06:23 PM.
PARQUE.Adam cerró el libro y guardo las cosas que había estado utilizando en su bolso, la colgó al hombro y tomo la pequeña mochila del menor, se levantó y observó un poco el apartado de niños hasta lograr verlo impulsarse en aquel columpio, sus pantalones sucios con arena del lugar, al igual que sus mejillas, su cabello y parte de la camiseta que llevaba.
—Catriel, hora de irnos—.
Habló acercándose al menor, este abulto sus labios en reproche.
—¿U-Un poquito más?—.
—No, lo siento pero no es posible, tenemos que ir a casa, ambos necesitamos una buena y relajante ducha, además prometí que veríamos lo que no habías podido hacer, tengo que alimentar a mi perro también—.
Un poco triste bajo del columpio para acercarse y tomar su mano caminando así fuera del parque.
—Pero no te pongas triste, mañana podremos volver—.
—¿¡De verdad!?—.
La emoción del menor hacía sonreír a Adam sin siquiera intentarlo.
—Por supuesto, Dean te dejará conmigo todos los días en que trabaje, yo te cuidaré—.
El niño se sentía feliz, le agradaba estar con Adam, porque él no era malo.
07:37 PM.
DEPARTAMENTO DE ADAM (living).Luego de haber ido a la casa de Dean para recoger algo de ropa del menor e ir al departamento de Adam para bañarse y relajarse, ahora se encontraban en el living descansando, viendo una película, acariciando a Draco, el gran perro de raza Pitbull que tenía como amigo Adam. Si bien el edificio en el que vivía no era fanático de los perros y mucho menos un Pitbull las personas se acostumbraron, puesto que el animal no era molesto y por el contrario era tranquilo y amoroso con los niños, claro, todo mientras no se acerquen demasiado a Adam, el animal era un gran protector.
—¿Por qué se llama así?—.
Preguntó dejando de pintar aquel dibujo en su cuaderno y elevando la vista para ver a Adam quien acariciaba la cabeza de Draco, cabe resaltar que Catriel se encontraba apoyado en el estómago de éste el cual se hayaba muy tranquilo, como era costumbre.
—¿Te refieres a Draco?—.
—Sip— Acarició un poco al enorme perro —El es muy suave—.
—Lo es, suelo bañarlo para que no traiga problemas con los demás dueños de los apartamentos, además de que le hace bien a el recibir baños, por otro lado, le he puesto Draco por una constelación—.
—¿Co-Constela-lación?—.
—Constelación, las estrellas de ésta no son muy brillantes pero refieren a algo grande, tan grande como este enorme y haragán perro de aquí—.
Draco ladró juguetón levantándose y dejando caer a Catriel para caminar a la cocina y beber agua.
El menor asintió sentándose bien y termino de colorear para dejar las cosas en la mesa frente a él.—¿Acabaste?—.
—Si, me quedo así—.
Tomo el cuaderno y se lo paso para que Adam lo viera.
—Pero que hermoso te ha quedado pequeño—.
Sonrió, si bien el dibujo tenía líneas que se salían del mismo Adam halagaba lo que el menor había hecho como si de una obra de arte se tratará.
—¿D-De verdad?—.
—Por supuesto, yo no miento, es bellísimo—.
Acarició su mejilla y guardo todo en la mochila del menor, quien se sentó junto a él en el sofá, Adam con cariño lo tomo y lo hizo sentarse entre sus piernas acariciando su suave cabello mientras veían aquella película que se transmitía.
10:50 PM.
DEPARTAMENTO DE DEAN (living).Adam bebía de su café mientras escribía en sus libros y cuadernos escolares sobre la mesa de la cocina, gruñía maldiciendo y su fiel amigo apoyaba su cabeza en el regazo de éste, tratando de consolarlo.
—Es que... ¿Puedes creerlo? Me traicionó—.
Un pequeño "resoplido" se escuchó por parte de Draco.
—Sale a las nueve de trabajar, son casi las once, ¡Las once! Él tendría que estar aquí, ahora y ya, no es justo que Catriel tenga que estar durmiendo en mi cama porque el imbécil de Dean no viene—.
Movió el pie inquieto por la espera hasta que su móvil sonó.
—¿Si?—.
Atendió sin ánimos y sin observar quién llamaba.
—Ah, Adam, lo siento, no podré llegar hoy, tengo un compromiso y no puedo cuidar a Catriel, te agradecería si lo cuidaras por mi ¡Gracias! Eres un gran amigo, adiós te quiero—.
Y cortó, la llamada finalizó así. Dean no siquiera le había dado tiempo a contestar, apretó los puños y dientes con molestia, Draco empujó su cabeza en la pierna derecha de su dueño tratando de llamar su atención.
—Es un...— Tomo aire para relajarse —Será mejor que vayamos a descansar… Mañana tendremos que llevarselo y además salir corriendo a dar tu paseo sin contar que... Tengo que ir a estudiar y luego a trabajar... Sería un maldito día muy...—.
—¿A-Adam?—.
El nombrado volteo rápidamente para encontrarse con el niño somnoliento.
—Hey, Catriel, ¿Qué sucede? Creí que habías ido a dormir—.
Asintió y se acercó lentamente.
—Tuve una pesadilla—.
Adam suspiró y cargo al menor.
—¿Puedes dormir conmigo?—.
—Si Catriel, vamos—.
Y con cansancio camino hasta la habitación donde se recostó con el menor en brazos, Draco en su cama junto a la de su dueño y amigo. Todos fueron a dormir, uno con cansancio, el otro con tranquilidad de sentirse protegido y el otro... El otro con odio a su amigo irresponsable.
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No era el culpable.
WerewolfDean no siente absolutamente nada por su pasado ni por aquellas personas que lo conformaron, su presente es todo para él, lo que logró en todo ese tiempo no lo cambiaría por nada, todo en su vida estaba bien, desde sus amistades hasta sus paseos por...