Capitulo 22

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El camino hacia mí apartamento fue silencioso e incómodo, y cuando por fin llegamos me decidí a hablar

-Gracias por traerme y cuidarme esta semana en el hospital, se que debes irte, quédate tranquila- ella asiente y se acerca a darme un beso en la mejilla, cierro los ojos y siento sus labios en la comisura de mis labios haciendo que el beso dure un poco más, cuando se separa abro poco a poco los ojos, observando que tiene una sonrisa en sus labios, le correspondo de igual manera
-Adiós- digo saliendo del auto.

Cuando me adentré a mi hogar siento un poco de nostalgia, no sé que acababa de pasar y miles de recuerdos llegan a mi cabeza, la muerte de mi madre, los chicos del colegio golpeándome, mi padre y estos nuevos chicos tocándome y ahora el saber que estos últimos se han ido, menudos idiotas, huyeron, mi celular empieza a sonar sacándome de mis pensamientos, observó la pantalla y un número que aunque no tengo guardado lo conozco a la perfección, debo contestar

-Hola hija- dice él con cinismo en su voz
-¿Qué quieres?- le digo con enfado
-Debo verte, en el mismo hotel, misma hora- mi piel se pone de gallina sintiendo nuevamente un escalofrío recorrerme de pies a cabeza
-Esta...está bien-. digo con nerviosismo
-Eso quería oír, ojo con lo que le dices a Demi- dice y cuelga.

Mierda, yo no debo decirle nada, yo no permitiré que le haga a ella lo que me hace a mí, no dejaré que la lastime, revise la hora, faltan solo 10 minutos, me levante del sillón y salí de mi apartamento tal cual me encuentro, llegué al hotel y me adentré a este, la misma chica de la otra vez me recibe con una sonrisa un poco nerviosa

-Hola, hay una reservación a nombre del señor (nombre y apellido de tu padre)- digo avergonzada recordando que ella me vio golpeada.

-Si claro, habitación 58, cuarto piso- asiento y me dirijo al ascensor rápidamente sin permitir que ella diga algo más, cuando llegó al cuarto piso mi celular comienza a sonar observo y se trata de Demi así que decido apagarlo.

Golpeó dos veces la puerta y está se abre de inmediato, me adentro a la habitación y lo observo

-Apresúrate porque no quiero verte malnacido- dije con rabia.

-Cállate estupida- dice dándome un golpee en la cara, no me queje, no hable no hice ningún esfuerzo por alejarme de él, ya no me importaba lo que hacían con mi cuerpo, me desvistió rápidamente he hizo lo mismo desvistiéndose a si mismo, observé como buscaba algo en su pantalón y cuando parece encontrarlo con una sonrisa victoriosa me muestra una cuchilla, ¡mismísima mierda!

-He visto tus cicatrices, se que te gusta el dolor- acto seguido me penetra y pasa esa cuchilla con muchísima fuerza encima de mi estómago recibiendo débiles quejidos de dolor, esto parece excitarlo ya que cada vez me corta con más fuerza, cuando finaliza, se levanta, se viste y antes de irse me observa

-Te volveré a llamar preciosa- dijo saliendo de la habitación dejándome sollozando, me dirijo al baño que se encuentra en esa habitación y luego de estar allí dos horas me vestí y al dirigirme a la recepción la chica me observa desde su lugar con el ceño fruncido

-Deberías detener esto- dice ella y salgo de aquel lugar sin prestarle mayor atención.

Camino a casa y prendo mi celular, me asombro al ver que luego de que apagará el móvil Demi solo llamo 2 veces más, lo guardo en mi pantalón y la brisa qué hay hace que la blusa se pegue a mi estómago ya que de este aun salía un poco de sangre, un jadeo salió de mi boca sintiendo arder aquellos cortes, al llegar a mi apartamento veo un coche aparcado -mierda- susurré, cuando iba a entrar a mi apartamento escucho como ella cierra fuertemente la puerta de su coche

-¿Donde has estado?- pregunta enfadada -te he llamado y resulta que la señorita decide apagar el celular- repite en ese mismo tono de voz, cuando se me acerca me mira el rostro el cual contiene un moretón, frunce el ceño y baja su mirada estudiando detalladamente mi cuerpo, al observar mi blusa manchada con un poco de sangre sus ojos se abren como platos

-Abre la puerta- hago caso a lo que dice y me adentro al departamento, ella me sigue y cierra la puerta de un portazo -quítate la blusa- niego rápidamente -¡te he dicho que te quites esa mierda!- repite casi que gritando, suspiro y poco a poco me retiro la blusa, estoy delante de ella con mi brazier, -pero que mierda- dice ella acercándose y pasando sus manos por mi vientre, solté un quejido cuando toco uno de los cortes -lo, lo siento, ¿donde, donde está el botiquín?- le digo que en el baño y ella se dirige allí, me encamino a mi habitación y ella llega un poco detrás dando zancadas muy fuertes, -¿que, que mierda es esto?- lanza la bolsa que contiene cuchillas encima de la cama -pensé que me había desecho de ellas y me encuentro con que tienes muchas más guardadas- me acuesto en la cama y ella se sienta a mi lado, saca un poco de algodón y le aplica alcohol -¿tú te has hecho esto?- pasa el algodón por los cortes consiguiendo que maldiga -lo siento, ¿tu te has hecho esto?- repite ella y bajo mi mirada, asiento suavemente -mírame a los ojos y dime que tú hiciste esto- dice ella, levantó mi mirada y la miro a los ojos con cierta timidez

-Yo, yo hice esto- dije tratando de sonar segura, ella niega

-Tus ojos no te ayudan a mentir ¿lo sabías?- no digo nada -no sé porque mierda te sucede todo esto a ti- a ciencia cierta, yo tampoco lo sé.

I Need You - Demi Lovato y Tu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora