Wonderland ♢*ﾟ ᴘ.ᴊɪᴍɪɴ [Towers 1]

11;

–¡¿Cómo me ha llamado?!—Minji reprochó enojada.

–Lo que escuchaste, no repito dos veces, mi voz vale más que tu vida.

–¿Sabes que? No desperdiciare más tiempo contigo.—Edward se vea exasperado.

–¡Ustedes son quiénes han exagerado todo esto! Golpearla no era algo que debían hacer.

–¿Ow y tú que harás?—Edward rió malicioso— Alguien como tú, de clase baja, come basura, que no tiene ni un centavo eb su bolsillo, que vive seguramente llena de deudas, y que tiene tan pésima apariencia femenina ¿Quieres que me disculpe?—carcajeo— Pobre oruga fea. Si no quieres que tu amiguita pordiosera, salga peor, pídeme disculpas.

–¿Qué?

–Disculpate.

–No lo haré.

Tomó el café caliente de Kyuri y lo echo encima de Minji.—Quiero...escuchar que te disculpes.

Aguantando su coraje y ardor en su nuca cerró sus ojos, deseando arrancarle la cabeza al idiota aquel. Pero sabía que apenas le tocaba un dedo, terminaría en la cárcel.

–Disculpate.—Edward insistía.

–Amor, te ensuciaste la camisa...—Kyuri fingió.

–Oh, mira lo que me ha hecho hacer, rata. ¿Sabes cuanto vale esto? Más que tu mugre existencia.

Minji apretó sus puños, ya estaba cansada. Comenzaba a ablandarse.

–Sabes...tengo una mejor idea. Lame mi camisa, como la perra de la calle que eres.

Sus ojos se aguadaron, esos insultos escupidos de bocas tan "santas" como las de la gente como él. Ya tenía suficiente.

–¡Jimin oppa! ¡Estás aquí! —aplaudio como retrasada Kyuri.

Oh no, otro no...ya no más. Minji comenzaría a llorar.

–Borra esa estúpida felicidad de tu rostro de plástico.—Jimin le hablo duramente.

–O-Oppa..

–No soy tu oppa, y tu, mediocre bien vestido, tienes menos de 3 segundos para pedirle disculpas a Minji.

–¿Park? ¿Está es una de tus bromas?—Edward carcajeó.

–No te rías, no soy un payaso.

–Vamos Park, ¿No viste todo lo que paso? Viejo.

–¿Viejo? Tú y yo no somos nada. —puso una mano en su barbilla— Tienes razón, no vi lo que paso...demonios.—chasqueo los dedos— Pídele disculpas, de rodillas.

–¿Desde cuando defiendes a los estúpidos basureros?—Kyuri grito.

–Cierra la boca o haré que te arrodilles también.—le señaló el piso— Tú, no te hagas idiota, de rodillas.

–Ella ha sido la...

–No me importa lo que hizo ella, tu no eres más que ella por tener dinero...es gracioso ahora que lo pienso, te he reconocido—Jimin reía— Eres el hijo de Mun, al que mi papá le presto dinero porque estaba en bancarrota.

La gente empezó a murmurar.

–Tengo que trabajar, aceleremos esto.—Jimin giro a ver a Minyeon.

–¿Si, señor Park?

–Cobrále todo el dinero prestado al estirado, y a ella, demandala.—solo exageraba.

–¿QUE?—ambos se exaltaron.

–No los escucho disculparse.

–Di...disculpa.—tartamudearon.

–No me vean a mi, a ella.—señaló con la mirada a Minji.

–Di..disculpanos.—dijeron bajito.

–¡HEY! SEÑOR ¿USTED LOS ESCUCHÓ?—le hablo a un cliente de la esquina, quién negó.—Más fuerte.

–Disculpanos.—hablaron alto.

–¡Perfecto!—tomó la sopa de una niña de ahí — ¿Me la prestas?—ella asintió.

Virtió la sopa en ambos.

–OH JESÚS, HE ENSUCIADO SU ROPA ¿Me cobraran?

–Vamonos de aquí, Kyuri.—Edward limpió su rostro enojado, marchándose.

–No se cuando te volteaste, pero estás del lado equivocado Park.—Amenazó—Olvidaté de mi.

–Ni quién quiera recordarte, a ti y a tu plástico.—la ignoró.

Salieron y la clientela en silencio aplaudía a Jimin.

–Min...—iba a hablar cuando alguien más le interrumpió.

–KIM ¿CÓMO SE TE OCURRE? ¿NO VES LOS ENEMIGOS QUE HAS CREADO? NO TE PAGARÉ NI UNA MONEDA, NADA, ¿ESCUCHASTE? NO DEBÍ DARTE EL EMPLEO, TE HUBIERAS QUEDADO ABRIENDO LAS PIERNAS COMO TU MADRE.—el señor Jang exploto contra ella.

Jimin la miro, su cabeza gachá, arrugando la tela de su falda.

Si algo había aprendido en ese lapso en el que escuchó el drama, era algo sencillo, se vio al espejo. Visualizó el tipo de mounstro que era al tratar a las personas como obreras y él sintiéndose como rey.
No tenía derecho,ni poder sobre nadie. Y tuvo que verla siendo humillada para entenderlo. Las cosas no tenían porque ser así. Arreglaría todo o lo intentaría.

–¡YA!—Minji gritó, y salió corriendo de ahí.

–Espera...—Minyeon salió tras ella.

–¡HEY! ¿A DONDE VAN? AHORA QUE RECUERDO, YO VINE PORQUE TENGO HAMBRE.—Jimin corrió persiguiéndolas.