Besoterapia *HopeV*

O

"No hagamos promesas, nunca se sabe cuándo vendrá el mañana"

Jaebum se removió en la cama, seguía sin comprender lo que esa noche había pasado con Youngjae. Estaba demasiado desesperado en afirmarse que no había sido más que un error, algo sin importancia; pero mientras más se aferraba a esa idea, más le resultaba imposible.

Siguió concentrado en el techo de su habitación, ese techo que parecía estarlo consumiendo poco a poco. Cerró los ojos y revivió el momento. Los labios del menor acoplandose con los suyos, sus manos acariciando la cintura de Youngjae, ese nudo en el estómago que se le formó cuando tuvo que separarse de aquél joven. Todo estaba tan presente.

Hubiera seguido lamentándose, pero su celular sonó, avisándole que tenía un mensaje.

BamBam

Sé que hace unos días te dije que quería invitarte, pero he estado viendo lo de unos negocios. Mañana en la tarde me desocupo, ¿crees que tu novio y tú pueden venir?

Jaebum soltó un bufido, no estaba seguro de ir con Youngjae a ningún lado, mucho menos después de lo de ese día. Iba a contestarle a su amigo con alguna excusa, algo sobre que se encontraba enfermo y no podría salir.

BamBam

De todas formas, no acepto una negativa, ya lo sabes.

Nos vemos mañana, JB.

Jaebum se levantó, tomó una ducha y dejó que el agua calmara un poco toda la ansiedad que estaba sintiendo en ese momento. Ese día no sólo había sido difícil por lo del beso a Youngjae, sino también por el encuentro que había tenido con Jinyoung.

Jinyoung había sido alguien muy importante para él, pero ese joven poco lo había apreciado; se había metido con su hermano y había provocado la ruptura de su familia.

Jaebum y su hermano Sung Hyuk eran muy  cercanos, salían juntos a las fiestas, a la playa e incluso estaban pensando en iniciar un negocio y manejarlo ambos; pero toda esa buena relación se vio opacada por Jinyoung en cuanto Jaebum le presento a su hermano.

Si a Jaebum le hubieran dicho que su familia se destruiría por ese amor tan enfermizo, él estaba seguro que hubiera terminado esa relación. Porque Sung Hyuk no merecía todo lo que le había pasado, ni siquiera su muerte.

Youngjae miró por la ventana, ya estaba amaneciendo y él no había dormido nada; se había pasado toda la noche pensando en que le diría al comandante después de ese beso. Se metió a la ducha y dejó que el agua le cubriera el cuerpo, mientras algunas lágrimas bajaban por su rostro.

Salió de la ducha y se vistió rápidamente, ya que unos toquidos en la puerta se hicieron presentes. Esperaba que fuera el desayuno que había ordenado hacia unos pocos minutos. Al abrir la puerta, notó al comandante parado enfrente de él; vestía unos jeans y una camiseta blanca que dejaba poco a la imaginación. — Hola, Youngjae.

Él se limitó a asentir, esperando que el mayor no hablará de lo que había sucedido ayer y se alegró de que así fuera. — Perdón que venga a esta hora, pero debo reunirme con el equipo que irá a detener a Wangyuk y necesito checar unos detalles...

— ¿Y por eso estás aquí? — Youngjae frunció el ceño, sin querer su mirada se posó en los labios carnosos del comandante. Quería que lo besara otra vez.

Jaebum lo notó, entonces carraspeo. — Claro que no, lo que quería decirte es que Kunpimook, el amigo que nos encontramos en el avión nos ha invitado a comer...; obviamente yo iba a decirle que no podíamos, pero él me ha insistido mucho y quiere que vayas conmigo. También comprenderé si no quieres...