Capítulo 11

43 4 0
                                    

Xavier estaba caminando por los pasillos del castillo buscando a la pelirroja, primero había ido a ver que Zac estuviera bien, pero cuando llegó a su habitación se dio cuenta de que su amigo estaba un poco alterado, así que mejor emprendió la búsqueda de la pelirroja, esperando que el estado en el que ella se encontraba fuera más fácil de manejar. El chico escuchó un llanto que provenía del jardín, se acercó lentamente y se dio cuenta de que era Mónica, la cual se limpiaba las lágrimas cada cierto tiempo, intento acercarse sigilosamente, pero antes de llegar al lado de Mónica escuchó que ella le habló.

─ ¿Zac en verdad me odia? ─preguntó y sorbió por la nariz.

─ Él no pensó en lo que dijo, al igual que tú no lo hiciste, ¿Estás segura de querer buscar esposo? Ese es un cambio muy drástico ─dijo Xavier mientras se sentaba a su lado.

─ No, él lo dijo en serio, lo vi en sus ojos, él me odia, Xavier. Y lo de buscar esposo no era en serio, solo fue el impulso del momento ─explicó ella mientras miraba hacía los muros del castillo.

─ Si te odiara, no estaría haciendo berrinche en su habitación ─comunicó Xavier haciendo que la pelirroja posara su vista en él─, desde afuera de su habitación solo se escuchan gritos, cosas romperse, llanto y golpes, esa no es la reacción de una persona que no ama. Tú estás aquí llorando ¿Por qué no solo aceptan que se aman y ya?

─ No es tan fácil ─susurró la pelirroja.

─ Claro que es fácil, te acercas a él, hablan un poco, se besan y se dicen lo mucho que se aman y empiezan a vivir felices por siempre, tendrán cuatro hijos y dos crías de dragones ─bromeó el chico mientras miraba los ojos de la pelirroja, quien ya había esbozado una pequeña sonrisa.

─Quiero a Zac, lo amo en realidad, nunca tuve oportunidad de decírselo, pero... ya me estaba olvidando de él, para que ahora vuelva y ponga mi mundo de cabeza, para que al igual que hace un año irrumpa con mis planes e intente convencerme de que podemos ser felices.

─ Es que pueden serlo, Mónica, escucha, Zac es mi mejor amigo desde hace ya casi cinco años, en realidad, creo que nos conocemos desde antes, y te puedo asegurar que nunca lo he visto más enamorado. Mónica, Zac es tu alma gemela, yo he visto como se miraban, como se miran y estoy seguro de que se seguirán mirando igual en un futuro, así tu estés casada, así él este en una relación, así tu seas la reina y él se vaya al reino de los mortales...ambos se seguirán amando de la misma manera.

─ Tengo miedo, Xavier, tengo miedo de perderme a mí misma, miedo de enamorarme de Zac tan perdidamente que cuando ya no este conmigo no sepa que hacer, hay tantas expectativas que tengo que cumplir y cuando estoy con Zac eso se me olvida y... tengo miedo de que si estoy con él, ya no me importe lo demás ─susurró la pelirroja mientras limpiaba una lágrima que caía por su mejilla.

─ Ya, pequeña, todo va a estar bien, te lo prometo, no siempre va a ser así, amar no es algo malo, los problemas empiezan cuando sabes controlar ese amor, pero tú y Zac, cuando están juntos son capaces de controlar ese amor inmenso que se tienen, y no te estoy mintiendo solo porque seas mi amiga ─susurró y vio a Mónica a los ojos─. Te prometo que haré todo, todo, con tal de verte feliz pequeña.

─ Vaya, lamento irrumpir en este momento tan romántico, pero la reina solicita nuestra presencia en la sala de juntas, me mandó a buscarlos, más tarde tendrán tiempo de amarse, como deben de hacerlo los amantes ─dijo Zac el cual tenía los ojos y los nudillos rojos─ ¿Qué esperan? Me puedo ir para que tengan privacidad.

─ Zac, hermano...─empezó a hablar Xavier, pero Zac lo interrumpió.

─ Zac hermano los pies malolientes de Peter ─dijo Zac─, ya veo porque te empeñas en rechazarme, encontraste a alguien más, les deseo lo mejor.

Reino de Cristal |Completa ✅|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora