Wonderland ♢*ﾟ ᴘ.ᴊɪᴍɪɴ [Towers 1]

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–¡MINYEON! LLAMÉNLE A MI SECRETARIA.—el chico exasperado pateaba la reja.

–¡Señor Park, guarde silencio!

–Deberían arrestarlo para siempre.

–Cierra la boca, niña tonta, esto paso por tu culpa.

–¿Mi culpa? tú quisiste hacer esto, tú me ignoraste, si te hubieses disculpado no estaríamos aquí.

–¡¡Ya te dije que YO NO me disculpo!!—gritó.

–Idiota.

–Testaruda.

–Niño fresa.

–Mosca de basura.

–Chico sin gracia.

–Niña horrenda.

–¡ERES MÁS HORRIBLE TÚ!—Minji perdió la cabeza.

–¡Cierren la boca! Ambos, ahora.—la policía regañó.

–Podría...dejarme ir, tengo que llevar a mi pequeño a casa.—Pidió a la oficial.

–Lo siento mucho, deben cumplir al menos 6 horas.

–Necesito dejarlo en casa, no tiene nadie quién lo lleve, por favor.—rogaba triste.

–Mmmm, fea y con hijo, ya me lo esperaba.

–¿Disculpa?—giro a ver a Jimin.

–Las chicas como tú siempre sin desobligadas.

–Mira quién lo dice, al que le enseñaron a no disculparse sólo por ser económicamente estable. —se sentó en la banca — Y sólo por si acaso, no es mi hijo, soy su niñera.

–Yo no dejaría a mí hijo con alguien como tú.

–Yo no tendría un hijo como tú.—atacó.

–¿Joven Park?— esa voz le hizo conocida a Jimin, sacándole una sonrisa.

–¡Minyeon! Por fin, sacáme de aquí.

–Se deben cumplir el tiempo requerido, no puede salir antes.—la oficial respondió.

–¿Cuanto debemos pagar?—Minyeon sacó una chequera.—El Joven Park no tiene tiempo para esto, además sólo ha sido una pelea entre personas verbalmente, no tiene nada de malo, eso no llegó a lo físico para agredirla.

–¡Si claro! Sólo se le hizo fácil insultarme.—Minji reprochó.

–¿Insultarte?—Jimin se sorprendió.

–¡Me llamaste mosca! ¡Insinuaste que sólo debía estar en la basura! Y ...rompiste mi bicicleta...ahora no tendré como ir a casa...eso fue grosero. Toda tu persona es grosera.

–Pagaré su multa.—Minyeon suspiró.

–Por aquí.—la guío la oficial.

–Ja, ya saldré de aquí y tú te quedarás.—se burló pero una extrañez se apoderó de él al verla abrazándose a si misma.—Oye...

–Joven Park, necesitó su firma...—Minyeon interrumpió.

–Sí, ya voy.—asintió dejando a Minji ahí dentro.

–Señorita...¿está bien?

–Perderé mis empleos por culpa de ese estúpido...deje a mi niño sólo, y no tengo como regresar a casa, ni como pagar la estúpida multa, ¿tu crees que estoy bien?

Minyeon iba a hablar cuando su Jefe le llamó.—¡Vamonos o llegaré tarde! —gritó.

Iban saliendo, y un oficial entraba con un sujeto ebrio, lo pondrían en la misma celda que a Minji.