06 | Editado.

1.4K 61 0
                                    

Axl's POV


– ¿A dónde vas? –me pregunto Izzy mientras se ponía enfrente de mí.

– A sacar a Willow del hospital –le respondí mientras intentaba avanzar hacia la puerta, pero Izzy no me lo permitía.

– ¿Estás loco? Axl, Willow necesita estar internada –razonó Steven mientras se ponía detrás de Izzy–. La droga la dejo muy mal, está en rehabilitación –me recordó–. No puedes sacarla del hospital.

– Pero...

– Axl, iremos a visitarla más tarde. No ahora –Izzy me dio dos palmadas en la espalda y salió de la casa.

Miré a Steven, este me miró y suspiró.

–Ve –asintió Steven, mientras me miraba– pero no hagas una locura por sacarla.

– Eres el mejor –dije abrazándolo mientras salía del departamento directo al hospital.


Willow's POV


Me encontraba en la blanca y fría habitación del hospital. Acostada en la cama, sin nada que hacer, aburrida.

Entraban y salían enfermeras, preguntándome si necesitaba algo, que no durará de llamarlas si me dolía algo. Fuck them!

Sólo quería irme, y volver a hacer yo. ¿Tan difícil era?

Extrañaba a los chicos a pesar de que me vinieran a visitar todas las tardes. Extrañaba las peleas de Slash y Steven por una botella de Jack Daniels, los chistes malos de Duff, las luchas libres con Izzy y las peleas sin sentido con Axl.

– ¿Por qué soy tan idiota? –me pregunte en voz alta, mientras observaba el techo– Si no me hubiera excedido con el LSD...

– Si no hubieras tocado el LSD cuando no estábamos, es en realidad la respuesta– me senté de repente, y lo miré.

– ¿Qué haces aquí, Axl? –pregunte mientras sonreía– No es hora de visitas –le recordé.

– Si quieres me voy –respondió mientras apuntaba a la puerta que estaba cerrada.

– NO –alcé la voz, Axl paró a mitad de camino y se dio vuelta sonriendo–. Odio estar sola, extraño las idioteces de los chicos.

– Nosotros te extrañamos mucho más –respondió mientras se acostaba a mi lado.

– No quiero estar más en este hospital asqueroso –me queje.

–Vine a rescatarte –admitió sonriendo.

– ¿En serio?

– Así es.

– ¿No te alcanzo que te detuvieran la policía la noche pasada? –le pregunte mientras veía como se paraba.

– No –negó este poniendo en la punta de la cama mi ropa–. Vestite, te espero a fuera.

Se preguntaran que sucedió, ¿Por qué estoy en un hospital? Bueno, les contaré el por qué.

Todo paso hace dos días, me encontraba sola en casa, aburrida, y como soy drogadicta, tenía la necesidad de drogarme. Sin la droga no soy nada, suelo decir.

Me drogue, pero me pase de lo normal. A tal punto, que caí inconsciente al piso.

Axl entró a la habitación, y me encontró inconsciente en el piso, preocupado llamo a los chicos y estos llamaron a una ambulancia. Él no quería que me llevaran.

El hotel estaba rodeado de policías, ambulancias hasta bomberos, por las dudas.

La policía tuvo que arrestarlo, por impedir que me llevaran al hospital a rehabilitarme. Pero los doctores y la policía con ayuda de los chicos, lograron trasladarme.

Estuve inconsciente varias horas. A Axl lo tuvieron un buen rato detenido, hasta que Izzy decidió sacarlo. Si, Axl estaba muy enojado con Izzy y con los chicos por permitir que me trasladaran, y por haberlo dejado varias horas arrestado, pero no le importo cuando Izzy le dijo que los chicos estaban en el hospital esperando a que ellos fueran.

Al despertarme me encontré con el rostro de Axl, la verdad, estaba hermoso y sexy con su cara de preocupación con mezcla de alegría al ver que me había despertado. A partir de ahí, les fue imposible sacarlo de mi habitación, cada vez que venían a visitarme.

Bueno, y aquí estoy.

Lista para fugarme de ese hospital con él, aunque eso implicaría problemas.

– Estás hermosa –me alagó al ver que salía de la habitación.

– Gracias.

– Vamos –tomándome de la mano, y tirando de ella, nos dirigíamos para el lado contrario de donde se encontraba la salida.

– Creo que me vieron salir de la habitación –le informé preocupada. El paro al lado de una puerta, donde al lado de esta se encontraban unos baldes color manteca con trapos adentro, supuse que dentro se guardaban escobas y cosas de ese tipo.

– ¿Crees que no me dijeron nada cuando salí de esa pieza? –preguntó sonriendo pícaramente– Tuve que sobornarlos para que me dejaran secuestrarte –me explicó agarrándome de la cintura y acercándome a él.

– ¿O sea que es un secuestro sabido? –le pregunte siguiéndole el juego.

– No eres tonta –me sonrió.

– Por algo soy tu chica, ¿no, Rose? –le cuestioné coqueta mientras este sonreía y me besaba con pasión.

Nos besábamos con desesperación.

No les voy a mentir, extrañaba con todo mí ser tener sexo con Axl. No sé dan una idea de lo que es dormir sola en una cama después de estar acompañada tantos años por un chico como él. No mal interpreten, o sea extrañaba el sexo, pero también su presencia en general.

Entramos al pequeño cuarto, mientras nos desvestíamos. No había tiempo para juegos, eso estaba claro.

Axl entro sin ninguna suplica, tampoco me dio tiempo a decir algo.

Fue sexo salvaje, y fue excitante. Imagínense, hacerlo en un lugar diminuto, donde sabías que en cualquier momento alguien podía abrir la puerta y ser atrapados con las manos en la masa. Bueno, o con las manos en...Ustedes entienden.

Hacía calor ese día, o nuestros cuerpos estaban ardiendo, ¿por qué? Porque terminamos traspirados, era gracioso y a la vez loco.

Había tenido sexo en otros lugares, pero nunca en un hospital, y créanme, no está nada mal.

Mientras nos vestíamos, Axl me contaba que Slash y Steven, desde que me había internado, no se peleaban. Que las cosas estaban apagadas, a pesar de que intentaran llevarlo normal.

Salimos del lugar sigilosamente, y fuimos directo a la salida de emergencia.

– ¿Por qué salimos por aquí? –le pregunte riéndome mientras, veía como Axl se dirigía a una moto negra.

– Porque venían siguiéndome reporteros y fans – me explicó mientras acercaba la mato hacía donde estaba– Además era más divertido por ahí –dijo guiñándome el ojo.

– Lo tenías todo planeado, maldito bastardo –dije mientras lo golpeaba en el brazo, y me subía a la moto con él. Lo abracé.

– Te amo, bastarda –me confesó riéndose mientras arrancaba la mato.

– Sabes que no es cierto –le respondí mientras me abrazaba más a él.

El sabía que yo lo amaba más.

It's So Easy | Axl Rose. #1 | CORREGIDA ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora