It's So Easy | Axl Rose. #1 | CORREGIDA ✅

Prólogo | Editado.

– ¿Dejarás de tomar? Ja, que buen chiste –dije mientras me sentaba en el sillón de la pequeña sala de la habitación del Hotel. No me acuerdo el puto nombre... Cómo sea, me encontraba sentada ahí mirándolo–. Te conozco desde pequeña, Rose –sonreí al recordar las travesuras que hacíamos en nuestra niñez-, no cambiarías, aunque te lo rogara tu propia madre. ¿A quién quieres engañar? –le pregunté riéndome mientras prendía un cigarrillo.

– Dime tú a quien quieres engañar –señaló éste mirándome divertido–. Dijiste mil veces: "no volveré a acostarme con Slash, te lo prometo" y ahí estabas está mañana en SU cama –remarcó sentándose en la pequeña mesa en frente del sillón con las piernas abiertas, acorralándome entre él y el respaldo de éste.

– No rompería esa promesa si no te acostarás con la putita esa de cabaret –le respondí, mirándolo seria.

– Eres fastidiosamente hermosa –comentó arrebatando de mis labios el cigarro, y llevándoselo a su boca.

– Te odio, Rose.

– El sentimiento es mutuo, cariño.

Axl Rose, 26 años, vocalista de los Guns N' Roses.

Me gustaría decirles que es el "Amor de mi vida", pero les mentiría.

Nuestra relación es rara. No somos novios, pero tampoco mejores amigos, seríamos como amantes o algo así.

Estamos en Cambridge, Boston, en un hermoso hotel llamado Hotel Charles.

Sí, me acordé el nombre, es un milagro.

Me encuentro en la habitación de Axl, bueno, digamos que también es mi habitación.

Si, comparto habitación con el bombonazo de Axl Rose, y tenemos una relación abierta, de amor-odio, drogas, alcohol, sexo desenfrenado, y todo lo que ustedes se imaginan...Excepto, Orgias. Eso sí, que no ahí en está habitación.

Deben preguntarse: "¿Qué hace está perra con los Guns N' Roses?" Bueno, mi respuesta es la siguiente: soy la puta asistente del engreído al cual llaman Axl Rose.

" Asistente", entre comillas, hago lo que quiero y cuando lo quiero. Él no puede sobre mí.

Ni él, ni su puto carácter, ni nada.

Es eso lo que nos une y a la vez nos aleja, somos parecidos, pero yo no soy un monstruo, como lo es Rose.

Bien, dejaré de dispersarme y les contaré que está sucediendo en estos momentos.

Me encontraba con Axl a punto de besarnos, y la habitación se prendiera fuera, cuando entran los chicos sin tocar.

Bueno, los chicos entraron detrás de la puta de cabaret, y fue ahí cuando miré a Rose, y luego pose la mirada en la puta.

–¿Qué quieres puta de cabaret? –le pregunté poniéndome enfrente de ella, y logrando así a que no se acercara a Axl. Los chicos hicieron un gesto de gracia, estaban intentando no reírse.

–¿Putita de cabaret? –cuestionó la putita, digo Mitchel, mientras me miraba con odio– ¿Quién es la puta que se acuesta con Axl y con Slash casi al mismo tiempo? –trató de rematar mientras me sonreía victoriosa.

–No cantes victoria, muñeca –escuché que susurró Slash. Axl mirando la escena divertido.

–Yo no me acostaría con Slash sí vos, putita de cabaret, no te acostaras con Axl –le respondí mientras me acercaba más a ella–. ¿Y sabes qué? No necesito andar poniéndome ropa corta, para demostrar que tengo mucho más que tú. ¿Sabes por qué, puta? –y muy cerca de ella terminé: – Porque Axl Rose, grita mi nombre mientras está contigo –Esta golfa acortó la distancia que nos separaba, tirándose sobre mí. Lo que quería estaba sucediendo.

A penas esta idiota se me tiró encima, comencé a pegarle.

No habría armado un monologo estupendo sólo para que esta puta se fuera llorando. Quería demostrarle lo peligrosa que podía llegar a ser si se metía conmigo. Y lo había logrado.

En menos de un segundo, Axl me sacó de encima de esa puta, y me llevó a uno de los rincones de la habitación mientras yo gritaba que me bajara para matarla.

Slash, despachó a Mitchel, o sea la puta de cabaret, y se acercó a ver cómo me encontraba junto con Steven, Duff e Izzy.

–No te teníamos así, W –comentó Duff sonriente.

–Hermosa paliza le diste –comentó Slash mientras miraba a Axl divertido.

–No vuelvas a hacer eso, ¿quieres? –Axl habló por primera vez después de ese enfrentamiento que tuve con 'su' putita de cabaret. Una de las miles, claro.

–Estás hablando conmigo, ¿recuerdas? –le comenté revoleando los ojos–. Nunca te hago caso, ni tu ni nadie puede decirme que hacer.

–Intenta no agarrarte con todas.

–¿Desde cuándo no te gustan las peleas de gatas, Axl? –cuestionó Izzy, lo miré lo más seria que pude en ese momento– Sin ofender –levantó las manos medio riendo.

–Tranquilo, no me ofendes –le respondí sonriendo–. ¿Sabes algo, Axl? Está noche dormiré con Slash, otra vez –le dije sin vergüenza y con voz seria–. Así que, consigue algo para taparte los oídos porque no soportarás escuchar que grite el nombre de Slash –dije sonriéndole mientras me paraba y salía de la habitación.

Willow, 1. Axl, 0.