CAMBIO

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Era una noche diferente a las demás, podía sentir el frío calando mis huesos al llevar un vestido demasiado provocativo y ceñido que nunca imaginé que llevaría. No sé como había llegado hasta allí, la fiesta estaba muy concurrida de gente como ya era habitual en esa gran casa,pero todo era muy extraño. Podía sentir muchas miradas observándome como si fuera un juguete a estrenar,algo no iba bien. Ella me observaba desde lejos mientras Mane la rodeaba entre sus brazos sin ningún miramiento mientras se burlaban,sintiendo como el dolor y la ira crecían en mi. No podía creer lo que estaba pasando, esto tenía que ser una pesadilla. De pronto todos se giraron hacia mi y comenzaron a reír y señalarme,sintiéndome confusa. Volví a mirarme pero ya no tenía ese vestido, ahora simplemente era yo con unos jeans y un top en medio de esa impresionante fiesta sintiéndome insignificante.
Todo comenzó a desvanecerse por unos instantes apareciendo en la playa, a la altura de un acantilado, volviendo a sentir esa sensación de miedo,ansiedad y confusión. Comenzaron a oírse pasos acercándose por detrás y al girarme vi como diferentes personas se acercaban a mi,entre ellas la emperatriz. Los demás me observaban con deseo mientras ella observaba y yo comenzaba a sentir miedo.

Daniela,quiero irme a casa...-dije asustada mientras ella sonreía y no contestaba- per favore amore,vámonos.

¿Este es nuestro nuevo regalo Emperatriz? Me encanta hacer negocios contigo- dijo uno mientras sentía como poco a poco se acercaba.

Disfruten del regalo pero luego no quiero cabos sueltos- comencé a llorar con fuerzas mientras ellos se acercaban a mi viendo como ella se marchaba-

¡Daniela!¡Daniela!...

                                                                         **

¡Daniela!¡no,no...per favore!

¡Elettra despierta!¡nena!- sentí como mis ojos comenzaban a abrirse aún aterrada- nena tranquila, estoy aquí, soy yo.- volví a mirarla confusa,aterrada aún por lo que había vivido- fue una pesadilla, tranquila- lloraba con fuerza mientras me aferraba ahora a su cuello- ya pasó bonita, ya pasó.

Había sido todo una pesadilla, pero sin duda una que parecía muy real. Desde que había pasado todo lo del asesinato de Elena y la visita del inspector Ranieri a Daniela no había podido quitármelo de la cabeza.

¿Estás bien?- asentí forzando una sonrisa mientras ella me observaba confusa- ¿de verdad?

Si, es solo que...- sonrió agarrando mi barbilla-

¿Que ocurre nena?

¿Por qué no me contaste que tú y Elena...?- su semblante cambio sintiéndola nerviosa mientras se levantaba de la cama para ir a encenderse un cigarro- per favore amore, no te enfades...

Es pasado...y no me gusta hablar del pasado-dijo fría- ya te dije que no soy la chica perfecta que crees Elettra, no soy una princesa sacada de un cuento de hadas.- dio una fuerte calada-

Intento conocerte, entenderte...

¿Entenderme?- posó mi mirada en mi- ¿a caso he dicho que necesito que me entiendas?

¿Por qué te comportas ahora así? Tan fría...tan hermética...tan...

¿Emperatriz?

No iba a decir eso- bufé-

Pero seguro que lo piensas, intentas cambiarme pero yo no puedo cambiar, no puedo dejar de ser quien soy Elettra, mi mundo es este.

¿Y yo?¿que soy yo en este mundo?-las palabras salían atropelladas de mi boca sin poder evitarlo-

Eres especial para mi-se acercó hacia mi acariciando mi mejilla- contigo veo luz entre tanta oscuridad.-volví a sonreír al escuchar sus palabras mientras me dejaba caer hacia atrás quedando encima de mi- eres tan hermosa...- sus ojos me observaban viendo un brillo de deseo en ellos-

PROHIBIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora