfono de la muchacha empezó a sonar, ella se reprocho a sí misma por no haberlo apagado, vio el nombre de su padre en el teléfono y sonrió.
― ¿Papá??? ¿Qué pasa? ― preguntó.
― Tu madre me dijo que viniste a visitar a tu amigo, y como la lluvia esta empeorando salí del trabajo temprano para venir a recogerte, sería peligroso si es que no ― ella echó una sonrisa cálida a su teléfono celular.
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La chica de Relleno
Novela JuvenilAlessandra está enamorada de su mejor amigo de la infancia, ella creía que entre Gael, su mejor amigo, y ella podía surgir algo especial, como en las películas... Lo que no sabía es que no era la protagonista de su propia historia, y se autodenominó...