No era el culpable.

•EPÍLOGO + EXPLICACIONES•

AÑOS DESPUÉS...

14:56 PM.
CUMPLEAÑOS DE CATRIEL.

Todos gritaron alegres, las velas fueron apagadas.

Aquel tierno niño ya había crecido, teniendo ahora unos trece años de edad.

Siendo criado por su medio hermano Dean, el cual seguía teniendo aquel humor y personalidad cuestionable.
Adam, aquel que lo amo desde el primer momento; que en ese momento se encontraba con aquella pequeña niña de dos años que babeaba mientras undia su dedo en un trozo de pastel.

Los años habían pasado. Se habían mudado, viviendo en la vieja casa (remodelada por completo para ser habitada) que había pertenecido al padre de Dean. Adam había quedado embarazado de su ahora esposo y compañero, dando a luz a la pequeña niña de dos años que exigía atención de Catriel cada que podía.
Draco corría con mayor libertad que ambos, siendo amado por los niños del lugar.

—¿Haz visto a…?—Se interrumpió a sí mismo para sonreír al ver a aquellas mujeres que aunque todos fingían no saber se habían convertido en una linda pareja. Angelique, la extraña mujer con gustos góticos junto a la amiga camarera de Adam con actitud ruda —¡Llegaron!—.

—Jamás faltaríamos a tu cumpleaños Catriel—.

Abrazo Angelique con una sonrisa, soltandolo cuando Amanda se abalanzó sobre él.

—¡Pulga, ya estás grande, te enseñaré a conducir y chocaremos peatones!—.

—¿¡Disculpa!?—.

—¡Eres disculpada!—.

Catriel rió y se alejó de ellas para correr hacia Adam el cual hablaba animadamente con los demás invitados, la familia de Dean era grande, tíos, tías, primos y primas, la familia estaba conformada por el amor de todos ellos, debido a que muchos de ellos ni siquiera compartian la misma sangre.

Cargó a la pequeña niña en sus brazos.

—Cuando crezcas serás la niña más hermosa que exista—.

Beso la mejilla de aquella bebé.

—Hay mucho que debes aprender. Pero no será difícil, siempre estaré aquí para enseñarte. Papá Adam siempre estará aquí para darte amor. Y Dean siempre estará aquí para protegerte—.

Movió un poco a la niña para cargarla mejor, teniendo la completa atención de ella.

—Viví muchas cosas, conocí muchas personas. La mayoría se fueron, así como aparecieron. Sé que en algún momento de la vida... También conocerás la soledad. Los lobos viven más años que los humanos al parecer, pero no tengo miedo de ese futuro, aún falta y estoy emocionado por vivir tanto para enseñarte como funcionan las cosas —.

Los ojos de la pequeña se cristalizaron.

—No llores, aún cuando no este presente, cuidaré de ti, en todo momento. Porque ese es el amor que te tengo, la familia es tan grande que siempre tendrás a alguien. Cuando crezcas, conocerás tanto, y aunque no me gustara la idea, conocerás el dolor, pero eso es bueno, es un sentimiento que en algún momento se pondrá ante ti. Nunca dejes de creer en la bondad, las personas buenas son bendecidas en algún momento de su vida. No odies, no te servirá de nada guardar rencor en tu corazón, ocupa espacio y te lastima tanto. No desprecies, a veces, las personas tienden a hacerlo, pero no es bueno, un día te sorprenderán de una bella forma. Tal vez ahora no lo entiendas, pero siempre estaré contigo, para guiarte y cuidarte, porque aunque todo acabe, jamás te dejare sola—.