Enfermarse no es tan malo...

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Pov. Sherwin.

Me desperté con mamá avisandome que llegaría tarde, la muy cruel creyó divertido abrir las cortinas para ver el sol de la mañana en todo su esplendor.
-madre no!, me quema!,me lastima!-.

Despertar así luego se soñar tan bonito, no fue lo mejor, pero ella insistió en apurarme para no llegar tarde.
No tenia ganas de ir a la escuela!.

-Levantate cariño, tu novio vendrá dentro de poco a buscarte y aun no estas listo-.
Regaño dejando la puerta abierta mientras salia.
Ok, tenia ganas de ir a la escuela!.

Se apresuro como un rayo, y se metió a la regadera, Shirley le ayudo como siempre a buscar su ropa, fue rápido,con la toalla alrededor de su cintura, sacudió su cabello y tomo su peine para talvez aprovechando que estaba mojado dominar sus risos.

Fue raro cuando lo logro, hasta Shirley se pregunto como lo había conseguido, seguido tomo su camisa blanca abotonando botón por botón mirándose en el espejo.
Luego busco su pantalón pero no lo conseguía, se arrodillo levantado sus sabanas para ver si estaban bajo su cama, pero abajo no había nada.
Estaba ordenado perfectamente como usualmente dejaba la habitación.

Hasta que descubrió donde estaban, o mejor dicho, quien los tenia.
Shirley.
Ese corazón le estaba retando a conseguirlos de sus manitas. Pero no tenia tiempo para jugar.
-¿quieres darmelos?,no puedo ir a la escuela en ropa interior-.
Haciendo claro que no se los daría, terminaron corriendo por todo el lugar, con Sherwin rodando por la cama cuando el rosadito le hizo caer.
Furioso se quito las sabanas con la que se enredo,y se levanto arrugando la cara en molestia.
-¡dame mis pantalones Shirley!-.
Corrieron fuera de la habitación con el corazón volando y riendo, le gustaba hacer que el niño perdiera la cabeza, era divertido y entretenido.

Su madre le vio bajar corriendo por las escaleras semi desnudó y amortiguó una risa.
Aun así los dos seguían su persecución.
-¡SHIRLEY POR FAVOR!-.

-cariño no corras en la casa sin pantalones-.
Su madre señalo con una bandeja de galletas y café, que raro,¿esperaba visitas?. Se detuvo cansado y prefirió buscar otros pantalones, no quería pasar vergüenza frente a su madre.
-esta bien, en mi armario hay mas-.
Se dirigió enojado a Shirley, sacándole la lengua.

-¿Sherwin?, porque estas...-
¡OOOH MIERDA!.
¡MIERDAAAA!.
¡MI-ER-DA!.

Se volteo con dirección a la sala y se quedo helado cuando su novio ruborizado aparto la vista de sus piernas.
Como por reflejo se cubrió donde realmente no quería la atención.
Su madre trago incomoda bebiendo un poco de café, y vio con gracia como su pequeño corrió arriba avergonzado y rojo como remolacha.
-olvide decírtelo, tu novio llego-.
Fue lo ultimo que escucho al encerrarse.

...
Y pues...esa fue la única vez que no quiso ver a Jonathan a los ojos.
Fue la primera ver que se sintió tan incómodo y abochornado!.
..........................
Pov. Narradora.
Días después dejaron que el recuerdo se olvidara, salían a citas de vez en cuando, y Sherwin mantenía las clases con la madre de su pareja, la señorita había avanzado considerablemente.
Una de las tardes en que se quedaron a estudiar su novio sonriente le presento a su corazón, quien apenas lo vio, se volvió como loco besando sus mejillas.
Fue un momento conmovedor cuando Shirley y Jay(el cual fue el nombre que eligieron) se abrazaron chillando lo que posiblemente eran palabras de amor, así se la pasaron todo el día con la pareja de corazones durmiendo en su cabello y ellos terminando su tarea, estudiando acurrucados junto a la cama del mayor, hasta que su madre le fue a buscar.

En la escuela, suspendieron a Hector después de que Jonathan le convenció a hablar por fin con el director, no fue fácil, pero lo logro, algunos seguían molestando pero ya ni le tomaba tanta importancia.
Lo mejor era no escuchar palabras que buscaban herirlo.
En casa...su padre seguía igual, lo veía menos que antes,su madre a diferencia de el, estaba mas en ella ayudándolo como una madre debería.
Todo iba bien.
........

Torpe por amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora