12:56 PM.
RESTAURANTE (donde Adam trabaja).La puerta de aquel lugar se abrió estrepitosamente chocando con la pared, con respiración agitada, boca entre abierta jadeando por falta de aire, algo de sudor bajando por su frente... Adam había llegado.
—Algo tarde ¿No crees?—.
Burló la recepcionista.
—Ah, ah, mejor tarde... Que nunca—.
Camino aún jadeante hasta ella entregándole aquella tarjeta que ésta paso por una pequeña máquina a un lado para luego devolversela.
—Eso no se aplica en el trabajo, por cierto, un hermoso chico a venido hace un rato para dejarte a... Un niño—.
Frunció el ceño con confusión y guardo la tarjeta en el bolsillo de la mochila que llevaba.
—¿Qué?— Lo pensó un momento hasta recordar que Dean le dejaría a su nuevo hermano —¿Hablas de Dean?—.
—Si, ajá, mejor apúrate, hay mucho trabajo—.
Empezó a ignorarlo y Adam apretó los dientes molesto, odiaba a esa mujer, camino rápidamente hasta una de las pequeñas puertas que por allí habían, dejo la mochila en su casillero y empezó a quitarse la ropa que llevaba para entrar en el traje del lugar, unos pantalones formales color beige, una camisa oscura sin mangas y botones con un delantal también oscuro que llevaba el nombre del lugar en el gran bolsillo.
Rápidamente camino hasta la cocina para mirar a todos lados.
—¡Adam! ¡Al fin llegas! Necesito tu ayuda, hay muchos clientes, todos están haciendo pedidos, no puedo sola, tienes que...—.
—Si, si, lo sé, pero antes necesito saber donde esa...—.
—El niño está allí—.
Apunto a una esquina donde el menor se encontraba jugando con sus dedos mirando al suelo y sentado en aquella banqueta. El corazón de Adam se estrujó.
—¿Lo dejaste aquí?—.
Trato de mantener su tono de voz antes de gritar.
—¿Donde querías que lo dejará?—.
—¡No lo sé! ¡Él no puede estar aquí en la cocina, si algún accidente sucede que quieres que...!—.
—Oh, vamos, ni el chico que lo trajo mostró tanto interés en él, lo dejo aquí a cambio de sexo con la zorra de aquella—.
Molesta siguió haciendo sus quehaceres habiéndose referido a la recepcionista.
Adam frustrado de acercó a la puerta para observar por el espacio que había entre está y la pared... Había mucha gente... Pero, había un segundo piso. Se acercó al pequeño niño con rapidez.—Hey, hola, mi nombre es Adam, tu hermano Dean me dijo que te quedarías conmigo—.
El menor levantó la mirada pero no respondió nada.
—¿Cómo te llamas?—.
—C-Catriel—.
—Catriel, que lindo nombre, mira pequeño, ¿Qué te parece venir conmigo y salir de aquí? Te dejaré en una de las mesas afuera ¿Si?—.
Asintió algo desinteresado, él no sé negaría a nada porque se sentía tan pequeño y fuera de lugar que no sería capaz de decir nada.
Adam tomó su mano con delicadeza y lo llevó a donde las mesas, subieron las escaleras donde había menos cantidad de personas.
—¡Hey! Emily, necesito un favor—.
—Si, yo... ¡Wow! ¿Tienes un hijo? ¡Sabía que no estudiabas! ¡Andabas de...!—.
—¡Cállate! Es el hermano de Dean y me pidió cuidarlo, abajo no puedo, te cambio, tu eres rápida atendiendo—.
—Estas loco, mi día está tranquilo así—.
—Hay muchos chicos lindos—.
—Te cambio—.
Rápidamente le entrego su libreta y tomo la de Adam para bajar por las escaleras con rapidez, el chico sonrió y corrió a acomodar al pequeño en una mesa algo apartada pero cerca de donde él saldría y entraría a la cocina.
—Quédate aquí ¿Si? ¿Tienes algo en esa mochila? Juguetes, libros...—.
—S-Si—.
Asintió, y lo ayudo a sentarse.
—Haz eso entonces en lo que hago lo mío ¿Si?—.
—P-Pero...— Tomo la mano de Adam quien estaba por irse rápidamente —Y-Yo no sé q-que hacer—.
Adam estaba impacientandose, tenía que trabajar.
—Pronto, saca tus cosas de la mochila y te ayudo—.
El menor rápidamente hizo lo que se le pidió y saco su cuaderno, sus crayolas y las dejo en la mesa. Adam leyó lo escrito.
—Sabes leer ¿Verdad?—.
—Y-Yo... N-No puedo—.
—Ah, luego lo hablaremos, escucha, aquí dice el color que es, está escrito, trata de leer el color y aquí está el número que debes colorear en el dibujo, trata—.
Rápidamente se alejó y entró a la cocina para iniciar su labor, tenía que hacer bien su trabajo ¿Por qué se le había ocurrido ayudar a Dean?
05:29 PM.
RESTAURANTE (la parte de arriba en donde Adam trabajaba).—Bien, junta tus cosas y ahora vengo por ti ¿Si?—.
El menor asintió y Adam corrió a buscar sus cosas para meter todo a su mochila, tomar su tarjeta y buscar a Catriel.
—Aquí estoy—.
Pronunció al llegar con la mochila al hombro.
—Vamos—.
Tomo su mano para que él bajará de su asiento con la mochila en su espalda.
—¿Haz podido con lo que te quedaste haciendo?—.
Preguntó mientras tomo su mano llevándolo con cuidado al piso de abajo y de allí fuera del edificio.
—S-So-olo un p-poco—.
Asintió con algo de confusión.
—Bien, cuando estemos en casa tú y yo revisaremos eso que no pudiste hacer ¿Si?—.
—O-Okey—.
Despidieron a las personas que los saludaban y siguieron caminando, Adam quería llegar a su casa para tomar una ducha.
—Oh, por cierto ¿Te gustan los perros?—.
—¿P-Perros?—.
—Ajá, tengo uno, es muy bueno, el jamás mordería a nadie—.
“Nadie que no se lo merezca”.Caminaron hasta cruzarse con un parque, el cual, Catriel no dejaba de admirar... Él quería jugar... Nunca tuvo la oportunidad de hacerlo pero quería hacerlo, como los demás niños, quería subir a esos columpios y a esa resbaladilla... Cosa que no pasó desapercibida por Adam.
—¿Quieres ir allí?—.
—¿P-Podría?—.
Sus ojos brillaban ilusionados.
—Claro, Dean sale de su trabajo a las nueve en punto, son las...— Observó su móvil —Seis menos cuarto, tenemos tiempo—.
Sonrió alegre y así fueron a aquel parque, Catriel saltaba emocionado por querer ir y Adam tomó su mochila para dejarlo ir a jugar, se sentó con cansancio y tomo uno de sus libros con su lápiz para empezar a hacer sus deberes escolares mientras que cuidaba de que el menor estuviera bien... No era tan malo después de todo.
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No era el culpable.
WerewolfDean no siente absolutamente nada por su pasado ni por aquellas personas que lo conformaron, su presente es todo para él, lo que logró en todo ese tiempo no lo cambiaría por nada, todo en su vida estaba bien, desde sus amistades hasta sus paseos por...