Maratón 3/3

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Pov: Dan

Completamente vueltos mierda, eso estábamos, no valíamos absolutamente ni un centavo, Alex se había ido a su habitación, después de tanto rogarle a Roy se cansó y se dio por vencido, yo en medio de la borrachera que cargábamos  se me ocurrió la magnifica idea de llamar a Valen, malísima idea.

─Llama... hip... a hip Valen... ─añado medio cuerdo.

─ Ringg... ringg. ─repica el teléfono.

Hola soy Valentina, si escuchas esto es porque claramente no te contesté, deja tu mensaje al final del tono... Piii

Maldita sea —pensé.

—De nuevo... — ringg...  ringg... ringg.

*Inicio de la llamada*

─ ¿¡Lucia!? ¡Me tenías preocupada! ¿Dónde est...─ no soy Lucia Valen , soy Dan ─interrumpe él.

─ Ah, eres tú... ¿Qué sucede? ─pregunta Valen.

─ Eso mismo quiero saber, ¿Qué pasa con Lucia? ¿Está bien?

─ ¡Estaría mejor si tú amigo no le hubiera hecho daño, sí Roy le hubiese dado su lugar ella estaría bien, aquí con nosotros! ─grita un poco enojada ─Tú amigo es un imbécil, por su culpa Luci... ─ ¿Qué sucede con Lucia? ¿Dónde está? ─la interrumpe nuevamente Dan.

Si seguíamos así íbamos a terminar, halandonos del cabello, así que suspire y me calmé, después de todo también creo era por la borrachera, así que seguí hablando con ella.

─ Lo siento la angustia no me deja pensar, disculpa si te grit... ─ ¡¡Dime ahora mismo qué demonios sucede con Lucia y deja te de tantos rodeos!! ─la interrumpo, gritando. Calmate Dan...

─ Primero ¡no me grites, que estoy igual o hasta peor de preocupada que tú! Segundo nada de esto estuviera pasando de no ser por tú amig... ─ ¡Valentina Antonella O'conell Smith dime ahora mismo que demonios sucedió! ─Interrumpo, gritando entre diente ─ ¡¡Ayy, que no me grites!!

Respira Dan, relajate.

─ Ok, lo lamento ¡¿pero... por un demonio puedes decirme que le pasa a Lucia!? —nuevamente le pregunto, un poco exaltado.
—¿Que sucede? —pregunta Roy sereno
No sé qué demonios esté pasando con Lucia, pero ya me tienen angustiado... —susurra él

─ ¡Sí vuelves a gritarme juro que iré a dónde estás y te dejaré sin tus preciosas joyas! ─ responde igual de alterada... ok mejor me calmo ─susurró.

─ ¿Entonces me dirás que pasa? ¿O solamente insultarás y le sacarás hasta la madre a Roy? —pregunto; un poco calmado. ─ok, sucede que Lucia hace más de una hora que no sé nada de ella, no responde las llamadas, ¡No sé dónde demonios está! ¡Esta ciudad es muy grande! ¿¡Y si los cretinos del yate la secuestraron? Y si se le llevaron a un callejón y le hicieron algo!? Y sí...

─ Valen...

¿Y sí la hirieron? ¿Y sí la atropellaron?

─ Valent...

─ ¡Ahh maldita sea! ¡No debí dejarla sol...! ─ ¡Valentina! ─grito fuertemente.

─ ¡¡Ayyy, que no me grites que me alteras y asustas más de lo que ya lo estoy!!

No aguanté más la incertidumbre y salí corriendo hacia la habitación de Lucia.

─ Iré para all... ─ ¡Espera, Roy! ─grité, pero era tarde, ya Roy había salido de la habitación.

— ¿Dan? No sé que demonios pasó, pero que ni se le ocurra a tu amigo venir o poner un pie aquí, porque me sobran las palabras de lo que le haré si lo veo —amenaza ella, pero luego termino la llamada y suelto el teléfono.

No Es Tan Malo Ser Una Apuesta (Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora