Después de unos minutos, escuchan el timbre y su amiga se pone de pie.
–Le abro y me voy, ya es obvio que es el.
Se saludan y Amanda le agradece. Camina a la puerta y la abre.
–Beatriz.
Se saludan.
–¿Ya te vas?
–Si, no pienso interrumpirlos y vos cuidala.
–Obvio que la voy a cuidar.–Animado.–Como una reina.
Se va y el cierra la puerta, camina hasta la sala y la ve sentada en el sillón.
–¿Como te fue?
Él suspira y hace una mueca.
–Parece que nada bien.
–La verdad que no pero no quiero hablar de eso.–Sonríe y la besa.–Yo solo quiero estar con vos y que nadie nos interrumpa.
–¿Estas seguro de que no quieres ir a tu trabajo?
–Muy seguro.–Acaricia su mejilla.–Le pedi a mi secretaria que se ocupe ella, no pienso atender otro paciente más hasta que vos estes bien.
–Me parece demasiado.
–Nada de eso y deja de buscar excusas.
–No son excusas, no quiero asfixiarte.
–Nada de eso amor, vos no me asfixias.
Se dan otro beso y ella asiente.
–Esta bien, no voy a poner más excusas.–Se ríe.
La abraza y le da besos en su mejilla.
–Me encantas.–Sonríe.
Amanda lo mira con una sonrisa y apoya su cabeza en su pecho.
Paso una semana y Amanda volvió al trabajo, lo mismo que Rodolfo. Las cosas entre ellos iba muy bien, los dos mientras estaban cada uno en su trabajo morían por verse.
Amanda entra a la casa y su celular empieza a sonar.
–Hola amor.
–Mi amor. Estaba pensando, ¿salimos está noche? Te invito a cenar.
–Claro que si.–Sonríe. –Te extrañe y quiero verte.
–Yo también amor, te extrañe todo el maldito día.
–¿Y esa boca? Tengo que corregirla.
–Entonces seré malo contigo así me corriges todo el tiempo.
Ella se sonroja y sonríe.
Más tarde, el la pasa a buscar con el auto y sale de su casa, sube al coche y se dan un beso.
–Hola mi amor.–Animado.–Te extrañe tanto.
Sus manos van a su cintura y se siguen besando.
–También yo.–Sonríe.
–¿A dónde vamos?
–A cualquier lugar, donde tu quieras.
–Pero a la que quiero mimar es a ti.
Se ríe y duda por un momento.
–Esta bien, conozco un lugar que sirven una comida excelente.
Arranca el motor y ella le indica cuál era el restaurante. La cena transcurrió de forma maravillosa para los dos, pasaron al postre y Rodolfo la miro seriamente.
–¿Y esa cara?
–Te miro y se me pasan mil cosas por la cabeza.
–¿Algo como?
–Amanda, hace una semana que estamos juntos y vos ya me gustaste desde hace un mes.–La mira.–No se como lo vas a tomar pero quiero que seas mi novia.
–¿Cómo lo voy a tomar?–Se ríe.–Claro que quiero ser tu novia.
El no paraba de sonreír, se acercó para darle un beso en sus labios.
Salieron del restaurante y subieron al auto.
–No era necesario que me propusieras ser tu novia.–Sonríe.–Yo pensaba que ya lo era.
–Lo se pero no quería que pensaras mal.
Sonrien y se dan un beso apasionado, sus manos van a sus muslos y ella larga un suspiro.
–Aquí no.
–¿Vamos a mi departamento?
–Esta bien.–Animada.
Más tarde, llegan al departamento y mira con atención a su casa.
–Es muy linda.
–Gracias.
La abraza desde atrás y besa su mejilla.
–Decime que te vas a quedar toda la noche conmigo.
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Dulce Obsesión
RomansaLa dueña de una de las mejores marcas de cosmeticas del país, Amanda Torres. Conocera a Rodolfo Guerrero, quien atraviesa una crisis en su matrimonio. Apenas se conocen, trataran de poner resistencia pero la pasión que sienten los llevara a romper t...