"Ella quema como el sol
Y no puedo apartar la mirada
Y ella quemará nuestros horizontes,
no te equivoques."
Sunburn, MuseEl lunes llovió como si el mundo se estuviera acabando. Emma no podía para de pensar en el dolor que Jo sentía al ver el lugar junto a ella vacío, no dejaba de recordárselo. Haber golpeado a Cedric no había ayudado en nada, aunque se lo merecía. No comprendía porqué él lo había hecho, ni siquiera la excusa que le dio bastaba. ¿Cómo no había podido prever que las cosas llegarían hasta ese punto? Siempre creyó que Jo y Cedric, con todos los dilemas que ambos habían arrastrado por malas experiencias románticas, podrían apoyarse el uno al otro, ser buenos amigos y entonces, tal vez, ser una pareja ideal. Pero jamás pensó que Cedric estuviera tan amargado como para arrastrar a quien esté a su lado hacia la misma ruina. Al final, ella tenía razón en creer en que el amor verdadero no existía, no había forma de poder creer en él. Sus padres se divorciaban, sus amigas sufrían al amar a alguien que no las correspondía, su amigo había cambiado hasta ser un desconocido para ella. Los hombres hieren y son crueles, concluyó.
Y ahí estaba Ben. Emma lo vio, se encontraba justo atrás del banco de Jo, en el lugar que anteriormente ocupaba Cedric. ¿Cómo podía Cedric haberle hecho esto a su amigo? Él sabía que Ben estaba enamorado de Jo. ¿Cómo pudo usarla de esa forma sin importarle ni su amigo ni ella? Nadie, a Cedric no le importaba nadie.
Amy, a su derecha cruzando el pasillo, estaba con el codo sobre el escritorio y la cara apoyada en su mano. Intentaba resolver un problema de matemática pero no hacía más que tachar lo que escribía, ni siquiera se molestaba en borrarlo prolijamente como solía hacer. Se sentía culpable por dentro, había incentivado a Jo a decirle a Cedric lo que sentía, pero eso fue solamente porque nunca pensó que él se comportaría así. Se sentía culpable porque la había convencido de que hiciera algo que ni ella hacía, lo único que esperaba era que Leo no fuera tan cruel. Lo miró de refilón y él le dedicó una sonrisa de pena, todos estaba tensos por la situación que había ocurrido en la fiesta a pesar de que nadie lo hablaba.
- Ya deja eso – le dijo Scatty resignada, le dirigió una mirada de preocupación porque sabía que su amiga se sentía culpable, todas se sentían así.
- ¿Josephine está enferma? – interrumpió la voz de Camile cuando ingresó al aula.
Un silencio incomodó a todos. Amy bajó la cabeza y siguió intentando hacer las cuentas. Scatty miró de soslayo a Ben que giró la cabeza hacia la ventana, esquivando cualquier mirada proveniente del aula.
- ¿Emma? – preguntó Camile esperando una respuesta de la compañera de banco y mejor amiga.
Emma no pudo evitar girarse hacia Cedric y dedicarle su mejor sonrisa de odio, pero él ni siquiera estaba prestando atención y eso le dio aún más bronca.
- Pregúntale a Cedric – soltó con una voz firme y dura.
- ¿Cedric? – preguntó Camile un tanto irritada.
- ¿Qué? – soltó él atajándose sin siquiera mirarla – No sé...
- ¡Siempre el valiente Cedric, haciéndose cargo de las cosas como es debido! – exclamó Emma en un brote de rabia.
- Claro porque ustedes... – empezó Cedric.
- Di algo y te juro... – amenazó Emma que sin darse cuenta ya estaba de pie y el cielo tronó haciendo retumbar las ventanas.
- ¡Emma, cálmate! – ordenó Scatty mirando de reojo hacia la ventana y el cielo. Ya habían llegado a la conclusión irrefutable de que Emma producía esas tormentas con su temperamento.
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Lucero (Lucero Saga 1)
Fiksi Remaja¿Qué harías si todo lo que creías que era difícil en tu vida de adolescente pasara a convertirse en una guerra entre el bien y el mal? Cuando tus amigos se encuentran en peligro ¿darías todo por salvarlos? Lucero es el primer libro de una saga de c...