Capítulo 14

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En ese momento se sintió tan débil ante su mirada, toda su fuerza de voluntad se había ido de vacaciones. Estaba completamente vestido, pero se sentía desnudo ante su mirada, ¿Ella podría ver lo que él estaba sintiendo? eso era absurdo, entonces ¿Por que se sentía tan expuesto?

Hermione deslizó una mano a su rostro, se quedaron así, mirándose fijamente con la mano de ella posada sobre la mejilla del mago, ambos buscando una respuesta en la mirada del otro, ambos tan inseguros de la reacción que podría tener el otro, ¿Ella podría estar interesada en él? ¿El mago frío y temido podría sentir algo por ella?

Hermione le miraba expectante, ella le había besado en dos ocasiones, pero la primera ella estaba borracha, y en la segunda el había estado delirando por la fiebre. Ella había querido en ambas ocasiones, ella estaba segura de que lo había deseado aun antes de que lo admitiera, ella estaba segura ahora de lo que sentía, pero ¿Y él? él no había dicho nada, ellos no lo habían hablado aún, pero era Severus, si el no la quisiera ahí, ya la hubiera sacado, por mas cercanos que se hubieran vuelto por la convivencia, él no dudaba en ser transparente, no trataba bien por lastima ni compasión, estaba segura que si ella aún estaba en su cama y tan cerca de él, era porque él la quería ahí y eso era lo suficiente para que ella sonriera.

Él no le había dicho que sintiera algo por ella, pero la tenía sujeta, ella no se iría.

La mente de Severus era un lío, tenía que alejarla, sí, eso tenía que hacer, pero como podía si ella le miraba así? de esa forma, como si, como sí le quisiera. Y es que eso le decía su mirada, pero no era eso posible, ella no debería quererle, no después de como él se había comportado con ella durante años, no por quien había sido, no por quien era y maldita sea, no, porque no la merecía. Pero si ella le quería, ¿Podría él negarse? ¿Podría simplemente hacer a un lado lo que se le ofrecía? si ella le quisiera, él no podría hacer nada, ¿Sería un maldito por aprovecharse o un imbécil por rechazarla?

-Granger, yo.. -El sonido de su voz no era el habitual marcado de indiferencia, su voz había temblado, era la segunda vez que ella le oía tan humano.

Lo que sea que diría se vio interrumpido por los golpes en la puerta. 

Ambos se miraron un segundo mas y se levantaron, Severus tomó una almohada y una sabana y la llevaba consigo delante de una Hermione que le seguía en silencio.

Sevrus colocó las cosas en el sofá y procedió a abrir.

-Minerva -El tono de su voz había vuelto a ser el de siempre.

-Severus, estas ya bien y fuera de la cama, la señorita Granger ha hecho un buen trabajo.

Había algo en el tono de Minerva que no le agradó para nada al mago.

Severus se hizo a un lado y la mirada de la directora se dirigió a Hermione y luego al sofa donde descansaba la ropa de cama, Hermione sonrió, a pesar de las circunstancias parecía que Severus siempre iba un paso adelante.

Minerva despidió a Hermione y le recordaba que debía ponerse al día con los deberes, que era el trato al que habían llegado.

Una vez solos, Severus le ofreció un asiento a Minerva, y sirvió un te para cada uno.

-Ella ha hecho un gran trabajo.

-Merlín nos libre, un Gryffindor alabando a otro, no tienes que...

-No, Severus, esto no tiene que ver con algo de casas. -Minerva dio un lento suspiro -Todos cometimos errores contigo -Minerva levantó una mano para silenciar las palabras que estaban por salir del hombre -te viste obligado a actuar de esa forma y mantenernos a todos alejados, pero siempre te he visto con mucho cariño, les di castigo a mis propios Gryffindor por molestarte, se que no fui lo suficientemente severa y te pido perdón por eso, creí eran cosas de chicos, rivalidad de casas  solamente, debimos poner mas cuidado, no sabes cuanto lo siento y me pesa el no haber sido para ti lo que intenté ser con Harry, desde que terminaste el escuela supe parte de tu historia con Potter, Black y el resto, desde ese momento he tratado de enmendar mi error, siendo mas estricta con los de mi casa y prestando mas atención a todos mis alumnos sin distinción.

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