Sumido en una tranquilidad divina, giró el pestillo de aquella puerta de metal mientras con su mano libre tanteaba sus bolsillos en busca de sus llaves, sabía que las había tomado al levantarse de la silla y no estaba errado. Caminando paulatinamente hasta el portón principal, podía observar unas melenas doradas y unas nerviosas manos moverse algo desesperadas en busca de alguien.
— Buenas tardes ¿es aquí la casa de la familia Jeon? — cuestionó con su mirar en el teléfono celular, mientras intentaba buscar algo en él. — Porqué esta tonta aplicación me dice que camine hacía la otra calle pero le acabó de preguntar a una mujer y dijo es esta la calle. — levantó el teléfono mostrándole algo incapaz de ver.
— Tranquilo, estas en la casa correcta. — inquirió de manera divertida Jeongguk.
El joven se sentía completamente avergonzado, sentía que había quedado como un tonto en frente de Jeongguk.
Inmediatamente Jeon abrió el portón habló. — Soy Park JiMin... — y le hizo caso a sus indicaciones adentrándose al lujoso hogar, haciendo una pequeña reverencia antes.
— Puedes seguir derecho, mi esposa esta en el comedor, está muy ansiosa de que estuvieras aquí. — dijo alargando su brazo para pasarlo por su cintura y guiarlo a conocer su casa.
Aunque sus palabras no fueran tan ciertas en éste momento, sabía que su esposa quería encontrar a la persona indicada para que engendrase a su proximo hijo. JiMin asintió siguiendo sus ordenes, sus mejillas tomaron un suave color carmín con simplemente ver el rostro del chico. Jeongguk era tan apuesto y parecía tan enamorado de su esposa.
« JiMin concéntrate »
Procedieron a sentarse en el sofá intentando tener un ambiente relajado para el chico. La mujer hizo una pequeña reverencia, sonrió y saludó mientras se sentaba al lado de su marido, tomándole la mano cariñosamente.
— Esto tal vez sea algo incómodo, pero haremos algunas preguntas ya que queremos tener una persona muy sana para que engendre a nuestro hijo. — empezó informando el más grande del lugar, como usualmente hacía con anterioridad.
Asintió, Jimin, apretando sus manos sobre sus rodillas, estaba tan nervioso que sus estas no querían dejar de estar muy temblorosas. Era la oportunidad perfecta de lograr obtener un dinero extra y lograr pagar aquella cuota antigua de su madre, no podía perderla.
— Ya veo que en tu información dice que tienes 26 años y terminaste tus estudios este año pero no dice qué... — dijo la mujer mirando los papeles que había ella impreso inmediatamente le llegaron.
— Estudié diseño gráfico pero por ahora trabajo en una cafetería como mesero. No he logra encontrar un trabajo estable, aún. Pero la paga de allí es suficiente para pagarme el apartamento y vivir de manera normal con los víveres. — comentó intentando responder a toda su pregunta y también para despojarle de futuras dudas.
— ¿en los estudios cómo te iba? — preguntó Jeongguk ladeando levemente la cabeza con una pequeña sonrisa.
— Era usualmente el mejor de la clase. — inquirió rascándose la nuca, avergonzado.
— ¿y que hay de tu alimentación? — preguntó Hani alzando una ceja, intrigada.
— Tengo una vida bastante balanceada, pero siempre intento evitar las grasas. Me gusta mucho comer comida japonesa, como el sushi...
— El sushi también es algo que me gusta comer seguido. — concordó Jeon tomando una posición más cómoda sobre el sofá.
— Prefiero la carne. — dijo Hani.
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Rentable • kookmin #Wattys2018
Hayran Kurgu❝ Las complicaciones en una relación pueden aumentar cuando las cosas no salen como se esperan. Todo comienza por una infertilidad. ¿La solución?, alquilar un utero. Pero qué sucederá si la persona que se ofrece a tener un bebé que no será s...