ONE

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"Voy a darte besos en la cara hasta que tu sonrisa reviente".




Hoseok tomó el café que tenía en el escritorio, suspiró pesadamente y volvió a mirar el libro que le había traído su madre. Llevó nuevamente la taza a sus labios, pero sólo tocaron la porcelana.



Estaba en un grave conflicto ético o moral, él ya ni siquiera estaba seguro de cuál. Se levantó, fue hacia el libro y lo tomó para llevarlo a la pequeña terraza que tenía su habitación. Miró hacia la gran vista que su casa tenía de Seúl, sin duda alguna, esto era mejor que ese orfanato en el que se encontraba antes.



Miró el volúmen negro en sus manos, en letras rosadas se leía: Besoterapia: El efecto saludable de los besos.



Suspiró y abrió el libro, había una pequeña introducción del autor, el Psiquiatra Maurice Maeterlinck*, quién era conocido por sus investigaciones en el campo de la Besoterapia, que no llevaba más allá de unos siete años de investigación. Sin embargo, Paul Stenkley** era quien la había llevado a la práctica en un caso en Alemania.



El pelirrojo comenzó a ver la cifra de pacientes que habían reaccionado de forma efectiva a aquella terapia, casos de jóvenes que habían seguido con su vida después de eventos traumáticos como si nada. A Hoseok le impresionó el caso del paciente que presentaba un cuadro médico bastante parecido al de Youngjae y que no habían tenido más remedio que llevar una terapia extraoficial con él; es decir, alguien ajeno al equipo de psiquiatría había llevado la terapia. El paciente en ese caso había sido dado de alta con bastante rapidez, sin embargo había habido un problema: el paciente y la persona externa al equipo de psiquiatría se habían enamorado.



A Hoseok se le heló la sangre, no sabía exactamente que era lo peor, no poder curar a Taehyung o curarlo y crear una dependencia que él no podría corresponder; porque estaba seguro de que si el pelirrubio se enamoraba de él, no podría corresponderle. 



Aún extrañaba demasiado a Hyungwon.



Aún amaba a Hyungwon, como si fuera el primer día que lo vio.




***




Taehyung miró de reojo al castaño, quien hacia unos minutos había comenzado a mirar hacia todos lados, poniendo nervioso al rubio. — Oye Taehyung, ¿no tienes de casualidad algo de polvo?



El rubio lo miró con el ceño fruncido, ¿ese chico quería maquillarse aunque estuviera encerrado? Él no encontraba ninguna lógica en eso, así que negó ligeramente, esperando que el castaño se olvidará de su existencia. Como todos lo hacían.

Besoterapia *HopeV*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora