"Da rienda suelta a la rabia atrapada en tu interior, me estoy quemando,
que el fuego entre, que la ira comience a prepararse,
deja que tu instinto rompa las reglas,
que crezca y se consuma dejándose llevar por ti"
Fire, Lacuna Coil
La luz entraba por la ventana de la cocina donde Emma, apoyada contra la mesada, tomaba una tasa de café. Caminó al comedor y se encontró con su mamá leyendo el diario y sus dos hermanas que desayunaban para ir al colegio.
- Buen día, hija.
- Hola, mamá... – dijo Emma cautelosamente.
Levantó la vista y notó la ventana aún rota y tapiada con maderas que daba a la calle. Su familia desayunaba en la mesa donde un monstruo la había lanzado. Sintió una urgencia angustiosa en su pecho. Respiró profundamente y cerró los ojos.
- ¿Emma, estás bien? – preguntó Lucy, su hermana del medio.
- Perdón... – dijo en un susurro.
Apretó la taza como si quisiera escurrirla y pensó en protegerlas. Su madre la observó fijamente en pánico.
- Emma, estás... estás desvaneciéndote – dijo levantándose aturdida.
- No, mamá. Las que se van son ustedes – dijo Emma.
- No, no y no – exclamó Camile escandalizada – ¿Se creen que soy tonta?
- Muy probablemente – masculló Jo.
Emma le dio un codazo. Era la primera hora de clases del martes; las chicas se habían reunido en la puerta del salón y habían mandado a todos los demás a sus casas. Cuando Camile llegó les exigió una explicación. Ellas le contaron que sospechaban que el colegio no era un lugar seguro y que debían abandonar las clases hasta el final del curso.
- La semana que viene tenemos cierre de año, chicas, ¿qué piensan...? – siguió.
- Camile – interrumpió Amy – esto es serio. Ni siquiera sabemos si este lugar estará la semana que viene para los exámenes finales. Sabes que yo jamás permitiría que se suspendan las clases sin fundamento.
Camile la estudió seriamente. Amy era una alumna ejemplar, cualquiera que la conociera diría que tenía la misma obsesión por los zapatos y el maquillaje que por el estudio.
- Es muy fácil – interrumpió Jo el silencio – Si no lo aceptas te mandaremos al otro mundo y asunto terminado.
- ¿¡Qué!? – gritó escandalizada la profesora – ¿¡Piensas matarme!?
- No, Jo se refiere al mundo real – aclaró Charo.
- Si no aceptas las reglas – explicó Scatty – tendremos que enviar a todos al otro mundo y no estamos seguras de cómo funciona aquello...
- No – ladró Camile – Ustedes son mi responsabilidad, no puedo dejarlas solas.
Jo sonrió al escuchar aquellas palabras; con todo lo que había pasado, sonaba ridículo que una profesora intentara protegerlas.
- Bien, no tendremos clases hasta el viernes cuando me ayudarán a armar el festival de fin de curso que es la próxima semana.
- Pero Camile, el colegio... – protestó Emma.
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Lucero (Lucero Saga 1)
Roman pour Adolescents¿Qué harías si todo lo que creías que era difícil en tu vida de adolescente pasara a convertirse en una guerra entre el bien y el mal? Cuando tus amigos se encuentran en peligro ¿darías todo por salvarlos? Lucero es el primer libro de una saga de c...