One More Chance [JRen]

Pelea.

Era lunes de la última semana del primer semestre. Bien dicen por ahí que después de los 15 años, el tiempo pasa volando, y en esos momentos creo que jamas había escuchado semejante oración tan más cierta.

El profesor Park nos fue nombrando por orden de lista para poder firmar nuestras calificaciones. Suspire. No había, hasta el momento, reprobado ninguna y eso me alegraba, pero no podía decir lo mismo de Amber.
Ella al notar que la clase era sumamente fácil, decidió dejar todo hasta ultimo momento, como tareas, trabajos e inclusive hasta la asistencia. Así que ahí estaba ella aun lado mío, mordiéndose las uñas y cambiando su cabello de un lado a otro.

—Tranquila, ¿si? — Henry se hacerlo a su oído y ella lo aparto molesta.

—¿Como puedo estar tranquila cuando estoy segura, voy a reprobar?

No dije nada y solo rodee los ojos. No es que no me interesara Amber, ¿pero que podía hacer por ella? Ya era muy tarde.

—Henry Lau y Amber Liu, su turno — el profesor Para los buco con la mirada y fue Henry quien se levantó primero.

Tuve que darle un golpe a mi amiga para que se levantara, con parsimonia se dirigió al escritorio del maestro que me caía mejor.
Pude observar como Henry sonrei con autosuficiencia, firmaba y regresaba a su lugar.

—Saque 10, ya sabes, como siempre.

Y un grito se escuchó.

Reí, era Amber, quien se abalanzaba contra el maestro mientras este trataba de quitarla de encima. Al parecer no había sido tan malo como pensaba.
Ella firmo más que contenta y regreso con nosotros bajo la mirada de varios curiosos.

—¡No reprobe! — salto en su lugar — ¡Saque 7.5! Wow, no puedo creerlo.

—Señorita, Amber, ¿puede tomar asiento?

Amber se sentó junto a mi sin borrar la sonrisa de su rostro. Después se abalanzó contra mi y escuche el bufido de Henry, pero yo recibí gustoso a mi amiga.

—Esto tenemos que festejarlo.

—¿Festejarlo? Amber, por Dios. Es  7, no un 10.

—Callate, Henry. Tu no entiendes nada.

Después de sacarle la lengua a nuestro amigo, quien solo entorno los ojos, me miró y sonrió.

—Sip. El viernes salimos temprano y podemos ir a la pizzería del centro comercial — sonrió aun más — Puedes invitar a tu novio, si quieres.

—Minki no es mi novio — pero sabia que no tenia sentido decirlo, de igual manera ella continuo diciéndolo.

No era mala idea.
Una pizza con MinKi, podría ser hasta una cita... Me ruboricé y sonrei como un grandioso bobo. Sí, definitivamente era una maravillosa idea.

Y así de rápido como solo el tiempo podía serlo, llego la hora de salir. Me despedí de mis amigos y le prometí a Amber que hablaría con MinKi para que nos acompañara. La idea no podía sonarme mejor.

Llegue lo mas rápido que el trafico pudo dejarme a mi casa. Salude a mi madre y me encerré en mi habitación. Salí mucho mas temprano que de costumbre, así que suponía que MinKi aun no estaba en su hogar. Resignado decidí esperar hasta que recordé a Aron.

—No le he contado sobre MinKi... ¿Debería hacerlo?

Sin pensarlo demasiado, tome mi celular, me senté en el marco de mi ventana y marque el numero de Aron. No mucho tiempo después una desconocida voz contesto.

—¿Si, quien habla?

Verifique el numero con el seno fruncido. Era ese su número. Dude pero hable.