Palomitas

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El gran grito de molestia que soltó Gabriela fue suficiente para que toda la cafetería se sumergiera en un silencio absoluto y todas las miradas recayeran en ambas jovenes que se encontraban en una mesa apartada del lugar, Olivia sonrió apenada y se disculpó por la reciente rabieta de su amiga.

—No es para tanto—le dijo Olivia, Gaby la miró con una mueca de sorpresa e indignación.

—¿No es para tanto? ¡No es para tanto!, ¡Te dejó plantada!—le gritó.—No puedo creer que estés tan tranquila, de ser tú, yo habría ido a reclamarle...

Olivia se resignó a solo asentir a cada palabra que decía Gaby pues sabía que era mejor callar, la conocía lo suficiente como para saber que no dejaría de quejarse hasta ver que el responsable pagara las consecuencias, en este caso, Ismael. La castaña se perdió un momento de la conversación para pensar en lo ocurrido ese día, cuando Alan la había invitado a ver una película después de que Ismael la dejara plantada, el rubio se había encargado de alegrar el día de Olivia con las locuras ocurrentes que él siempre solía hacer, tales como entrar de contrabando a las salas para ver otras películas, arrojar palomitas para luego atraparlas con la boca u alguna otra cosa divertida típica de él.

—Pero mira quién viene, el Señor dejo plantada a las personas sin importarme sus sentimientos—mencionó Gaby, Olivia al instante alejó todo pensamiento para concentrarse en la persona que se había situado a su lado.—¿Dormiste bien sabiendo que dejaste plantada a Olivia?.

—Gabriela—la regañó Oli.

—No, tiene razón, fui un estúpido por haberte dejado plantada ayer—dijo.—Lo siento.

—Una disculpa no será suficiente, tarado—volvió a hablar Gaby, Olivia le dedicó una mirada recriminatoria por su comportamiento, se suponía que ella debía ser quien estuviera molesta.

—Lo sé, por eso además de venir a pedirte perdón, quiero perdirte que me des otra oportunidad—le dijo a la castaña.—Me gustas Olivia, me gustas mucho y quiero hacer las cosas bien contigo, de verdad, quiero conquistarte, ganarte ¿Aceptarías tener una cita conmigo?, esta vez no te dejaré sola, lo prometo—Olivia apenas pudo parpadear, estaba perpleja ante tal confesión.

—¿Nos permites un momento a solas?—y sin esperar respuesta por parte de Ismael, Gaby tomó a su amiga de la muñeca y la alejó de la mesa.—¡¿Lo escuchaste?!, Oh por dios.

—No lo puedo creer—murmuró la castaña para ella misma, aún no podía asimilar aquella declaración por parte del chico que le gustaba.

—¡Pues creelo!, madre mía, ¡Le gustas a tu crush!, ¿Sabes lo afortunada que eres?, no todos los días tu crush te dice que le gustas y quiere salir contigo.

—¿Él quiere salir conmigo?.

—Sí, tonta, ¿Acaso no lo escuchaste?.

—Me perdí luego de que dijo: Me gustas—confesó con una sonrisilla, Gaby se llevó la mano a la frente para darse un leve golpe en señal de irritación.—¿Crees que deba darle una segunda oportunidad?.

—¿De verdad me estás preguntando eso?, ¡Dios, Oli!, claro que sí, hazlo, ve, abrazalo, besalo y dile que lo amas.

—Hace un momento estabas diciendo que era la peor persona del mundo por dejarme plantada, también mencionaste que era un idiota, una basura y un...

—Sí, sé lo que dije, pero no todo lo que digo es verdad, Oli. Ya sabes cómo soy—rió.—Ahora, ve y habla con él—la alentó, Olivia le sonrió a su mejor amiga antes de darse la vuelta para ir a dónde Ismael se encontraba, una vez frente a él, sostuvo su mano y le dijo:

—Sí, quiero tener una cita contigo.