11 | Editado.

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– Estoy embarazada –confirmé mirando a Izzy, quien me miró sonriendo y me abrazo al escuchar las palabras que salieron de mi boca.

– Lo sabía –dijo riéndose, mientras me alzaba y me daba vueltas. Yo no podía parar de reír.

– ¡Basta! –me reí – ¡Ya bájame, Izzy! – Izzy frenó, pero no me soltó. Nos abrazamos por un buen rato, y luego nos separamos.

–Tienes que decírselo a Axl, se pondrá muy feliz –comentó mientras salíamos del hospital, y subíamos a su auto.

– ¿Crees que esto pueda perjudicar su carrera? –pregunté nerviosa.

– No lo creo –me respondió despreocupadamente–. Nada saldrá mal, enana. Tranquila –me relajó.

–Tienes razón –le di la razón–. ¿Qué puede salir mal? -cuestioné mientras miraba por la ventana.

Todo podía salir mal.

Mis pasos retumbaban en el pasillo del noveno piso del Hotel Hilton. Paré en la puerta 245, saqué las llaves de mi campera y abrí la puerta sonriendo.

¡Ya quería ver la expresión de Axl al enterarse de que íbamos a ser padres!

Miré al frente y la realidad me cayó encima. Maldito hijo de puta.

Axl se encontraba con una perra teniendo sexo, había una botella en el suelo vacía. Hijo de puta.

– ¡HIJO DE PUTA! –le grité mientras tiraba todo lo que encontraba a mi paso. La rabia me consumía como nunca antes.

Axl, me miro sorprendido, y se alejó de la chica. La perra tomó sus cosas y se largo de la habitación con un puertazo. Maldita zorra.

Él se acerco, intentando explicar lo que sucedía pero no, no lo iba a escuchar.

– ¡¿Cómo pudiste hacerlo?! – grité con todas mis fuerzas– ¡Pensé que habías cambiado! –las lágrimas caían sin permiso de mis ojos– ¡Te odio! – volví a gritar, y salí de aquella habitación. Estaba decidida.

Salí del hotel llorando, era un hijo de puta. Una persona como él nunca cambiaria, mucho menos por una persona como yo. ¿Cómo fui tan ingenua?

Paré al lado de una cabina de teléfono, y saqué un cigarrillo del bolsillo de mi chaqueta...Lo coloqué en mi boca, pero luego me detuve. No podía fumar. Le haría daño al bebe. Muy adentro mío, mi lado malvado, el que no permitía que saliera, me estaba tentando a fumar, pero no lo hice. Me contuve y tiré todo el paquete y el encendedor a la basura. Giré y caminé a la cabina de teléfono. Entré y coloqué un par de monedas, marqué el número y esperé a que me contestaran.

– ¿Marcus? 

It's So Easy | Axl Rose. #1 | CORREGIDA ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora