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"No se tiene más que la felicidad que se puede comprender".




Jaebum sostenía una botella de vino, sonriendo mientras recordaba la forma tan graciosa en cómo Youngjae la había obtenido.



El mesero se acercó, tomó el pedido de la pareja y cuando estaba por irse, el castaño lo detuvo.



Youngjae le sonrió, mientras trataba de mostrarse tímido. — Disculpa, ¿tendrás de casualidad un buen vino que puedas ofrecernos?



El mesero sonrió. — Claro, tenemos vinos muy exclusivos, ¿gusta alguno en particular?



Youngjae soltó una ligera carcajada. — Acabamos de comprometernos, queremos celebrar con el más especial que tengas.



Jaebum sólo tragó saliva, no pudo hacer ningún comentario sobre lo que acababa de decir el menor y ni siquiera estaba seguro de querer hacerlo. El mesero sólo asintió y se fue.



Al regresar, el mesero llevaba dos botellas de vino. Según les comentó, el gerente enviaba la segunda botella de vino como cortesía y felicitación para la pareja. Youngjae seguía riendo, aunque ya llevaban más de diez minutos fuera del lugar. — ¡Vino gratis! ¡Siempre quise hacer algo así! — seguía riendo, llamando la atención de algunas personas que caminaban en la playa, pero él ni siquiera lo notó.



La risa que tenía el castaño era contagiosa, por eso Jaebum reía, acompañando las potentes carcajadas del menor con las de él. — ¿Ya sabías que iban a darte una botella gratis?



Youngja negó ligeramente, se tambaleó un poco porque el vino comenzaba a hacerle efecto con el viento pegando en su rostro. — He escuchado que en algunos restaurantes otorgan obsequios por cumpleaños o compromisos... — el castaño sonrió —, sólo quería vivir eso alguna vez, fue divertido. — se dejó caer en la arena, sin importarle demasiado ensuciarse.



Jaebum lo acompañó y comenzó a abrir el vino, se aplaudía a sí mismo por pedirle un descorche al mesero y comprometerse a devolverlo después. Sin embargo, no predijo el hecho que no llevaba copas, así que no sabía como iban a tomarlo. Con el vino abierto, el mayor miró con atención al castaño a su lado, quién observaba con nostalgia el mar que producía pequeñas olas. — Siempre quise hacer esto, sentarme en la playa con una botella de vino, sin preocuparme por algo más. Obvio nunca me permitieron tomar más que una copa, aunque cuando eran fechas especiales podíamos darnos el lujo de tener dos.



— Entonces, ¿uno de tus sueños se volvió realidad conmigo? — Youngjae sonrió, volteó su mirada hacia el comandante y asintió. — Vaya..., tal vez deberíamos hacer una lista y comenzar a realizar cada cosa que pongas en ella juntos, ¿no sería algo genial?

Besoterapia *HopeV*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora