One More Chance [JRen]

Inseparables.

—¿Iras de nuevo a casa de MinKi?

—Sí. Nuestros horarios encajan y pasaré el resto del día con él.

Y esa platica la tenía cada dos semanas con Amber, ella preguntando que era lo que haría ese viernes, después de decirle que iría de nueva cuenta con MinKi ella me decía que tenía que decirle mis sentimientos, y aunque lograba convencerla de que lo haría, la realidad era que jamas podría hacerlo.

La historia se repetía, todos los viernes salia de la clase de matemáticas después de despedirme de mis dos amigos y salía corriendo para alcanzar el tren que me llevaría a mi felicidad.
Eran finales del tercer periodo del semestre, lo que significaba que pronto llegaría el final del primer semestre y probablemente me cambiarían de grupo y tenia miedo de no ver de nuevo a mis amigos, aun con ese pensamiento por fin llegue a Seul.

Me gustaba el clima de esa gran ciudad, era cálido y aunque un poco lluvioso, siempre lograba reconfortarme.

El camino a la escuela de MinKi ya lo sabia de memoria y ya no era tan largo como pasaba el tiempo.
Llegue y ahí ya estaba él, hablaba con Ryeowook como siempre, pero esta vez había otro chico ahí, no logre reconocerlo y tampoco me importaba hacerlo. Simplemente espere a que los dos que estorbaban se fueran, así fue después de 6 minutos, Ryeowook y el chico desconocido se marcharon y MinKi se quedo ahí con una sonrisa.

Me acerque a él por la espalda y le cubrí los ojos, mi rubio dio un saltito pero empezó a reír.

—¿Quien soy? — hice mi voz un poco más gruesa, pero eso solo causo carcajadas en él.

—Uhmm... No tengo idea, tal vez — quito mis manos de sus ojos y volteo a verme con sus mejillas rosadas — la persona más linda de este mundo.

—No lo creo, esa persona eres tu.

Reímos y sin decir más comenzamos a caminar hasta su casa para poder dejar nuestras mochilas y después hacer cualquier cosa.
Su casa era a unas cuadras mas abajo de la escuela, porque sí, se había mudado al notar que no podía levantarse tan temprano y viajar todos los días una hora solo en tren y de ida y de regreso. Al principio me dio micha tristeza, pero me fui acostumbrando poco a poco, aunque siempre lo extrañaba.

—Mi mamá me dijo que tenia que quedarte a comer.

—¿Tu madre sabe que vine? —No me molestaba en lo absoluto que su madre supiera, simplemente era muy extraño.

—Pero claro. Igual, siempre vienes.

—Oh...

Me sonrió. Llegamos a su casa, salude a su madre. Era una mujer muy sería pero agradable.
Nos fuimos después de prometerle a su madre que me quedaría a comer su deliciosa comida.

Llegamos al parque de siempre; nuestro parque.
Siempre terminábamos ahí por alguna u otra cosa, era agradable y esa tarde lo era aún más.

—¿Que tal estas ultimas semanas del semestre? — nos columpiabamos tranquilamente en los ya conocidos columpios.

—¡Geniales! Wook y yo fuimos de las calificaciones más altas. Todo fue gracias a él... Es tan inteligente.

Hice una mueca que intento ser sonrisa. Ryeowook no me agradaba para nada, no importaba si MinKi lo describía como alguien lindo, inteligente, tierno y demás cosas que no me importaban.
Cada que hablaba de él, mi corazón se contraía y mi estomago comenzaba a doler, me daban ganas de golpearlo hasta arruinarle esa cara perfecta que tenía...

—... ¿Y tu, Jong?

—¿Uh? — lo miré después de despertar de mis oscuros pensamientos.