Parte III: El escritor
Capítulo 10
No había mucha gente que ver, después de todo era una fiesta casi privada pues la mayoría de los asistentes eran los de último año; aún así el olor a tabaco y alcohol no se hicieron faltar lo cual inundó sus fosas nasales, con lo frágil que se sentía ¿hace cuánto no había salido de fiestas? Hasta se preguntó si los libros de Casper tenían un olor específico, y la respuesta era que sí.
― ¿Te diviertes cariño? ― que considerado y lindo era Peter al preguntarle.
― Sí. Solo necesito un poco más de espacio y estaré de nuevo en mi hábitat. ― él solo le sonrió, le susurró algo en el oído que apenas escuchó y lo vio alejarse sin apartar la mirada de ella.
Entonces, fue cuando ella se preguntó si realmente ella pertenecía ahí, pues todos los últimos tres meses no salía de casa o por lo menos no de fiesta, solo estudiaba, lo cuál dio frutos pues había subido de notas lo cual le aseguraba la graduación para entrar a la universidad.
Pero luego estaba su antiguo yo, donde se la pasaba comprando en los boutiques algo de ropa pues su padre era generoso, la última vez que fue de compras fue con Liliana la hermana de Casper; después estaba ella rodeada de varios chicos, pero en estos días solo estaba con Petter que la hacía sentir una princesa. Se la pasaba en una casa ajena bailando y hasta a veces tomando.
Y ahora, estaba en una casa que antes hubiese sabido a quién pertenecía, con demasiado alcohol donde varios adolescentes se la pasaban mezclando el líquido de las botellas con otras en una jarra y luego tomarla, obvio no faltaban las risas, música en alto volumen, parejas besándose una que otra pelea por alguien o algo. Chicas contoneándose para que los chicos las volteasen a ver. Ella antes no necesitaba eso, su sola presencia atraía miradas pero ahora era una chica invisible que no llamaba la atención de nadie. Hasta Marizza siendo una santa era acosada por un chico quién sabe de otro instituto o ya universitario; la tenía abrazada a él con un brazo y una mano intentando subir aquella falda con estampado hasta las rodillas mientras ella lo detenía.¡¿Marizza acosada?!
― Vamos preciosa, solo sube un poco la falda, te va a gustar.
Si bien antes ver a una chica como Marizza toda escuálida ser acosada por un chico borracho le hubiese causado risa pero, pero ahora no. ¿Y qué es lo que le hacía cambiar de opinión? Ella era su amiga, o eso creía, y no permitiría que su amiga sea acosada para eso estaban las amigas, Britany, Tiffany y Sandy eran el claro ejemplo de defender a las ami... ¿En verdad eran sus amigas?
― No...no tengo mucho dinero pe.pero... ― vaciló la chica el cual una vez más llamó la atención de Alessandra.
― Vamos amiga... solo nos divertiremos tú y yo... no te hagas del ro...
― Ella dijo no ― interrumpió al chico con una sonrisa, él volteó a verla y sonrió.
― Compañía hermosa, si quieres puedes intercambiar lugares con la amiga.
― Sería un gusto ― sonrió, no había perdido el toque en estos tres meses, vio a Marizza totalmente pálida que movía su cabeza de un lado a otro.― Pero hay una amiga que quiere conocerte en verdad...
― No creo que esté más buena que tú. ― dijo soltando inmediatamente a Marizza.
― Claro que no... pero está ― hizo una señal con sus dedos e inmediatamente sonrió ― cuarto de arriba, le gusta que le llamen muñeca.
Como si nada hubiese pasado el chico se arregló la camisa blanca que llevaba y se marchó justo por las gradas que quién sabe si estaban permitidas subirlas.
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La chica de Relleno
Teen FictionAlessandra está enamorada de su mejor amigo de la infancia, ella creía que entre Gael, su mejor amigo, y ella podía surgir algo especial, como en las películas... Lo que no sabía es que no era la protagonista de su propia historia, y se autodenominó...