No era el culpable.

•13•

12:29 AM.
CASA DE ADAM (Calle).

—¡CATRIEL CUIDADO!—.

Y todo sucedió en una secuencia inmediata. El automóvil no se detuvo, Catriel corrió, el corazón de Adam se estrujó y su grito desgarro su garganta, los ojos de Amanda parecieron salirse de su lugar ante lo presenciado y aunque pareciera increíble inclusive Dean sintió su corazón palpitar con aquella intensidad… Todos temblaron en su lugar.

—Catriel, no vuelvas a hacer eso—.

Aquella voz femenina tan calmada asustó a todos, voltearon sus cabezas lentamente hacia un lado de Adam donde se encontraba aquella mujer de estilo victoriano en cuclillas, ella se enderezaba lentamente con el menor en brazos, parpadean perplejos… ¿Cómo fue eso posible?

—Yo te extrañaba—.

Contestó el menor. Dean y Amanda cruzaron la calle corriendo para junto a Adam acercarse a la mujer. El último tomo a Catriel en brazos alejándolo de Angelique, ella los miro con un poco de molestia y sacudió su vestido.

—Tu no eres normal—.

Gruñó Dean poniéndose delante de ella dejando atrás a los demás. La mujer le miró desde sus cabellos hasta sus zapatillas.

—¿Lo dice el chico que abandonó a un menor por sucesos de su pasado? Creí que ustedes los lobos tenían un instinto familiar—.

—¿Como…?—.

—Yo lo sé todo sobre ti, y no requiero de ningún esfuerzo para hacerte pagar, fui clara contigo el primer día, como observará tu falta de compromiso como responsable de esté niño yo misma me encargaría, y no lo entendiste—.

—Tu trabajo era simplemente dejarlo conmigo y desaparecer, pero viéndote bien creo saber que eres, y ni muerto dejaré que te acerques de nuevo—.

—Tu no…—.

Una tos falsa los hizo dejar de discutir, ellos voltearon hacia la propietaria de aquello, Amanda.

—Mejor discutimos esto en paz y dentro de la casa de Adam, estamos llamando la atención de las personas y detesto eso—.

Ellos no dijeron nada y cruzaron nuevamente para entrar en la casa.
Adam le pidió a Catriel que subiese y jugará con Draco arriba hasta nuevo aviso. Una vez el menor fuera de peligro ellos se miraron para resolver aquel dilema.

—Catriel volverá conmigo, y a ti te espera lo peor—.

Pronunció con molestia Angelique.

—Antes acabo contigo—.

Se defendió Dean.

—Ninguno hará nada hasta que expliquen que demonios está sucediendo aquí, tu, señora— Amanda apunto a Angelique —¿Cómo hiciste eso? ¿Como es que salvaste a Catriel con tal velocidad del impacto de aquel automóvil? Y tu— Apunto ahora a Dean —¿Cómo que un lobo? ¿Qué demonios está pasando aquí? ¿Tú sabías Adam?— Preguntó cambiando de blanco ahora —Si es así…—.

—Amanda, cálmate por favor, sé que te debemos explicaciones, ni siquiera yo estoy entendiendo la mitad de lo que aquí está sucediendo—.

—Nadie lo entiende—.

—Me llevaré a Catriel—.

—Sobre mi cadáver—.

—¿Quieren té?—.