Parte IV: La tormenta
Capítulo 12
― Ahí está, se cree la mejor solo porque es bonita...― decía alguien y luego le respondían.
― Solo es maquillaje, nadie sin operaciones se veía de esa forma.
― Dicen que durmió con el de química...― decía otro.
― Pues dicen que durmió con la mitad del colegio.
― No la expulsaron porque también es la amante del director. ― dijo otra persona más.
¿Era fácil escuchar esas palabras de sus compañeros? No, nada fácil. Y lo peor es que no podía hacer oídos sordos porque sentía que cada chisme que la incluía era dichos intencionalmente tan altos para que ella los oyera.
― Pues a mí me da pena ― dijo una chica. ― inmediatamente la fe volvió a ella ― lo hizo porque su novio la engaña.
― Shhh... está allá ― susurró la acompañante.
― ¿Crees que nos oyó?
― No dijo nada así que supongo que no.
Qué triste, que triste.
Todo lo que decían acerca de ella era una mentira y nadie excepto ella, el profesor, su madre, John lo sabían y creía que si Peter la acusaba ya todo terminaría. Porque simplemente Gael no la escuchó, no lo haría y ella tampoco quería intentarlo, ya no.
― ¡Alessandra! ― era la tierna y firme voz de su novio.
Intenta no llorar, intenta no llora. Se decía a sí misma.
― Yo... yo no lo hice...― lloró, su novio inmediatamente la abrazó
―Te creo, siempre lo haré.
Ante la mirada de todos los curiosos que pasaban por aquel pasillo principal ambos jóvenes estaban abrazados el uno al otro, a muchos les pareció tierno y a otros les parecía una burla por aquellos rumores sobre ambos.
― Lo solucionaré ― susurró en su oído y ella asintió con aquellas lágrimas manchando aquél uniforme de su apuesto novio, porque ella sabía que él era su salvador y quería creer eso mucho tiempo. Por varias razones una de ellas era el que se sentía reintegrada a aquella sociedad que le había hecho a un lado gracias a él, otra razón es que se sentía querida y hermosa junto a él.
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― Mira cariño, ― decía Tiffany mientras pasaba aquel algodón sobre su piel ― cuanto daño te han hecho.
― Ya ni me duele― aseguró, aunque no era totalmente cierto.
―Te tengo envidia, aún con la cara maltratada no pierdes ni una pizca de belleza. ― dijo, aunque no era totalmente cierto y ella no iba a decirle que aquel maquillaje que llevaba en mano no iba a poder cubrir aquellos moretones por completo.
―Haces mucho por mi― la melancolía se notó inmediatamente en aquella aula vacía, en la que solo estaban ambas.
― Es lo que las amigas hacemos.
― Nunca podría pagarte...
― ¿Bromeas? ― dijo riendo, y empezó a hablar con melancolía― ¿recuerdas cuando niñas?
― Lo siento...― respondió por no recordar a que se refería.
―Yo era una niña muy delgada, todos se la pasaban burlándose de mi...― dijo tomando un poco más de base para ponerle en la cara ― los niños llegan a ser muy malos, me decían escoba, tabla, regla, aguja, plumero...
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La chica de Relleno
Teen FictionAlessandra está enamorada de su mejor amigo de la infancia, ella creía que entre Gael, su mejor amigo, y ella podía surgir algo especial, como en las películas... Lo que no sabía es que no era la protagonista de su propia historia, y se autodenominó...