Caos (II)

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-Debemos descubrir que está pasando- comentó el hechicero. Un gruñido le hizo voltear a ver a su compañera, quien solo conservaba su mirada, de todo lo demás no quedaba nada.

Por instinto la soltó cuando ella lanzó un golpe. Pronto se dio cuenta de lo que había hecho: descendió a toda velocidad logrando atrapar a la chica en el aire.

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El cielo se había tornado de un violeta escalofriante, mientras las calles estaban plagadas de criaturas que hacían juego con el paisaje. Stephen había seguido las líneas de energía hasta toparse con una imponente ciudadela.

-Esto no estaba aquí- murmuró Strange- debe ser la clave para restablecer la realidad.

Antes de poder entrar una de las criaturas se abalanzo sobre él tirando golpes y patadas. Stephen la reconoció, era Camila.

-¡Cami, basta¡- pidió Strange – tú sabes cómo funciona esto, debes liberarte – Stephen empujó a la joven provocando que cayera al suelo, y ahí se quedo, sin hacer movimiento alguno.

Stephen tampoco se movió, por un instante le aterró la idea de que la joven no despertara más. Llevo los brazos a su nuca y soltó un suspiro al ver como los brazos de la castaña comenzaron a tomar su forma original, mientras las horribles vendas desaparecían de su cara y su cabello volvía a brotar. El hechicero se arrastró hacía ella, quien abrió los ojos de golpe seguido de un ataque de tos.

-Esto... ha sido el almuerzo más loco de toda mi vida- comentó Camila.

-El mejor- rió Stephen besando sus labios.

-Debemos entrar- confirmó Camila incorporándose.

-¿Cómo lo sabes?

-Lo que sea que está ahí dentro estaba guiándome. Me sentía atrapada, en una pesadilla sin ningún control sobre mi cuerpo. Fue hasta escuchar mi nombre que logre liberarme- explico la castaña.

Ambos entraron a la ciudadela en extremo silencio. Al abrir las puertas quedaron paralizados; un vacio infinito se les presentaba delante de ellos. Strange tomó de la mano a su novia, listos para aventurarse a lo desconocido. Delgadas líneas de un azul fluorescente decoraban la oscuridad.

-¡Muéstrate!- solicitó el hechicero- ¡Muéstrate y enfrenta el poder mis...- Stephen no termino la frase. En un instante, un trono de roca y granito apareció, en el, una niña reposaba.

-¡Yo soy poder!- advirtió la niña.

-Es solo una niña- dijo Camila.

-Una inocente atrapada en un mundo que no puede entender- concordó Stephen.

Las criaturas habían logrado entrar o se les había permitido hacerlo. Stephen trato de tomar a la niña ganando una descarga de energía proveniente del infante. Camila corrió hacía ella ganando lo mismo.

-No la venceremos de esa forma- exclamó Camila mirando a Stephen quien comprendió al instante.

Mientras sus cuerpos físicos yacían en el piso, su cuerpo astral viajaba en el interior de la niña, justo entre el pensamiento y la acción; el reino de los recuerdos.

-Esta poseída- explicó Strange- por una fuerza invisible, carente de consciencia que busca entre los recuerdos más profundos.

-Y como todo ser, se aterrorizó y dio forma a sus miedos- completó Camila- es por eso que lucimos como criaturas de hallowen.

-Debemos vencer sus miedos, darle algo mejor de que alimentarse.

Ambos evocaron sus recuerdos más poderosos y tentadores: el accidente que había terminado con su carrera de cirujano, las miles de veces que murió a manos de Dormmammu, la muerte de su hermana...

Por su parte Camila se concentro en el recuerdo de su padre y la decepción de su madre, el ataque de los Chitauri donde casi pierde la vida.

-Está funcionando- susurró Stephen lanzando un hechizo que fundió a todos en una negrura extrema, mientras los poderes de la niña eran arrebatados y sellados para siempre.

La fortaleza había desaparecido, el cielo tenía su color tradicional nocturno y las personas volvían a la normalidad, desconcertadas y preguntándose cómo se encontraban en ese lugar. La pequeña niña también estaba ahí, sola y angustiada. Camila trato de llegar a ella, justo en el momento en que dos hombres con bata blanca la tomaban por los brazos.

-¡Suéltenme!- gritó la pequeña.

Camila se apresuro siendo detenida por Stephen- no podemos hacer nada- dijo señalando a la mujer que lloraba mientras su esposo firmaba los papeles, aceptando que su hija fuera recluida.

-Claro que podemos- rebatió Camila- ellos creen que está loca.

-Es un poder que no comprendemos- explicó Stephen- será mejor que todos lo olvidemos.

-No puedo creerlo- reclamó la castaña- ¡eres doctor!

-Era- aclaró Stephen con amargura- por esa misma razón lo digo.

-Podemos ayudarla, llevémosla a la escuela de mutantes, hagamos algo. Expliquémosles a sus padres la razón, además le has quitado sus poderes, puede sanar.

-Solo los he suprimido- Stephen rasco su nariz exasperado- no sabemos nada de ella y ¡No puedes ir por la vida diciendo a todos que han sido poseídos!, ¡salvamos la cuidad!, confórmate con eso.- Stephen dio la vuelta molesto.

Camila sintió la ira crecer, viniendo a su mente la charla con su madre y el reciente recuerdo de su padre- cierto, tú no hacer caridad, igual que con mi padre- escupió Camila con rabia.

Stephen volteo a verla- ¿De qué estás hablando?

-Coronel lesionado de la medula con una armadura experimental- dijo la castaña con tristeza- mi madre fue en busca de ayuda y dijiste que su lesión podría curarla cualquier cirujano, pero no fue así, había algo más que no se detecto a tiempo. A pesar de los ruegos de mi madre tu última palabra fue: no hago caridad- Strange miró a Camila con pena, ella continuó- Creí que después de todo lo que había pasado tal vez podíamos ayudar a esa niña, pero ahora veo que sigues siendo la misma persona egoísta y arrogante, nada ni nadie puede cambiarte.

-¿Y qué creías?, ¿Qué tú me harías cambiar?- cuestiono Strange con burla- no vengas con esas tonterías sobre el poder de el amor, no necesito tu aprobación para tomar mis decisiones. Si una doctora no pudo cambiarme mucho menos una chica mimada que cree que con chantajes podrá hacerlo. Conoce tu lugar.

-Creo que deberías disculparte- dijo Camila conteniendo las lágrimas.

-Creo que deberías irte- soltó Stephen- no necesito de ti.

Camila no hablo más, dio la vuelta y no miro atrás.





Hola, como están?

capitulo cortito, espero les guste, mil gracias por sus estrellas y sus comentarios 

Sueños (Dr. Strange)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora