Dulce Obsesión

Capítulo 31 "Advertencia"

Mañana voy a publicar el primer capítulo de Lujuria, pueden leer la sinopsis que está la novela en mi perfil.  Ojalá les guste el capítulo que dentro de poco se termina.

********
–Creo que sos el menos indicado en decirme eso.

–Antes de que este con vos, ella andaba conmigo y no pienso dejar que me la saques.

–Yo la amo y antes que dejarla con un golpeador de mierda, soy capaz de matarte.

–Vamos Rodolfo, ella se lo merecía. Apenas me corto y ya estuvo corriendo detras tuyo, a esas mujeres hay que mantenerlas a raya.

–Sos un hijo de puta.–Enfadado.

–Vamos, si cuando pueda ella te va a meter los cuernos.

–Yo confio en ella, nos amamos y quieres separarme de Amanda pero no podras. –Serio.–Antes prefiero matarme que dejartela a ti. Pienso protegerla de ti y andate antes de que te saque yo.

Gastón se va furioso de allí y Rodolfo azota la puerta.

–Hijo de puta.–Enojado.

Mientras, Amanda estaba en su oficina sin dejar de pensar en lo que intentaba hacer Gastón con eso, hace mucho que lo veia y sabia que el la quería asustar.

–¿Le tengo que decir a Rodolfo?–Piensa.–¿Que voy a hacer?

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando escucho que alguien golpea la puerta.

–Adelante.–Suspira.

Ve entrar a Beatriz.

–¿Y esa cara?

–Sentate.–Le pide.

–Epa, ¿que paso?

Traga saliva y mira sentarse a su amiga. Le entrega una tarjeta y Beatriz la agarra.

–Las flores estan ahi.–Señala el tacho de basura.–Mataria a ese loco.

–Es un enfermo. Rodolfo tiene que saberlo.

–Gastón no aparece, también se cuidarme sola.

–Lo se pero ese hombre esta loco.–Suspira.–Me siento tan culpable.

–¿Por que?

–Porque yo fui la que te insistio para que volvieras con el.

–Pero las dos no sabiamos que se volveria loco, no tienes la culpa.

Agarra su mano para tranquilizarla.

–Tengo miedo de que te haga algo.

–No se va arriesgar, no es un tonto. Sabe que vivo con Rodolfo.

–Por eso te manda esa tarjeta.

–Eso no es todo.

Saca su celular y le muestra el mensaje que le mando.

–Que hijo de puta.–Mueve la cabeza.–Rodolfo tiene que saberlo.

Amanda suspira y asiente.

–Esta bien, esta bien. Se lo dire.–Lleva sus manos a la cabeza.–Odio tener que hacer esto, no me gusta que mi seguridad dependa de Rodolfo, tiene su trabajo y no quiero que deje nada por mi.

–Ay Amanda, si sabes que el no hace ningún sacrificio para cuidarte, el te ama.

–Yo también lo amo pero no quiero causarle problemas.

–Esta bien, ¿hacemos una cosa? Cuando el este en el trabajo, yo me quedo con vos.

–Gracias.–La mira.

–Pero se lo vas a decir.

–No hace falta que lo repitas.–Sonríe.

–Al fin te veo sonreir, no dejes que te amargue ese hijo de puta.

–Ni loca, con Rodolfo estoy muy feliz y no pienso que Gastón me haga infeliz.

Beatriz sonríe.

–¿Vamos a almorzar?

–Dale, vamos.

Se ponen de pie y salen de la oficina.

Más tarde, Rodolfo ya estaba en la casa y ve entrar a Amanda, se acercan y la abraza.

–Hola mi amor.–Le da un beso.–¿Como estas?

–Hola amor.–Sonríe.–Bien, tenemos que hablar.

–Yo también,–Suspira.–Hoy Gastón fue a mi consultorio.

Amanda siente que se marea y el la agarra.

–Amor.–La sienta en el sillón.–Tranquila.

–Dios mio.–Asustada.–¿Te hizo algo?

–No amor. –Acaricia su mejilla.–Yo estoy bien pero va a ser mejor que no hablemos de eso. Mira como te pusiste por ese hijo de puta.