Wonderland ♢*ﾟ ᴘ.ᴊɪᴍɪɴ [Towers 1]

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–¿Si todo este tiempo supo cocinar porque hacía que yo le cocinara?—pregunto mirando a Minyeon.

–Le dije que era como un niño malcriado.—la miro y sonrió —Siento lo que tuviste que pasar, seguramente fue y ha sido difícil salir adelante pero eres buena.

–¡Minyeon pon la mesa!—gritó desde la cocina.

–¿Crees que sonare grosera si le digo que no tengo hambre?—Minji susurro.

–Te lo meteré por las orejas si desprecias mi comida.—la había escuchado.— Ahora ven y sientate, come siquiera un poco.

Bien dio la primera probada, el sazón de Jimin era exquisito.

–¿Sabe bien?

–Sí...bastante ¿Quién te enseñó a cocinar?

–Mi madre me hizo entrar a cursos de cocina.

–Vaya. —lo miro— Si cocinas tan bien, deberías hacer tu propia comida.

–No sabe igual que la tuya.—Jimin suspiro— Tu aprendiste sola, no es lo mismo.

–Oh, tengo que...ir a la junta al parecer no encuentran los papeles, los dejo sólos, lo siento.—Minyeon le guiño el ojo a Jimin.

Se fue y un silencio poco incómodo se presento.

–Minji...

–¿Si?

–Siento tanto la manera en la que te trate.

–No es nada, es costumbre.

–No debería serlo.—por segunda vez, se miraron profundamente a los ojos— Perdón, siempre...he sido esta clase de chico rebelde. Nunca tuve en cuenta los sentimientos de los demás, y estuvo mal.

–Si quieres cambiar hazlo por ti. No sólo porque tuviste lástima de mi.—hablo bajito.

–Lo haré. Siempre sentí...que sobre actuó a veces, pero mi mamá me llevo a clases de actuación...así que...—rió.

–Gracias..por defenderme de ellos.

–Tonta, tu debiste hacerlo.—echó en cara—Les hubieras roto la ventana del auto, como conmigo ó patearle la entrepierna.

Ambos rieron.

–No tienes que volver a trabajar ahí, lo sabes.

–Tengo deudas, no se pagan solas.

–¿Qué sabes hacer?

–¿C-Cómo que qué se hacer?

–¿Que estudiaste?

–Oh ...yo quería ser escritora, tengo algunos escritos en borradores...pero papá dijo que era absurdo, que los escritores se drogaban y esas cosas...—suspiro.

–¿Y terminaste siendo ...mesera? ¿Alguna vez enviaste tus borradores a una editorial?

–Nunca.

–¿Tienes alguno?

Minji se puso de pie sacando una caja con varios papeles.—Un momento, ¿Para que los quieres?

–Quiero leerlos.

–¡No, te burlarás de mi!

–Puffff, no...bueno tal ves, damélos.

–No te daré nada.—guardo la caja nuevamente.—Como dije...deje ese sueño tonto atrás y...me centré en la vida real.

Jimin se puso de pie. —Me iré ya, deje a varios empresarios plantados.

–Gracias por cocinar.—Hizo una reverencia.

–Sí, cuidáte ese pie.—le sonrió y salió de ahí.

Se subió a su auto, y paso al banco.Todos abrieron paso a él como la celebridad que era, no se engañaba, le encanta ser el centro de atención. Reviso su cuenta, lo pensó un poco, luego deposito algo de plata en una de sus tarjetas.

Regreso al auto, ahora sí iría al trabajo. Entre más acuerdos y asociaciones firmaba, más dinero tendría.

Tomó su teléfono e hizo una llamada.

–¿Sí? Soy Park Jimin, si...sí...un gusto ¿Motivo de mi llamada? —sonrió— Quiero comprar una casa.