Lucero (Lucero Saga 1)

Capítulo 1: "Lucero, Lucero, cumple nuestro deseo"

"Nuestras esperanzas y expectativas,
agujeros negros y revelaciones."
Starlight, Muse

La Ciudad más grande del condado, rodeada de montañas, un bosque y un lago. Con un centro lleno de rascacielos, acompañado con el clima más frío en invierno, y fuertes nevadas; y el más caluroso en verano, muy seco. Allí vivía un grupo de amigos que asistía a la secundaria East High. El colegio privado, tenía una estructura antigua refaccionada, con dos alas de construcción moderna, donde se hallaban el gimnasio y el área de deportes, con la biblioteca al otro extremo del edificio. Al ser privado, todos los alumnos usaban un uniforme azul marino y gris.
El grupo se componía de cinco chicas - Jo, Amy, Scatty, Emma y Charo - y siete chicos - Ben, Cedric, Ethan, Ed, Sean, Leo y Matt - muy unidos aunque sus personalidades eran completamente distintas.

Era el primer lunes de primavera, y un temporal azotaba la ciudad; lluvia, granizo y truenos. Estaban en clase de literatura, la última clase del día. Jo, una chica pálida, de baja estatura, pelo lacio castaño-rojizo y ojos marrones claros, dibujaba caras de personajes de dibujos animados japoneses en el borde del cuaderno, mientras en el curso se debatía el libro "Orgullo y Prejuicio".

Emma, su amiga y compañera de banco, una chica con aspecto desaliñado, pelo castaño opaco y grandes ojos marrones, parecía sumamente interesada en la charla dándose en la clase, al igual que Amy: sentada elegantemente en su lugar al otro

lado del pasillo, quien precisamente en ese momento, con sus pequeños ojos miel, las observaba en reproche. Jo la miró sacándole la lengua, su pelo largo castaño oscuro que terminaba en finos bucles como recién peinados le daban un aire

sofisticado. Siempre se veía presentable y elegante, aunque no lo pretendiera. Su compañera de banco era Scatty, una chica bastante alta, aún más que los chicos más altos de su clase, y con bastante estilo: la revolucionaria en llevar el pelo corto y teñido en tono uva al colegio. La favorecía, de esa forma resaltaban sus pequeños ojos verdes. Casualmente tomaba notas y, de vez en cuando, hacía alguna

acotación.

Detrás de Jo y Emma estaba Ben, que también dibujaba en su cuaderno. Un chico de pelo castaño oscuro peinado con una raya al medio y ojos pequeños de un particular ámbar. Muy buen amigo y digno de confianza. Junto a él, su amigo Cedric, de físico delgado, pelo morocho y enrulado que caía sobre sus ojos color miel con grandes pestañas que se destacaban. Miraba por la ventana distraído y, de
vez en cuando, tironeaba un mechón de pelo de Jo, provocándola, ella solo se giraba y le ofrecía su mejor cara arrugada de enojo, y él le devolvía una sonrisa socarrona.

Era inevitable para Ben reírse cada vez que veía ese gesto en Jo, su rostro se inflaba haciendo resaltar sus mejillas y su pequeña nariz llena de pecas.

Luego de varias repeticiones de la misma escena, Emma le dirigió una mirada fugaz a Jo y a ambos chicos para que no molestaran y prestaran atención. Ella, por su parte, era bastante estudiosa, pero lo que más le gustaba era ver televisión y saber todo sobre todos los alumnos del colegio.

- Deberías leer el libro – masculló a Jo.

Jo la miró desconcertada y observó el título del libro que se hallaba intacto en su mesa, pero ella no tenía ganas de leer nada que no sean sus libros de historietas japonesas. Se giró hacía la izquierda, extrañaba hablar con su amiga Charo, quien
compartía su pasión por las series e historietas. Conocía desde pequeña a Ben, ya que eran vecinos, hace casi un año él la había presentado a sus amigas, y el fanatismo por los dibujos japoneses las unió. Ella se cambió de colegio ese mismo año y ahora formaba parte del grupo de amigos. La mayoría, incluyendo al mismo Ben, sabían que Charo estaba enamorada de él desde chicos, aunque ella sabía