Regreso a casa

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Hambre... era lo único que podía superar el enorme dolor que sentían los tres sobrevivientes a bordo del Milano, y ni hablar de la intensa sed. La desesperación que sentían poco se notaba en el exterior, en el interior, era todo lo contrario. Habían perdido la cuenta del tiempo transcurrido desde que abandonaron Titán; comenzando a contar los días cuando la comida y el oxígeno comenzó a escasear. Ninguno hablaba demasiado, Tony se recluía en un lado de la nave, intentando arreglar su traje, Nébula buscaba fijar un curso y Camila buscaba recuperar sus poderes, no tenía anillo y nunca lo había necesitado, pero con su debilidad eso significaba que no podía hacer un portal tan fácilmente.

Una de tantas "noches", Tony decidió grabar todo lo que quería decirle a Pepper con la esperanza de que algún día podría escucharlo, sabía que pronto no quedaría más. Camila por su parte tenía un sueño intranquilo; el rostro de Stephen desapareciendo una y otra vez, mientras sus últimas palabras resonaban en su cabeza. Trato de despertar más no pudo, gritó y lloró, de pronto todo se desapareció excepto Stephen - Tu lugar seguro, recuérdalo- dijo con una sonrisa antes de desaparecer. Camila despertó de golpe. Limpió sus lágrimas y froto sus mejillas, sabía que necesitaba recuperar sus poderes, era algo de vida o muerte. "Tu lugar seguro" recordó, ¿Qué significaba? Se acurrucó en su lugar y llevo las manos a su vientre -Eso es- cerró los ojos y se concentró en visualizar su lugar preferido, aquel al que solía llevarla su padre. Al abrir los ojos pude ver las ligeras líneas de energía recorrer sus manos. Se levantó de un salto y corrió hacía la parte delantera de la nave.

Tony la miró extrañado- ¿Qué haces?

Salvando nuestra vida- dijo colocándose en posición. Pronto un halo de luz comenzó a dibujarse, dejando ver el destino- rápido, no sé cuánto tiempo pueda sostenerlo.

Nébula tomo los controles y con rapidez se adentró en el portal. Los tres se permitieron una sonrisa al saber que ya no estaban en el espacio. La luz del día invadió la nave.

-¿Dónde estamos?- cuestionó Tony.

-México- respondió Camila- necesitaba un lugar seguro. Ahora podemos respirar y fijar un curso.

-Y buscar comida- recordó Nébula. Tony estuvo de acuerdo.

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Después de dos días, el Milano había llegado a New York y había hecho una parada en la gran manzana para dejar a Camila.

-¿Estás segura que no quieres venir?- preguntó Tony por milésima vez.

-Los alcanzaré- respondió la castaña- lo prometo. Dio la vuelta y comenzó el camino a casa.

El panorama era el mismo en todos lados, carteles de personas desaparecidos pegados en cada poste y una ciudad que trataba de entender que es lo que había pasado. Camila caminó tres cuadras más hasta llegar a su casa, toco la bolsa de gastado pantalón y saco la llave. Al entrar pudo notar que no había nadie, miro el reloj colgado en la pared y dedujo que todos se encontraban fuera de casa a esa hora. Subió a su habitación, tomo algo de ropa y se dio una larga ducha. Abrió los ojos al escuchar la puerta de la entrada abrirse y cerrarse. Salió de la ducha rápidamente y se vistió aún más. Bajo las escaleras corriendo. La señora Daín se encontraba en la cocina, al ver a su hija el vaso que traía en la mano resbalo e ignorado el estruendo, no dudo en correr a abrazar a su hija.- Estás aquí- dijo sorprendida.

-Estoy aquí- reafirmó Camila soltando unas cuantas lágrimas.- ¿Dónde están mis hermanos?

A Michelle se le llenaron los ojos de lágrimas mientras negaba con dolor- Regresábamos de la escuela cuando el caos se apodero, autos estrellándose sin ningún conductor, helicópteros cayendo y... personas desapareciendo. Thomas jalo mi falda- la mirada de Michelle se tornó sombría- dijo sentirse mal y de pronto ya no estaba. Entré en pánico y corrí con tus otros dos hermanos lo más que pude. Cuando llegue a casa- tomo aire- solo estaba Mila. La abrace y lo único que alcanzo a decirme fue "Camila y Stephen lo resolverán" después se fue, desapareció en mis brazos.

No, mamá, dime que no- susurro Camila sintiendo una punzada en el corazón - ellos no.

-¿Qué fue lo que sucedió?- preguntó Michelle sin obtener respuestas. Camila salió corriendo, llena de ira. Corrió y corrió hasta llegar a un hospital, necesitaba saber algo. Entró al lugar, la calma reinaba, algo demasiado extraño en un lugar así- Quisiera ver una ginecóloga- pidió a la recepcionista.

-No están, pasaras con alguien más. Consultorio 15- dijo después de corroborar su número de afiliación.

Camila asintió y camino por los largos pasillos blancos, paso la zona pediátrica y toco la puerta del consultorio. - Adelante- autorizó una dulce voz- ¿Qué puedo hacer por ti?

-Quisiera hacerme un ultrasonido- respondió la castaña.

-¿Motivo?- la doctora la miro con esperanza.

-Tengo un retraso- Camila río nerviosa- me gustaría saber si... bueno confirmarlo o no.

-Por supuesto- aceptó la doctora Palmer- descubre tu abdomen y baja tu pantalón un poco, veremos si ya estás lista.

La castaña obedeció. Se recostó en la camilla y descubrió su abdomen. Christine aplicó un poco de gel y comenzó. - Tu rostro me resulta familiar- comentó la doctora mientras hacía algunas anotaciones en la máquina.

-Hace un tiempo estuve aquí- dijo Camila- usted me atendió.

-Con razón, pero háblame de tú- Christine frunció el ceño- Bueno, no estás embarazada, aunque es extraño ya que...

Camila dejo de escuchar en ese instante, su mente era un revoltijo y ni hablar de sus emociones. Sus hermanos ya no estaban, el amor de su vida tampoco y ahora, la pequeña parte que aun creía conservar de él también se había esfumado. Christine pudo notar su tristeza, la tomo de la mano y la miró con ternura- lo siento-susurro ella.

-Tal vez fue lo mejor- dijo con la voz entre cortada- él se ha ido y yo... no estoy lista para eso. Gracias de cualquier forma.

-Si necesitas algo, aunque sea solo hablar, no dudes en venir- ofreció Christine- el mundo es un caos aun cuando hay menos población. Y la desesperación de no saber que paso es peor. Ojala pudiera localizar a alguien muy especial- ella suspiró- él sabría qué hacer, pero lo más seguro es que también desapareció.

-Lo lamento mucho- respondió Camila- también perdí seres queridos.

-Es horrible, me arrepiento de no haberle dicho todo lo que aun sentía por él.

-No pierdas la esperanza- sonrió Camila no tan segura de sus palabras. Se despidió con un ademán y salió del hospital.

Ambas sin saber que hablaban del mismo hombre.

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La castaña caminó por un rato más, no quería volver a casa, no aún. Abrió un portal y llego a la base de los vengadores, increíblemente se sintió menos miserable. Lo primero que hizo fue correr a abrazar a Nat, era una de sus mejores amigas y tenía demasiado tiempo sin verla.

-¿Para mí no hay abrazo?- preguntó una voz masculina. Camila volteo encontrándose con Steve y sin dudarlo lo abrazo. Por primera vez en mucho tiempo se permitió llorar. A Steve le rompió el corazón verla así y no hablar de Tony. Ambos la cuidaban como si fuera su hermana menor. Steve apretó su abrazo y le permitió desahogarse. Ella lloro, lloro por sus hermanos, su fracaso, sus amigos. Lloro por Stephen y por el secreto que llevaría; un bebe perdido, desvanecido en su vientre por el chasquido de un Titán loco.

Holaaaa, ¿como están?

Aprovechando que hoy es el estreno, decidí subir cap, cortito pero espero que los disfruten.

¿Ya listas para el estreno?

Mil gracias por leer mi historia, por sus estrellitas y por sus comentarios.

Sueños (Dr. Strange)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora