Inercia - Flozmin

Epílogo

Otro día más bajo la sombra de aquel ombú.
Flor leía su libro muy concentrada mientras alternaba su mirada con el paisaje.
Sobre aquel puente rojo que pendía de la laguna, había un grupo de jóvenes riendo y sacándose fotos.
Y por debajo de él, paseaban algunos botes.
El parque estaba muy concurrido ese día. Y es que después de tantos días de lluvia, las personas salían a disfrutar del radiante día de sol.

Pero a Flor los ruidos, los gritos, los movimientos, la empezaron a poner nerviosa. Involuntariamente se golpeó el pecho en señal de desaprobación. Pero alguien extendió un brazo y la frenó para que no lo repitiera.
Jazmín, quien estaba hacía unos segundos durmiendo con su cabeza sobre sus piernas, la miraba desde ese lugar con ternura.

"Tranquila."

"Hmmmm es que este lugar es muy ruidoso y no quería que te despertaran."

Jazmín se sonrió y cerró los ojos, mientras Flor acariciaba su pelo "¿Y por qué no querías que me despierte?"

"Porque sos hermosa así, dormida sobre mí. No quería que termine ese momento."

Estaban las dos recostadas en el tronco de aquel árbol, sobre un mantel de pícnic.
Flor se agachó un poco para besarla.

Ahora el semblante de Flor era algo más serio "Tampoco quiero despertarme yo."

Jazmín se incorporó, sentándose a su lado y abrazándola "¿Por qué decís eso?"

Flor tenía su vista perdida en la laguna "Yo te conté que nunca había traído a nadie acá. Bueno. A nadie, nadie, no. Acá venía con mi papá cuando era chiquita."

"¿Lo extrañás mucho, no?"

"Mucho. Pero siempre volví a este lugar porque me hacía bien, me hace acordar a él. Y ahora estoy acá con vos, y siento que no quiero perder esto. ¿Entendés?"

Y Jazmín la entendió. Siempre la entendía. Desde hacía tres meses que sus ojos se encontraron y no necesitaban palabras.

Flor se acomodó sobre Jazmín para quedar rodeada de sus brazos pero sin perder el contacto visual "Ese día, te llamé desde acá."

Jazmín la miró sorprendida. No sabía ese dato "¿Ese día? ¿El primero?"

"Sí. El primero."

"O sea que básicamente nos conocimos acá."

"Si... es verdad. Nos conocimos acá."

Flor se levantó y buscó una piedra en el suelo bajo la atenta mirada de Jazmín. Se apoyó contra el tronco de aquel árbol, dándole la espalda. Minutos después se dio vuelta con una sonrisa y la invitó a acercarse.
En el tronco de aquel árbol, ahora estaban escritas sus iniciales rodeadas de un corazón.

Flor miraba al árbol y le hablaba. Sí, le hablaba al árbol "Perdoname. Pero quería que quede en vos esta marca. Para que no se borre nunca. Para que cuando venga con mis hijitos les muestre donde conocí a la persona que más amo en la vida."

Jazmín sonreía feliz y acariciaba las marcas en el árbol.

"Te amo. Con mi vida. Vamos a casa que necesito que dejes otras marcas."

Y así, juntaron sus cosas y se fueron caminando a su casa. Sin prisa. Sin separarse.

Y esa marca en aquel árbol, en donde los sueños se cumplen, quedó para siempre.