Para ti
Salí a correr con Luz como lo habíamos estado haciendo hace ya varias semanas en las que ella se escapaba cada vez que podía del café, esa vez dejé a Dalí en casa de Val porque luego iría a comer con Luz, él solo me miró con esa carita que ponía cuando quería otra ración de comida y Valentina tuvo que echarme del apartamento o no llegaría nunca con Luz.
Nos encontramos más tarde en un restaurant que era bastante moderno con toques de un artista que yo la verdad no entendía pero al parecer ella una gran admiradora donde servían, según ella, el mejor sushi de toda la cuidad, hablamos durante toda la comida, me enteré de que estaba soltera, pero al igual que yo había salido de una relación aunque seguían viéndose por temas de negocios, había sido algo mutuo y que había dolido bastante menos de lo que esperaba, sentí las ganas de sonreír que reprimí al enterarme y me sentí egoísta por estar feliz de que su relación hubiese fracasado; su mano estaba sobre la mesa a unos pocos centímetros de distancia de la mía y de vez en cuando posaba mi mirada en ellas conteniendo el impulso de tomar la suya, su voz era encantadora y yo me dejaba envolver por esa bocanada de aire fresco que era su risa, me miraba a los ojos al hablar y yo sentía como me taladraba el alma y se adentraba más con cada palabra que salía de su boca, comimos entre bromas que yo soltaba a diestra y siniestra solo para ver su perfecta sonrisa, el tiempo pasó volando y cuando nos dimos cuenta ya casi era hora de la cena de la editorial por el lanzamiento de mi libro ella dijo que pasaría por el café para luego encontrarse conmigo, esta vez nos despedimos con un abrazo más largo y su perfume se coló hasta mis pulmones dejándome desorientada, besé su mejilla pero mis labios fueron a parar muy cerca de los de ella, sentí mi cara arder y ella solo sonrió como si nada hubiese pasado, eso rompió un poco mis ilusiones.
-Nos vemos después, Julia- fue lo único que alcancé a escuchar y no me dio ni siquiera tiempo de responder, ya había salido, solo pude llevarme las manos al rostro y rozar mis labios, me sentía como una muchachita de quince y odiaba no tener el control de mis acciones.
Entre el discurso y la gente que me detenía para preguntar si era personal el giro que había tomado el último libro, no me dio tiempo para preocuparme mucho por lo sucedido con Luz en la comida, Valentina sonreía orgullosa y yo al fin pude acercarme a ella.
-Tony está por tener un colapso, dice que Dalí lo ignora y no lo quiere, que tiene mucho rato aullando sin parar- dijo guardando de nuevo su teléfono para abrazarme.
-Eso no suena a algo que haría mi bebé, pero dile que aguante solo unas horas más- suspiré inconscientemente y seguí mirando alrededor con la esperanza de encontrar su melena entre la gente.
-Ay, el amor te tiene mal Jul, me vas a contar que es lo que paso que te tiene así incluso en este día tan especial- me dio unas palmaditas en el hombro de esas que tanto odiaba y sonrío de manera burlona.
-Odio que me des esas palmaditas, te odio, sabías?- obviamente no la odiaba y ella lo sabía porque siguió con las palmaditas hasta que consiguió hacerme hablar –Okey, bueno casi la besé y ella hizo como si nada pasara y yo fui la tonta que se quedó cual estatua, me dijo también que estaría aquí y no vino, así que puedo dar esto por perdido incluso antes de intentarlo- hice un puchero y Val solo me miró con ternura y acaricio mi cabello como si fuese una niña pequeña y últimamente así me sentía.
-Pues yo no creo que debas renunciar a esa belleza que viene para acá- dijo mientras saludaba a la persona que se acercaba.
-Lamento llegar tarde, no sabía que ponerme y creo que exageré un poco- escuche su voz cuando estuvo cerca de nosotras.
-Yo creo que te ves hermosa Luz, verdad Julia?- valentina me dio golpecito en el costado para que reaccionara.
-Sí, te ves hermosa, no exageraste estas perfecta como siempre- sonreí cuando por fin la tuve delante de mi y besé su mejilla.
-Bueno bebé, yo me voy porque Tony debe estar sordo gracias a nuestro tenor favorito- dijo Valentina luego de despedirse de nosotras.
-Eso no es algo que haría Dalí- dijo Luz mientras sonreía.
-Eso fue exactamente lo mismo que dije yo- le devolví la sonrisa mientras caminábamos a la mesa –Pensé que no vendrías, ya estaba perdiendo las esperanzas- sonreí a medias y me encogí de hombros.
-Pues yo pensé que no lo lograría, el café estuvo muy lleno hoy y salimos tarde- posó su mano sobre la mía y mi corazón se aceleró un poco antes este gesto –disculpa por no llegar a escuchar tu discurso- apretó el agarre de su mano.
-Tranquila, solo fue un agradecimiento por la paciencia que me tuvo la editorial y la gente que lo estaba esperando, porque estuvo muy mal de mi parte desaparecer de esa manera. Por cierto tengo algo para ti, no es mucho pero es una de las primeras ediciones del libro y espero que te guste escribí algo para ti dentro, no te perdiste de mucho en serio, por lo menos llegaste- caminamos hasta donde estaban mis cosas y le entregué el libro, ella me abrazó y me dio un beso largo en la mejilla.
-Gracias es lo más lindo que me han regalado nunca, de verdad me hubiese encantando escuchar tu discurso- tomó mi mano y la besó haciendo que mis mejillas volvieran a arder.
-Bueno seguro Valen te lo puede pasar parecía mi mamá grabando todo- reí –lo importante es que estés aquí, gracias por venir.
-Siempre voy a estar para ti, Julia.
Notirijilla:
Tengo como un mes sin publicar jeje pero tengo razones validas y aquí están:
1. Soy un adulto ahora y trabajo, básicamente estas son todas mis razones.
2. Me quería matar porque no habia escrito nada.
3. Creo que igual me volví un desastre pero bueh, esto es lo que hay.
Si alguien todavía esta pendiente de esto, gracias por leer, los quiero mucho mua.
ESTÁS LEYENDO
Café frío.
RomanceJulia, una escritora que comienza a ser reconocida, luego de una terrible depresión conoce a Luz, la dueña de un pequeño café que poco a poco le devolverá la calidez a sus ojos.