Dulce Obsesión

Capítulo 25 "Cancún"

–Para mi si.–Besa sus labios.

–Creo que hay que hacer las valijas. –Sonríe.

–La verdad que me sorprendes siempre.–Se ríe.

–Y me gusta que sea así.

Se dan un beso apasionado.

–Mejor que dejemos eso para después porque sino no vamos a empacar.

Se ríen y acompaña a Amanda para ayudarla a hacer la valija.

–Va a ser maravilloso.–Animada.–¿A que hora es el vuelo?

–A las once, yo ya tengo mis cosas. Solo faltan las tuyas.

–¿Por qué no me avisaste antes?

–Quería que fuera sorpresa y lo logre.–Se ríe.

Amanda sonríe y niega.

–Y de qué manera, no se que llevar.

–Cualquier cosa, a vos todo te queda bien. Eso si, vamos a ir mucho a la playa así que guarda un bikini.

–Eso no me lo tienes que decir.

–No me quiero imaginar como te va a quedar.

–Tendrás que esperar para averiguarlo.–Sonríe y muerde su labio.

–Lo que va a ser una semana, tenerte solo para mi.

–Ya me tienes.

–Si pero sin la rutina, los dos solos sin que nadie nos moleste.

Terminan de empacar las cosas de Amanda y hacen la cena. Después de comer, se acuestan en la cama y duermen plácidamente.

Al otro día, se levantan temprano y guardan sus pasaportes en la cartera de ella.

–¿Ya esta todo listo?

–Todo, no nos queda nada.

–Te juro que estas vacaciones la vamos a pasar de maravilla.

–Ya lo se amor, no hace falta decirlo.–Sonríe.

Se dan un beso y salen de la casa.

Más tarde, subieron al avión y cuando ya estaban todos los pasajeros, despego.

Como tenian varias horas por delante, Amanda aprovecho para dormir un poco pero algo la hizo despertar, largo un gemido y abrio los ojos.

–¿Que estas haciendo?

Sintio que el sumergia un dedo en su vagina y ya estaba humeda. El no le dio ninguna respuesta.

–¿Que estas haciendo?–Repite.

–Shhh. –Sonríe.–Es para tu propio bien.–Susurra.–Relajate que te vas a sentir muy bien.

Ella muerde su labio para reprimir un gemido y frunce el ceño. Quiere hablar pero la calla con un beso.

Se dio cuenta que estaba introduciendo un juguete y sintio una vibración en su interior.

–Rodolfo por favor, aquí no.

–Pero si no pasa nada.–Sonríe.–Falta poco para llegar.–Guiña su ojo.–Vos encargate de disfrutar.

Amanda estaba sorprendida y un poco aturdida pero todo pensamiento se esfumo cuando sintió otra vibración y trato de no gemir.

–Dios.–Susurra.

El disfruta al ver el rostro de Amanda, que estaba lleno de placer. Ella cierra los ojos y aprieta sus piernas.

Se acerca a ella y besa sus labios, Amanda le responde al beso y se besan con desesperación.

–Te necesito.

–Ya falta poco.–Le da un beso.

Ella suspira y trata de mantener la calma.

Más tarde, llegaron a Cancún y ella no veia la hora de llegar a la habitación del hotel, toman un taxi y el conductor conduce hasta el hotel. El botones agarra sus maletas y ellos firman en la recepción, les entregan las llaves y van a la habitación.

–Hermoso esta el día, maravilloso para pasarlo en la playa.

–No tan rapido.–Seria.–No antes de vengarme de vos.

–¿Ah si?–Sonríe.

Amanda asiente y lo sienta en la silla que estaba en la esquina.

–Me temo que no va a salir por un buen rato.