Sueños (Dr. Strange)

¿Quien eres?

Tomó el desayuno lo más rápido posible, despidiendo a sus hermanos en la escuela con un abrazo y un "buena suerte". Subió a su auto y se dirigió a su trabajo, hacía unos meses que logró ascender y trabajar como asistente para una de las personas más emblemáticas del planeta: Tony Stark.

El trabajo de Camila era asegurar el buen funcionamiento del equipo Avengers, manteniendo al tanto a cada uno de las misiones a encargarse. Había logrado encajar de maravilla en el equipo, consiguiendo buenos amigos, en especial Wanda, pero después de promulgar la ley de registro de súper humanos y la pelea entre Steve y Tony, con el equipo separado, todos pensaron que sería despedida. No fue así. Tony Stark le hizo conservar su empleo, al final, ella trató de mantenerse al margen de la situación.

Llegó a las instalaciones y saludo a Rhodey, mientras se instalaba en su cubículo. El día pasó rápido, sin mucho por hacer, más que lidiar con Thaddeus Ross, el cual afortunadamente no molesto demasiado.

Al llegar a casa su madre la esperaba en el comedor para cenar.

-¿Cómo ha ido tú día?- inició la conversación la señora Daín

-Hoy no ha sido tan pesado. Solo algunas llamadas que contestar.

-Trabajas mucho Cami

-No si considero lo mucho que ese trabajo nos ha ayudado.

-Yo podría pedir otro turno.

-No- dijo tajantemente Camila- todos estos años has trabajado incesantemente para darnos lo mejor y ahora que yo puedo hacerlo, es justa una retribución.

La señora Daín miro enternecida a su hija mayor. Tenía tanto miedo de fracasar en su misión de ser madre, y ahora sentada en esa mesa, no podía sentirse más agradecida con la vida.

Conversaron un rato más hasta que el reloj indicó lo tarde que era...

Camila despertó con dolor de cabeza, se dio una ducha y se horrorizó al ver las marcadas ojeras y trató de cubrirlas con maquillaje. Llevaba una semana soñando lo mismo, una voz llamándole y un hombre esperándola en alguna parte de su casa, siempre repitiendo lo mismo "encuéntrame"

Dejo a sus hermanos en la escuela y condujo a su trabajo, donde paso todo el día tratando de hacer entender a Ross que la imagen enviada donde salía Steve Rogers era falsa y por supuesto no realizaría un viaje hasta Rusia solo para comprobarlo. Al finalizar ayudo a Rhodey con sus terapias.

Al llegar a casa todos dormían, por lo que solo tomo un vaso de leche y subió a dormir

"Camila" susurro la voz.

Salió de su habitación, sin embargo, esta vez no se tomo la molestia de dirigirse a la habitación de su hermana, bajo directamente al comedor donde el mismo hombre aguardaba. El reloj marcaba 4:30 de la madrugada, siempre la misma hora.

-Estás aquí- pronunció Camila con fastidio, el miedo se había disipado hace días.

-Es la primera vez que hablas y no te quedas mirando como una niña enamorada- soltó el hombre provocando un rubor en la chica.

-Y tú la primera vez que dices algo más- respondió Camila con autoridad- comenzaba a creer que eras una especia de disco rayado.

-Vaya, estas de buen humor

-No lo creo. ¿Quién eres?

-Soy un hombre.

-No me digas- respondió ella con sarcasmo- yo pensaba que eras una especie única

-Puede que lo sea

-¿Y porque lo eres?, ¿Acaso no crearon más de ti al darse cuenta lo presumidos que eran?

-Muy graciosa Camila.

-¿Cómo sabes mi nombre?- ahora si estaba asustada

-Eso no es lo importante- contesto el hombre- sino todo lo que estas por aprender.

-Aguarda, ¿De que...?- ella no pudo terminar su oración. Él había desaparecido.