No podía quitármela de la cabeza,realmente no me había equivocado con ella, tenía buen corazón,el mismo que juzgué y traicioné a la medida de cambio sin pestañear. Pero quizás no iba tan mal encaminada en algo, estaba con Mane o al menos eso parecía cuando las vi juntas, era evidente que tarde o temprano iba a pasar, ella pertenecía a su mundo y yo solo era una chica asustada a la que siempre tenían que rescatar. Aunque juntas parecía que el mundo a nuestro alrededor no importaba, era evidente que siempre habría algo que nos separase por más que me doliera pero aún así,siempre me conducía a ella sin control,sin importar las consecuencias, no era dueña de mis actos.
Fui al baño para prepararme una ducha caliente cuando sentí el timbre de la puerta y me sobresalté. Nadie sabía que estaba allí salvo Daniela y una sonrisa se posó en mi cara pensando que había vuelto. Bajé rápido las escaleras sin pararme a pensar que era extraño que tocara la puerta cuando tenía también llave de la casa, y al abrirla paré en seco al ver que no era ella.
Hola, tú debes de ser Elettra ¿verdad?- el hombre me sonrió amable pero me sentía nerviosa-
¿Quién eres tú?se ha equivocado de casa..lo sient...-intenté cerrar la puerta pero él me interrumpió-
Tranquila,vengo de parte de la emperatriz- paré de cerrarla y lo miré fijamente- quería estar segura de que estuvieras bien,¿puedo pasar?- lo miré con desconfianza pero accedí,nadie sabía de esa casa, tenía que habérselo dicho ella- bonita casa, muy de estilo italiano-él observaba todo a su alrededor.
Estoy bien, no tenía que preocuparse,¿por qué no vino ella?-él me miró con una sonrisa que no me gustaba ni un pelo-
Ella siempre manda a otros para que solucionen sus asuntillos...¿no lo sabías?- comenzó a acercarse poco a poco a mi y todas mis alarmas se encendieron pero intenté disimular-
Pues...grazie...grazie por venir...io...estoy bien...puedes irte y decírselo a ella- fui hacia la puerta de entrada con tranquilidad para que no notara mi nerviosismo, quedándome de espaldas a él-
¿Tan pronto?-sonrió de forma maléfica- queda aún mucha noche por delante encanto-me cogió por sorpresa por detrás, poniéndome un pañuelo en la boca,sintiendo como poco a poco mi cuerpo comenzaba a perder fuerzas y no podía evitar sentir sueño,hasta que no pude más- tú y yo tenemos planes nena, me serás de mucha utilidad.
**
Estuve toda la noche casi sin dormir pensando en ella,en sus ojos que me miraban suplicando que me quedara a su lado,si supiera que era lo más que deseaba en ese momento. Pero no importaban mis deseos,ella estaba por encima de ellos,su seguridad,darle una vida sin problemas,sin peligros y conmigo eso nunca sería posible. Le había dicho que no me llamara,que no intentara buscarme ni hablara con nadie de lo que había pasado hace dos días pero creí que siendo como era de cabezota no me haría ni caso pero parece que esta vez si. No había vuelto a saber nada de ella desde esa noche y aunque la echara de menos era lo mejor.
Parece que Ferruccio aún no se había decidido o al menos eso me decía Uri y lo prefería así, podía tenerlo más controlado para mantenerlo a salvo, aunque tarde o temprano tendría que idear un plan.
Me encontraba desayunando en la terraza de la piscina mientras ponía al día los negocio y los próximos cargamentos cuando uno de mis hombres llegó acompañando a Luccas, el poli corrupto que se había hecho cargo de ocultar las pruebas de Ferrucio.
¿Qué haces aquí? No te he mandado a llamar,sabes que no me gusta que vengas,no convienen que nos vean juntos- hice señas para que mi hombre se lo llevara de mi vista,no tenía tiempo ni humor para aguantarlo-
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PROHIBIDA
RomanceSus manos acariciaban mi piel haciéndome temblar. Quería que me torturara, que hiciera con mi cuerpo todo lo que quisiera y quitara este deseo que había creado en mi desde el primer momento en que la vi. Movía sus caderas contra mi haciéndome gemir...