It's So Easy | Axl Rose. #1 | CORREGIDA ✅

15 | Editado.

Willow se despertó debido a unas caricias en su espalda, extrañamente desnuda. Sonrió ante las caricias pero la borró al recordar la noche anterior. ¿Cómo había llegado a acostarse con Axl? Se levantó de golpe de la cama, y fue directo al baño, se duchó rápido y se cambió. Al salir, Axl se encontraba sentado en la cama, cubierto por las sabanas, confundido.

– Levántate, y cámbiate –le ordenó sin mirarlo –. Saluda a Al y vete. Te llamaré cuando tengas que venir a cuidarla –le informó para luego salir de la habitación.

Unos minutos más tarde se escucha la puerta de la calle cerrarse. Willow suspiró y salió de la cocina, y se sentó en el sillón.

Volvió a suspirar. Vio como la cabeza de su hija se asomaba por el marco de la puerta del living.

– Buenos días, mami –saludó la pequeña mientras abrazaba a su madre. La joven sonrió – ¿Dónde está, papi? –preguntó ilusionada la niña mirando hacia todos lados.

– Se fue ayer luego de que te durmieras –mintió. Alena hizo un puchero y la miró con algo de desilusión.

– ¿Vendrá hoy? –preguntó ilusionada de vuelta.

–No lo creo –respondió su madre –. Vamos a hacerte el desayuno. ¿Qué quieres? –cambió de tema, sonriendo.

–Leche –respondió Alena.

Willow se dirigió con la niña en brazos a la cocina.

Mientras tanto en el bar del hotel, donde se hospedaban los Guns N' Roses, Axl no paraba de tomar y decir barbaridades de Willow. Duff suspiró y le arrancó la botella de whisky de las manos. Axl se quejó, pero Duff no se la devolvió.

– ¡Iré de putas, Duff! –le informó mientras se paraba con dificultad – La olvidaré para siempre.

– Axl, no digas idioteces. No puedes olvidarla...Tienes a tu hija, Alena, de por medio –le recordó. Vio como Axl suspiraba y se volvía a sentar con una sonrisa en los labios.

– Al es preciosa –le confesó a Duff. Éste último lo observó y vio el brillo en sus ojos, sonrió de costado – Tiene mis ojos, el mismo tono de pelo que el mío pero el carácter de Willow–siguió contándole –. Eso sí, su manera de ser es una mezcla de ella y mía –volvió a suspirar –. Según Willow, Al es idéntica a mi pero con la diferencia de que ella es mujer y yo un monstruo.

– No digas eso –quiso frenarlo Duff, pero Axl volvió a mirarlo a los ojos.

– Todos saben que no cambiare. Ni siquiera por Al, si así lo quisiera –confesó angustiado.

Duff no dijo nada, sabía que Axl tenía razón. Él nunca cambiaría, aunque lo intentara.