Palomitas

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—¡No puedo creerlo!, Alan, ¿por qué nunca me dijiste que existía esta sección?.

—¿Será quizá porque cada vez que hablamos terminamos discutiendo sobre otras cosas sin sentido?, que por cierto, siempre es por tu culpa que peleamos. Además de que la sección es nueva.

—¡Hay tantos dulces!.

—Oye, relájate, si así te pones con solo verlos, no quiero ni imaginarme cómo estarás cuando te los comas, tanta azúcar corriendo por tus venas... ¡Oye, deja los ositos de goma!.

—¿Ositos de go...? Nadie los llama así, su nombre es Panditas.

—Para la gente elegante son ositos de goma.

—¡También hay bombones con chocolate!.

—¡Son bombonetes!.

—¡Nadie los llama así!.

—¿Quieres apostar?... ¡hey, señora! Sí, usted, la del bebé que seguramente llorará durante la función, digame, ¿cómo llamaría a estos dulces que ve aquí?.

—No lo sé, ¿bombones con chocolate?.

—Te lo dije.

—¡Oh, demonios!.

—Ahora quiero mis bombones con chocolate, por favor.

—Ten, ojalá te salgan barros por comerlos.