Capítulo 24

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Bueno, lo siento chicos, no podré continuar así, demasiado los he hecho esperar y no quiero seguir fallándoles, es mejor que renuncie a todo.

Y eso les diría si no me encantara escribir y amara leer sus comentarios y saber que les gusta la historia por medio de sus votos y vistas 😅

Aquí está por fín, ahora pueden esperar otros tres meses 😂😂😂

Es broma 😅

Espero 😐

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Ella se ha quedado dormida en su regazo, Severus le acaricia el cabello mientras observa el fuego que parece tener un nuevo brillo, sentado en el sofá de su despacho que ya no era tan frío y oscuro, le parece absurdo, realmente podría reírse de él mismo, ¿era acaso el mismo? No se sentía totalmente igual, pero dentro de su mente conservaba una voz que se burlaba de si mismo, vaya, como había quedado, ¿de verdad acababa de hablar de una parte de sus sentimientos? ¿En serio había ideado en su mente  un futuro con ella? ¿Acaso había dicho que le gustaba su sonrisa mientras suspiraba como un idiota?

¿Cómo él había abierto así su corazón? No, es cierto, él no lo había abierto, ella había entrado sin permiso y a la fuerza, a la fuerza de sus sonrisas y afectos, con la violencia de su mente brillante y hermoso corazón, rompiendo cada cadena y destruyendo cada barrera con tal habilidad que él no lo supo hasta que se encontró indefenso en sus brazos, no solo sumiso, sino amando a la intrusa, agradeciendo a la ladrona, de rodillas ante su presencia, entregándose a sí mismo.

Y ahora pensaba semejantes cosas, era como si se había tragado un tonto libro cursi y su mente regurgitara la información, no podía evitar reír al no reconocerse, la veía, era solo una niña, hermosa y talentosa, pero solo una niña de cabello alborotado y ojos marrones, a quien había visto crecer, eso era como un chiste de la vida, pero no podía reclamar, agradecer sería lo quisiera hacer.

No había podido decirle mas que que la había extrañado y que no quería pasar tiempo sin ella, siendo un asombro el hecho que lo dijera sin que le costara, pensaba que si las palabras salían de su pecho iba a significar un esfuerzo de su parte, pero salieron cual ave a la que se libera de su prisión, ahora se sentía ligero, el verdadero esfuerzo fue no contestar a sus hermosas palabras, pero no quería quedar en rídiculo.

El miedo seguía ahí, acechandolo, trayendole inseguridad, pero tendría que apostar a algo, Severus sabía lo que era correr riesgos, solamente que aunque podía arriesgar la vida misma, el hacer lo mismo con el alma le era mas dificil, los temores mas profundos de su ser, los que fueron echando raices desde una edad muy temprana le hacían dudar, pero  por esta vez, le apostaría a ella.

La depositó en su cama, antes de marcharse depositó un beso en su mejilla, reprimió su repentino deseo de llorar para luego dirigirse hacia el sofá donde pasaría la noche.

Hermione apretaba su cabeza, mientras apoyaba sus codos en su escritorio, esta era la quinta carta que le escribía a Sirius en esa semana, ella trataba de citarlo, sabía que pronto volvería a hacer un viaje y la verdad es que ya no podía seguir guardando silencio, amaba a Sirius, pero su amor por él no era de la manera que él deseara, ella amaba de esa forma a Severus y cada día se le hacía mas dificil seguir de la misma forma, anhelar besar a Severus y al hacerlo sentir el peso de la conciencia, no podía seguir igual y aunque sabía que aquello sería duro, no podía postergarlo, ya no mas, sabía que era lo correco, lo que Dante le aconsejaría, incluso lo que ella aconsejaría, se armaba con el valor de que era lo que debía hacer, pero Sirius no contestaba ni una sola carta, nadie le daba noticias de él, era como si hubiera desaparecido, Harry le daba respuestas vagas que ella sabía que ocultaban información, todo lo que podía era seguir esperando.

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