¿Amor Prohibido o Ilegal?

Cap. 18

_ (AUCH joder siento que me va explotar la cabeza...

¿Dónde estoy?

¿Que hice anoche?

Lo primero que hice fue verificar mi ropa...

Más bien, todo está en su lugar. Casi me da un infarto al pensar que ya mi virginidad había sido robada a causa de una estúpida borrachera.

Aunque no me importa mucho, lo que no me gustaría es haber tenido sexo con alguien y no recordarlo al día siguiente).

- despertó mi bella durmiente.

_ ¿Alexander?

¿Qué hago aquí?

_ júrame que no volverás a beber de esa manera tan irresponsable.

- dime que no vine hasta tu casa borracha.

Espera ¿yo como sabía dónde vives?.

- no viniste sola hasta mi casa, yo te traje.

Ven toma esta aspirina para que te pase un poco el dolor de cabeza.

_ explícame que sucedió...

- si lo que te preocupa si paso algo entre nosotros, te digo que no fue lo que estás pensando.

Ahora ven y tomate esto.

_ creo que será mejor que me vaya a mi casa.

- lo harás después que te tomes esta maldita aspirina y comas algo.

_ se nota que se levantó más mandón que costumbre.

Feliz ya me tome la aspirina.

- si ahora vamos que te prepare el desayuno.

_ Gracias pero creo que enserio sería mejor que me vaya a mi casa.

- si no quieres que me ponga de mal humor ven y come algo, pero antes revisa tu celular que no ha dejado de sonar.

_ está bien.

(Al ver mi celular el corazón me empezó a doler, pues sentía una opresión cada que leía o escuchaba su nombre...

Tenía 15 llamadas pérdidas de Tadeo).

Hola

-Joder pequeña donde has estado, te he estado buscando como un loco.

Dime donde estas...

_ ¿QUE? Buscando no entiendo no se supone que tu...

- estoy aquí tontita, vine a verte y llegue anoche pero tú no estabas me preocupe.

Estas bien, dime donde estas para que vaya por ti.

_ (sin darme cuenta de lo que sucedía alrededor mío, mis lágrimas empezaron a caer, mi celular cayo y fue entonces donde mi corazón no sabía si estar triste o feliz.

Él no podía estar aquí... él no debía estar aquí. El no debería hacer esto más difícil para mí.

Lo he extrañado tanto, e sonado muchas veces con verlo de vuelta pero ahora no, no quiero verlo.

No aun, no estoy lista.

De repente levante la mirada y vi aquellos ojos que me confundían aún más, verme con preocupación, de seguro estará tratando de entender que sucede conmigo.

Mi cuerpo actuó sin yo decidirlo y me abrace a él, necesitaba un abrazo suyo, quería que me hiciera olvidar mi amor prohibido.

Pero al sentir sus brazos a mí alrededor recordé, que nos besamos anoche, había besado a mi profesor.

Levante la mirada hacia él, me topé con su linda sonrisa y aquellos ojos que tanto me gustaban...

Acaricio mi mejilla y fue en ese entonces que olvide todo, sus suaves labios estaban rozando los míos, aquel roce produjo un beso en el cual, el me guiaba, me rodeo con sus fuertes brazos y profundizo el beso, intentaba seguirlo y por causa de la falta de aire nos separamos, aquella bella sonrisa suya otra vez se asomaba en su rostro.

Me volvió a abrazar yo solo seguí cerca suyo porque su calor me tranquilizaba, aquella sonrisa hacia que olvide aquel dolor.

Y fue ahí donde comprendí...

Mi vida no sería la misma, mi corazón ya no era solo de Tadeo...

Pues el destino se estaba riendo en mi cara porque comprendí que pase de un amor prohibido a uno ilegal)

-¿recuerdas nuestro primer beso o realmente lo olvidaste?

_ Lo recordé cuando sentí tus brazos alrededor mío.

- adoro besarte, creo que será mi adicción a partir de ahora.

_ aunque suene hipócrita decirte esto después de responderte aquel beso.

Esto no está bien.

- nunca me ha interesado saber que está bien o mal.

_ tú eres mi profesor, podrías ir a la cárcel por esto.

- no me importa pueden encerrarme todo lo que quieran, yo solo necesito besarte.

_ Alexander esto no está bien soy tu alumna.

- si tu estas bien con esto y yo igual no entiendo cuál es el problema.

_ escucha lo que estás diciendo, soy tu alumna, Alexander.

- NO escucha tú, quiero que estés conmigo, quiero besarte, quiero que seas mía.

_ No Alexander esto no será bien visto.

- no quédate, ven, cálmate.

Nadie tiene porque enterarse, no hasta que cumplas los 18.

Voy a esperarte, juro que lo hare.

_ No lo harás...

- te estoy prometiendo que lo hare, te esperare hasta que cumplas los 18 años hasta ese entonces solo me conformare con que te tenga cerca y pueda besarte.

_ no sé, Alexander y si nos descubren antes de ese tiempo te meterás en muchos problemas.

A mí solo pueden reganarme incluso castigarme pero, a ti te llevarían a la cárcel y no quiero que por mi culpa te suceda algo tan malo.

- preciosa escucha, malo sería tenerte lejos, y si llegara suceder aquello, cosa que no creo que vaya a pasar, no sería tu culpa.

Piénsalo.

_ está bien déjame pensarlo, pero ahora llévame a mi casa que debo afrontar algo antes de darte una respuesta.

(Alexander no dejaba de sonreír, por alguna razón eso me puso feliz pero no fue por mucho tiempo, pues ya estábamos afuera de mi casa).