It's So Easy | Axl Rose. #1 | CORREGIDA ✅

12 | Editado.

Me encontraba en el café más cercano al Time Square Garden, dónde se presentarían esa misma noche los Guns N' Roses. Pero no me importaba.

Eran aproximadamente las tres de la tarde. Miraba por la ventana cuando siento que alguien se sienta enfrente de mí. Él me sonreía, le devolví el gesto, pero más que una sonrisa pareció una mueca.

– ¿Cómo estás? –me preguntó mientras tomaba una de mis manos.

– Bien... – Mal pensé a la vez que le respondía– ¿Tu?

– Genial –respondió. Simplemente sonreí. Era extraño todo esto.

Amaba a Axl, pero lo que hizo no sé lo perdonaría nunca. No permitiría que mi hijo vea como su padre, más de una vez. Le fue, era y seguiría siéndole infiel. Ese tipo de gente nunca cambiaría. Y fue estúpido de mi parte pensar que Axl cambiaría por mí. Muy estúpido.

Marcus, seguía siendo encantador, como lo era cuando éramos adolescentes. Sus ojos claros brillaban, no paraba de sonreír mientras me contaba sus logros desde que me fui de Lafayette con...Axl. Era dueño de una de las más grandes empresas de viajes. No se había casado nunca, no tenía hijos. Se veía más seguro, que cualquier otra persona. Sabía lo que quería, y eso me gustaba.

– ¿Y tú? –preguntó– ¿Qué has hecho todo este tiempo?

– Bueno, nada. De gira con los chicos...Apoyándolos –intenté resumir todos estos años. Él me miró fijo, quería saber más– Y últimamente no he estado durmiendo muy bien que digamos...

– ¿Sucedió algo con Rose? –cuestionó con bronca. Se le notaba que no le caiga bien.

–N...No –tartamudee, maldita sea.

– Te hizo algo –confirmó aún más enojado. Apretó los puños. Suspiré. No tenía otra opción debía contarle la verdad.

– Me...me engaño –le expliqué mientras sentía un nudo en la garganta–. Y lo enganché en acción...

–Es un idiota –dijo con ira–. No merece que llores por él, hermosa. Nadie lo merece –me consoló. ¿Estaba llorando? Si, lágrimas escapaban de mis ojos.

– Estoy embarazada de él, Marcus –vomité las palabras con facilidad. Debía decírselo. Marcus simplemente se paró y se sentó a mi lado, abrazándome. Solté más lágrimas.

– Todo estará bien –prometió besando mi cabello–.Te ayudaré a cuidarlo...Si quieres– ofreció. Sonreí de costado. No era el adolescente que me había obligado a abortar.

–Gracias –lo abracé más fuerte.

– No agradezcas, hermosa –pidió él–. Lo único que quiero es que me perdones por todo lo que te hice y que vuelvas conmigo...

– Lo haré –acepté su propuesta–. Haré todo lo que sea para que me ayudes a olvidarlo –le dije aun llorando–, Haz que me olvide de él, Marc –le pedí. Marcus me abrazo. Y me susurró: lo hare, hermosa, lo haré.

Tal vez piensen que soy una perra desconsolada, que estoy desesperada. Y tal vez tengan razón, pero de algo estoy segura: sacaré a Axl Rose de mi vida, para siempre.